Por
Julian Borger *
Desde Washington
En
un país en el que 40 millones de personas no tienen un seguro de
salud, la administración Bush está planeando ofrecer cobertura
médica de fondos públicos para fetos, en una movida que
los activistas proelección señalan como un subrepticio paso
hacia la ilegalización de los abortos. De acuerdo con el plan,
los estados podrían redefinir al feto como un niño
del grupo de bajos ingresos. Como resultado, las mujeres embarazadas
que por algún motivo no califican para Medicaid la cobertura
financiada por el Estado ofrecida a las familias de bajos ingresos
obtendrían cuidado prenatal bajo del Programa de Seguro de Salud
de Niños (Chips).
La diferencia legal es importante, porque la Corte Suprema, al pronunciar
su famoso fallo en 1973 de Roe Vs Wade, garantizando el aborto, basó
su decisión en el juicio de que los nonatos nunca han sido
reconocidos por la ley como personas en un sentido íntegro.
Los partidarios proaborto denunciaron inmediatamente al plan Chip tal
es su denominación como un medio tramposo de preparar el
camino para una eventual prohibición del aborto.
Laurie Rubiner, vicepresidenta de la Sociedad Nacional para Mujeres y
Familias, le dijo al New York Times: Este es un intento clandestino
de la administración Bush de perpetuar su oposición al derecho
al aborto. El verdadero objetivo es establecer un precedente legal para
darle personería al feto.
El plan fue armado por el secretario de Salud, Tommy Thompson, que es
un opositor de larga data al derecho al aborto. Sin embargo, su vocero,
Bill Pierce, negó que las medidas ocultaran cualquier agenda antiaborto.
Sólo les dan a los estados otra herramienta para expandir
el acceso a otra población, dijo el vocero. Los estados
no tienen que hacer eso. Esto es simplemente otra herramienta para usar
si ellos lo desean, agregó. Pero también confirmó
que el plan representaría un paso adelante para aquellos que creen
que el feto es un persona con derechos individuales. Si la pregunta
es, ¿el secretario está a favor de la vida? la respuesta
es sí, dijo Pierce. También lo está la
administración.
Actualmente hay 43 millones de norteamericanos que carecen de cualquier
forma de seguro médico, de los cuales 10 millones son niños
menores de 10 años. Medicaid brinda servicios básicos para
los muy pobres, pero muchos de los desempleados o trabajadores de bajos
ingresos encuentran que no califican si poseen un bien, tal como un automóvil.
El esquema Chip fue establecido durante la gestión del presidente
Bill Clinton para tratar de asegurar que menos niños sufrieran
como resultado de esta excusa. Cuando fue gobernador de Texas, George
Bush intentó bloquear los esfuerzos de extender la cobertura Chip
en las áreas hispánicas pobres a lo largo de la frontera
mexicana, por motivos presupuestarios.
Chip está financiado federalmente, pero se descubrió que
las familias pobres que se presentaban para Chips a menudo descubrían
que estaban calificadas para Medicaid, que no esta financiada con fondos
del estado. El plan actualmente considerado por Thompson no estipula qué
tiempo debe tener un feto para calificar para el seguro, pero el New York
Times informó que algunos funcionarios querían que la edad
para calificar fuera tan pronto como fuera teóricamente posible,
poco después de la concepción.
*
De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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