Por Adriana Meyer
Un nuevo capítulo de la conexión local en la Operación Casablanca se escribió el viernes cuando la Cámara Federal porteña confirmó el procesamiento con prisión preventiva del empresario marplatense Angel Salvia. La sala I lo consideró presunto organizador de una asociación ilícita que lavó dinero proveniente del narcotráfico. Es la primera confirmación judicial de la existencia de la banda, presuntamente liderada por el también procesado Nicolás Di Tullio en sociedad con Salvia, a quien se acusa de haber realizado operaciones de blanqueo en Argentina para el cartel de Juárez.
�Se ha determinado que Angel Salvia integró en calidad de organizador una asociación compuesta por más de tres personas, con fines delictivos y que, sin perjuicio de las múltiples actividades ilegales que desplegaba, tenía como principal el lavado de dinero proveniente del narcotráfico�, escribieron los camaristas Luisa Riva Aramayo y Horacio Vigliani. Llegaron a esa conclusión a partir de varios testimonios, uno de ellos reservado, que indicó que Salvia conocía el origen del dinero. Este �arrepentido� lo acusó de ser testaferro de los narcos mexicanos. En el expediente hay documentos que acreditan la participación del empresario en la operación de compra del campo El Estribo, en 1 millón 500 mil dólares. El casero de esa propiedad atestiguó sobre las facultades de decisión de Salvia en las operatorias de los campos y sobre los negocios inmobiliarios.
El empresario fue detenido el 12 de octubre en los tribunales de Mar del Plata, mientras consultaba un expediente. La investigación comenzó cuando el contador mexicano Jaime Martínez Ayón denunció que el empresario pretendía quedarse con propiedades adquiridas por inversionistas de ese país. El testimonio de Ayón fue decisivo porque hizo un �circunstanciado relato del rol de Salvia en la conducción de la sociedad utilizada para el lavado del dinero�, al igual que el de Jorge Iñíguez, uno de los principales contactos del Cartel de Juárez en Argentina. La resolución indicó que la ilegalidad del origen de los fondos se encuentra acreditada por la información que aportó el jefe de Cancillería de la embajada de México, Jorge Luis Olivares Novales. Para los camaristas también está confirmado �el origen espurio de los fondos� que pasaron del Citibank de Nueva York a la sucursal del MA Bank en las Islas Caimán, y de allí a la casa de cambio Mercado Abierto, de Aldo Ducler, en una cuenta abierta por Di Tullio. Este rematador cobró de allí unos 13 millones y junto a Salvia los invirtieron en la compra de campos y otros inmuebles de la zona de Mar del Plata. Sin embargo, el dinero también ingresó al país por fuera del sistema financiero, en valijas o pegado al cuerpo de eventuales correos.
Di Tullio también está procesado. Durante su indagatoria acusó a Salvia y aseguró que hicieron operaciones a través del Banco General de Negocios.
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