Por Claudio Zlotnik
Domingo Cavallo afrontará hoy tasas de interés más que ruinosas para refinanciar un vencimiento de la deuda. Si se cumplen las estimaciones de los principales bancos de la city, Economía pagará tasas de entre 14 y 16 por ciento para renovar 850 millones de dólares, con vencimientos a tres y diez meses de plazo. El propio ministro se reunió ayer durante dos horas con varios banqueros, entre otras cosas para persuadirlos de que le cobren un precio que no exceda el 12 por ciento anual, pero sólo consiguió una media palabra de que el financiamiento le saldrá esta vez entre 14 y 16 por ciento, contra el 18 por ciento que los bancos pensaban facturarle al Gobierno. En la última licitación, hace apenas dos semanas, Economía había pagado una tasa del 9,1 por ciento. Hoy por la mañana se definirá el precio en un nuevo encuentro. Frente a Cavallo, los banqueros insistieron ayer con su clásica receta de ajuste en el gasto público para salir de la crisis.
La actitud del ministro frente a la primera plana de la Asociación de Bancos (ABA) es todo un testimonio sobre la gravedad de la crisis. A diferencia de cuando asumió, calificando entonces de �ruinoso para la economía� que los bancos le prestasen al Gobierno a una tasa del 11 por ciento, ayer fue él mismo quien llevó esa propuesta, y sólo para lograr que fuera rechazada por las entidades financieras. En el mercado, los bonos con vencimiento a tres meses, como el que esta tarde colocará Cavallo, muestran un rendimiento del 18 por ciento anual. Y el Bonte 2002, que hoy se reabrirá y vence dentro de diez meses, rinde el 22,6 por ciento. Aunque el costo final de la operación se definirá recién esta mañana �antes de comprometerse, los financistas quisieron esperar a la apertura de los mercados�, todo indica que los banqueros le harán precio al ministro, cobrándole algo menos que el de mercado.
La disparada del riesgo país �que ayer subió a 1158 puntos (ver aparte)� obligó a Economía a modificar el programa de refinanciación. En un principio, Cavallo iba a colocar hoy títulos a seis meses y un año de plazo, por un total de 850 millones de dólares. Pero como las tasas a ese lapso superan el 20 por ciento anual, se decidió a acortar los vencimientos y así abaratar la operación. Se lanzará una Lete a 91 días y se reabrirá el Bonte 2002, con vencimiento en mayo próximo, emitido en su momento a una tasa sensiblemente inferior a la que se pagará ahora: 8,75 por ciento anual.
En medio de este panorama, Cavallo convocó a su despacho a los principales banqueros: Enrique Cristofani (Río), Manuel Sacerdote (BankBoston), Carlos Fedrigotti (Citi) y representantes del Galicia, HSBC, BBVA Francés, Deutsche Bank y J.P. Morgan. También asistió gran parte del equipo económico. Frente a ellos, el ministro dividió su exposición en tres partes: la situación de las provincias, su intervención en la Anses y el PAMI y el financiamiento de la deuda. Justamente son éstos los temas que más preocupan a los financistas, ya que según ellos están íntimamente relacionados con la solvencia fiscal de la Argentina. De alguna manera, en el marco de la disparada del riesgo país, Cavallo dio la imagen de haber rendido examen frente a los banqueros.
Estos, que habían acudido al encuentro esperanzados en que Cavallo les informara sobre una nueva poda en el gasto público, se fueron decepcionados. Pero el ministro se tomó su tiempo para dar detalles de su gestión y ensayar algunas promesas:
Provincias: A este tema Cavallo le dedicó una hora y cuarto de su exposición. Asistido por cuadros y fichas, sentenció: �El gobierno de De la Rúa es el único que bajó el gasto en las provincias, 3000 millones en el año 2000. Se alcanzó algo que se venía reclamando. Y se va a seguir recortando el gasto.� También señaló que el último acuerdo con los distritos del interior fue �histórico�, y se quejó de que eso �nadie lo está reconociendo�. Según Cavallo, la peor provincia es Buenos Aires.
Anses y PAMI. Cavallo quiso neutralizar la negativa de la UCR de que él acceda directamente a esos organismos (tal como también querían los banqueros), afirmando que �Lombardo (ministro de Salud) está manejando muy bien el PAMI�. En cuanto a la Anses, prometió que Armando Caro Figueroa monitoreará todas las decisiones, y que se enviaría al Congreso un proyecto de Reforma Previsional.
Financiamiento. Además de acordar en principio una tasa para la licitación de hoy, los banqueros le pidieron buscar la forma de evitar que cada dos semanas Economía deba salir a rendir examen frente a los mercados, en medio de las turbulencias.
Después de la reunión, Página/12 habló con tres de los banqueros que asistieron al encuentro. Pese a los esfuerzos del ministro, el diagnóstico de los financistas fue oscuro. Todos coincidieron en que ésta volverá a ser una semana difícil, y no descartan que el riesgo país vuele hasta los 1500 puntos. �No hay capacidad política para hacer el ajuste�, se quejó uno de ellos, en diálogo con este diario. Otro banquero, director de un banco estatal, hizo un comentario crudo sobre sus colegas. �Los grandes bancos están condicionando al extremo al Gobierno. Reclaman un fuerte ajuste y no le creen al ministro cuando habla del recorte en las provincias. Quieren ver para creer�, relató ante la consulta.
Riesgo país, 26 arriba
El riesgo país no tuvo feriado. Por las operaciones con bonos argentinos en los mercados de Nueva York y Londres, subió ayer 26 puntos respecto del nivel del último viernes, y terminó en 1158. En Wall Street se transaron títulos por 200 millones de dólares, menos de la mitad de los 500 millones diarios que se venían operando en las últimas semanas. La caída se explica porque los inversores están esperando definiciones del Gobierno, especialmente sobre la magnitud y las características de un nuevo ajuste fiscal. Hace una semana que el riesgo está arriba de 1100 puntos, y las perspectivas para hoy son desfavorables. La licitación de Letras del Tesoro podría marcar un nuevo record de la tasa de interés a la que se financia el Gobierno a corto plazo (ver nota central).
Desde que Domingo Cavallo ingresó al Gobierno a fines de marzo, jamás pudo ver la tasa de riesgo país por debajo de los 800 puntos. Ni siquiera después del megacanje de deuda, que postergó hasta fin de año el riesgo de default. Un nivel aceptable de riesgo para la Argentina sería hoy de entre 600 y 700 puntos, similar al que regía durante el año pasado. El equipo de José Luis Machinea aspiraba a bajarlo a 400. Para Cavallo, lograr la reactivación con la tasa actual es una misión casi imposible. Y mientras no baje, seguirán cerrados los mercados de capitales del exterior para obtener financiamiento fresco, y se repetirán los problemas en las colocaciones de Letes en el mercado local. El mal clima con la Argentina se evidenció ayer en las caídas de las acciones de empresas locales que cotizan en Wall Street, de entre el 0,3 y el 0,9 por ciento. En Brasil, la crisis argentina provoca la depreciación del real, que ayer fue del 0,8 por ciento respecto del viernes. Pese a la intervención del Banco Central, el dólar cerró a 2,453 reales.
Reforma estatal a la Mingo
Tanto el secretario de Modernización, Marcos Makón, como sus colaboradores más allegados insisten en que la consigna de la reforma del Estado cavallista no es necesariamente gastar menos, sino hacerlo mejor. Aun así, una de las primeras medidas para reestructurar el organigrama público será reducir drásticamente los directorios de treinta organismos descentralizados �incluyendo los entes reguladores de servicios privatizados�, que demandan 25 millones de pesos anuales en cada presupuesto para remuneraciones. Para predicar con el ejemplo, Makón difundió ayer la estructura definitiva de su secretaría, degradando a mera dirección el Instituto Nacional de la Administración Pública (INAP), que seguirá funcionando con menos personal jerárquico. Además de atender la capacitación de agentes estatales, Modernización tendrá potestades sobre la carrera administrativa de los empleados públicos, y administrará el estratégico y sensible sistema de compras y contrataciones públicas. La Secretaría ya propuso a Jefatura de Gabinete los criterios para rediseñar la administración central y organismos descentralizados, tarea que Chrystian Colombo debería encarar sobre la base de suprimir funciones duplicadas y transferir servicios a otras jurisdicciones (la policía a la Capital, o el Cenareso a la provincia de Buenos Aires, por ejemplo). Pero una de las medidas que aspira a ser ejemplificadora es la disminución de los directorios de organismos públicos, cuyos miembros cobran jubilaciones próximas a los 10 mil pesos mensuales. Salvo en el caso de los órganos reguladores, que podrán preservar hasta tres directores, en el resto de las dependencias sólo quedará en pie su titular y un suplente. Esta poda permitiría rebanar más de la mitad el presupuesto asignado al pago de esas remuneraciones. Ese ahorro, sin embargo, es nimio en relación a otros que promete Makón, hombre ligado a Carlos Alvarez pero de excelente relación con Domingo Cavallo: si se consigue simplificar los trámites que deben realizar los empleadores para contratar personal, el Estado podría economizar buena parte de los 700 millones que le insume dar curso a muchos formularios innecesarios. |
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