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Por Laura Vales Rodolfo Campero no lo dice, pero es claro que su renuncia a la
intervención de la Anses no fue para él una salida deseada. Presionado
por el avance del cavallismo, blanco de duras críticas desde el
Ministerio de Trabajo que conduce Patricia Bullrich, el dirigente radical
confirmó ayer que dejará su cargo para probar suerte como candidato a
senador de Tucumán. Antes, divulgará un balance sobre los ocho meses de
gestión en el área de la seguridad social. En diálogo con Página/12,
Campero sostuvo que, lejos de haber aumentado el gasto en nombramientos,
lo bajó en siete millones de dólares y calificó a su gestión como
"la más honesta en la historia" del Anses. "En los
primeros seis meses de este año ahorramos 500 millones de pesos con
distintas medidas para combatir el fraude", subrayó. --¿Por qué
renuncia?
--Fue un paso que consulté con mi familia y con el radicalismo de
Tucumán; se trató de una decisión personal e íntima.
--¿Tuvo muchas presiones?
--La Anses es un lugar de mucha presión.
--¿Por qué?
--Creo que provoca cierto erotismo político; los que están fuera
suponen que manejando la Anses incorporarían una gran cuota de poder.
Pero en realidad no es así; el 99 por ciento de su presupuesto está
integrado por pases contables de carácter informático. El costo
operativo interno del Anses es sólo del 1.3 por ciento del total del
presupuesto. --Tal vez maneje poco
efectivo, pero funcionó históricamente como una caja de recaudación política.
--Porque si alguien quiere hacer dólares en la Anses, lo puede
hacer. Ahora, para el que lo administra de manera honrada hay solamente
pasos contables. --El Presidente habló de
la existencia de "formas oscuras del abuso y la corrupción" en
la Anses. ¿Lo sintió como una crítica a su gestión?
--No, porque en la Anses eso no ocurre. Estos han sido los ocho
meses más honrados y transparentes que ha tenido en su gestión. Acá se
cuidó hasta el último centavo. Creo que el Presidente aludió a los que
causaron perjuicios desde otros lugares. --En los días previos a
su renuncia el cavallismo también lo acusó de estar pagando un paquete
de sueldos muy elevados.
--Es un argumento falso, porque en la Anses no quedan cargos altos
con sueldos elevados. Se pueden decir muchas cosas si hay interés en
hacerse cargo de una organización; pero el tema de los sueldos no tiene
impacto económico. Como le dije, el total de lo que se gasta en la
administración de la Anses es sólo el 1,3 por ciento de su presupuesto,
mientras que en otros lugares, como el PAMI, ese gasto es del 20 por
ciento. --Lo escuché decir que hoy va a dar un balance de su gestión.
¿Cómo encontró a la Anses al asumir?
--En una situación de colapso: con 103 días de huelga de brazos
caídos y asambleas, 155 mil expedientes atrasados, 40 mil sentencias
firmes en contra... En los últimos tres años se habían pagado 1700
millones de pesos en juicios. Hicimos mucho: en los primeros seis meses de
este año ahorramos 500 millones de pesos. Simplificamos el área
administrativa dejando siete gerencias en lugar de las casi 40 que existían;
de los 155 mil expedientes atrasados hoy sólo quedan abiertos 64 mil.
Cumplimos en un ciento por ciento con el presupuesto previsto y con los
organismos financieros internacionales. Combatimos muy intensamente a la
corrupción. Abrimos más de 130 denuncias penales, con 18 querellas que
impulsé personalmente. Hubo 11 detenidos, se está verificando en todo el
país el pago de las empresas fantasmas... Creo que esa es la línea que
tiene que seguir la Anses. Si se entiende que el ahorro se puede hacer en
orden de las erogaciones viciosas está muy bien; ahora, disminuirla en
base a las obligaciones de ley me parece imposible. --¿Y con ese balance consideró que era el momento adecuado
para irse?
--Es el momento que yo interpreté adecuado. --¿Cuál es la magnitud
del ajuste que se puede hacer hoy en la Anses?
--Ajustar en los pagos que están cristalizados, nada. Sí se
pueden bajar las comisiones bancarias; ahí hay un margen de 70 millones
de pesos. También se puede seguir ahorrando con los juicios y en las
asignaciones familiares todavía hay un margen de fraude importante. Pero
creo que otras cosas no se deben tocar. Creo que la Anses tiene que
continuar en manos del Estado, que no hay que privatizar ni tercerizar sus
bases de datos, ni el pago de asignaciones familiares, ni la gerencia de
capitalización. --¿Cree que va a haber
despidos?
--No tengo idea sobre las características de la reestructuración,
porque no participé en ninguna conversación de ese tipo. Personalmente,
considero que la planta de personal no está sobredimensionada; hay
lugares del interior donde falta más personal.
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