El croata Goran Ivanisevic demostró que al menos en Wimbledon no existen los imposibles. Cuando ya nadie apostaba por el postergado finalista de 1992, 1994 y 1998 y todos le auguraban una pronta jubilación, contra todo pronóstico ganó el mayor torneo de tenis del mundo. Ivanisevic conquistó ayer el certamen al derrotar al australiano Patrick Rafter por 6�3, 3�6, 6�3, 2�6 y 9�7 en la final y celebró a lo grande la concreción de un sueño que debió postergar tres veces.
Ivanisevic, cuyo carácter explosivo siempre provocó polémica en el pasado, llegó a la 115ª edición del torneo británico de Grand Slam sobre césped por invitación de la organización, precisamente en reconocimiento a su trayectoria en la prueba. �No sé si no es un sueño. Quizás despierte y alguien me diga que otra vez no gané Wimbledon�, dijo el croata antes de mostrar su gratitud. �Quiero agradecer al club por haberme dado un wild card (invitación especial)�, manifestó tras la obtención de su primera victoria en Grand Slam, que le llegó en la etapa final de su carrera. El croata jugó Wimbledon gracias a la invitación, ya que su ranking no le permitía el acceso directo al cuadro principal y se convirtió en el primer invitado en participar de una final y encima ganarla.
El encuentro final con Rafter duró tres horas y tuvo todos los ingredientes dramáticos imaginables. Fue de trámite parejo, como se refleja en el marcador y por momentos más que electrizante. Ambos tenistas disponen de un potente saque, pero fue más efectivo el croata, que marcó 27 aces contra 13 de su rival. El australiano cayó en la última instancia por segunda vez consecutiva; en el 2000 había perdido la final ante el estadounidense Pete Sampras. Ivanisevic había perdido las finales del �94 y del �98 también ante Sampras, y la del �92 frente a Agassi. 
El set final de ayer fue el quinto set más largo en la historia de una final masculina de Wimbledon, eclipsando el 8�6 del sueco Björn Borg y el estadounidense John McEnroe en 1980. El momento decisivo llegó luego de que Ivanisevic quebrara el servicio de Rafter en el decimoquinto juego del set final, conectando una devolución ganadora para 8�7.
Entonces llegó el drama, con el europeo sumando su decimoséptima doble falta en su primer match point y una más en el punto siguiente. La desesperación comenzó a apoderarse de Ivanisevic, que tras una devolución fuera de Rafter vio evaporarse su tercer match point con un globo del australiano. Pero Rafter estrelló una devolución en la red para darle una cuarta posibilidad a Ivanisevic, que esta vez no la desaprovechó: una derecha en la red de Rafter desencadenó la euforia del croata.
�Cuando vi que el partido iba a cinco sets, pensé: �Por favor, no de nuevo, Dios. ¿Qué te he hecho?�. Quería ganar como sea�, reconoció el número 125º del ranking mundial, que ascenderá notablemente en la nueva clasificación.
Ivanisevic �que dedicó su victoria al basquetbolista Drazen Petrovic, muerto en un accidente automovilístico en 1993� cobrará 700 mil dólares, exactamente el doble de su rival de hoy. �Nadie hablaba de mí, pero ahora tengo este trofeo�, dijo el ganador, que resurge del anonimato tras dos temporadas malas en las que se negó repetidamente a operarse de su hombro izquierdo. Por su parte, Rafter comentó: �Fue un gran esfuerzo de Goran. Llegó aquí para probarnos a todos que aún puede jugar un gran tenis�, y añadió: �Alguien tenía que perder, y fui yo de nuevo. Fue uno de esos partidos que podría haber ganado cualquiera�.

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