Si un grupo de asaltantes revuelve durante tres horas oficinas públicas ubicadas a metros del Congreso de la Nación y carga en un vehículo computadoras y otros aparatos, en plena madrugada, seguramente no se trata de un robo común y corriente. Fue lo que ocurrió ayer en las oficinas del Conicet, donde al menos tres desconocidos ingresaron a la presidencia del organismo y abrieron una caja fuerte donde se guarda importante documentación, rompieron cajones y ficheros y robaron seis equipos de computación. �Todo indica que lo que buscaban era información y no bienes materiales�, dijeron fuentes vinculadas con la investigación. Hace un mes, un hecho similar se produjo en el Instituto Malbrán, en Barracas, de donde se llevaron computadoras con información sobre compras.
El robo se inició minutos antes de la medianoche. Dos personas se acercaron al edificio de Rivadavia 1917 e intentaron abrir la puerta con una llave pero no lo lograron porque por dentro estaba amarrada con una cadena. Invocando el nombre de un empleado del Conicet, lograron atraer al sereno, un hombre mayor perteneciente a una empresa privada. Entonces lo amenazaron con un arma de fuego y lo obligaron a franquear la entrada. Luego lo ataron y lo ocultaron bajo un escritorio.
Según relató el sereno, único testigo del asalto, luego ingresó una tercera persona que, al parecer, conocía el lugar con detalle. �Lo que llama la atención es que en una caja donde hay más de cien llaves, en la portería, encontraron con facilidad las de la presidencia y de los despachos vecinos�, dijo a
Página/12 el titular del Conicet, Andrés Carrasco.
Los asaltantes recorrieron los cinco pisos que corresponden al Conicet, pero le prestaron especial atención al primero, donde tiene su despacho Carrasco. De allí robaron seis computadoras, con monitores y teclados incluidos, pertenecientes a las secretarias de la presidencia, dos equipos de fax, un teléfono inalámbrico y por lo menos una impresora. Buscaron pero no encontraron la computadora personal de Carrasco, un equipo portátil del que solo se llevaron la funda. Y abrieron la caja fuerte, para lo cual tuvieron que utilizar tres llaves guardadas en un lugar especial. En la caja fuerte se guarda la documentación más importante de la institución, aunque para saber bien qué papeles se llevaron habrá que esperar hasta hoy, cuando se realice el arqueo.
El cuadro que encontraron los funcionarios que llegaron al lugar, ayer por la mañana, era patético: los ladrones habían roto cajones de escritorios y de archivos y había papeles desparramados por el piso. �Es imposible saber qué se llevaron pero todo indica que buscaban información�, dijo el titular el Conicet, después de recorrer el lugar con la secretaria de Ciencia y Técnica, Adriana Puiggrós. Esa conclusión puede extraerse también del robo de las computadoras: no son equipos nuevos y su valor de cambio es casi nulo, a no ser por la información que contengan en sus discos duros. Los ladrones habían intentado robar más equipos, que finalmente dejaron abandonados en una escalera.
�Todo indica que el asalto fue cuidadosamente planificado y ejecutado por personas que conocía los movimientos de la oficina a la perfección�, dijo a este diario una fuente policial. Según el relato del sereno, los ladrones se fueron a eso de las 3 de la madrugada. Se habrían fugado en un Renault Megane que los esperaba en la puerta. Eso sí: antes de irse, cerraron las oficinas con llave.
Carrasco informó ayer que se abrirá �un sumario administrativo interno para determinar, por un lado, cuáles fueron los expedientes robados, y por otro, para determinar si hubo algún empleado que dio información a los ladrones�.
Resulta llamativa la tranquilidad con que trabajaron los asaltantes. �A cien metros del lugar, en Rivadavia y Callao, teníamos un hombre de consigna�, reveló una fuente de la Comisaría 5ª, con jurisdicción en la zona.
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