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EL MUSEO CASTAGNINO Y UNA NUEVA GALERIA
El arte rosarino hace bis

A pesar de la crisis, los artistas 
plásticos de Rosario tienen dos buenos 
aliados: el Museo y una nueva galería.


Uno de los cuadros de Marcelo Villegas.


�Cadena de pollos�, 1997, de Nicola Costantino.

Por Fabián Lebenglik
Desde Rosario

El Museo Castagnino, que depende de la Municipalidad de Rosario, es uno de los más importantes del país porque tiene un enorme patrimonio de alrededor de 2700 obras especialmente representativas del período que va desde el último tercio del siglo XIX hasta mediados del siglo XX.
Pero desde hace un año y medio, cuando el secretario de Cultura, Marcelo Romeu, puso en funciones al nuevo director, el crítico de arte, docente universitario y curador Fernando Farina, el Museo Castagnino comenzó a tener un perfil más completo, en el que se ha venido combinando equilibradamente la mirada histórica, la moderna y la perspectiva más contemporánea.
Junto con muestras patrimoniales, históricas y monográficas, como la completa exposición de Fernando Fader que se exhibe en estos días bajo la polémica batuta de Ignacio Gutiérrez Zaldívar �y para la que el propio Museo Castagnino aporta cuadros cruciales en la producción del gran pintor�, Farina comenzó a formar una colección de arte contemporáneo de producción local. Esta incorporación era una necesidad, dada la ausencia de una política de compras. Ahora se viene a compensar en parte la carencia, comenzando por el presente más cercano: 28 de los mejores artistas que esta ciudad ha dado al país durante los años recientes. 
En este sentido, la actual gestión del Museo amplió significativamente el patrimonio en base a una donación que se logró por la generosidad de los artistas y el asesoramiento de un comité de expertos.
Más allá de la solidez patrimonial histórica, el Castagnino tenía un vacío que ahora comienza a subsanarse. Hasta el momento el ingreso de nuevas obras se reducía a las incorporadas por los salones anuales (con premios adquisición) y a esporádicas donaciones particulares. Sin embargo se sabe que los mejores museos no se hacen con donaciones sino con políticas de adquisición.
Otra de las muestras fuertes que se presentan en estos días (hasta el 15) es una muy buena antológica de Nicola Costantino, artista rosarina de intensa carrera internacional.
La muestra recorre algunos de los puntos salientes de su producción de los últimos cuatro años. Se abre con la impactante Cadena de pollos (1997) �(ver foto) realizada por la artista con motivo de su participación en el último premio Braque�. En el cierre hay un nuevo sobresalto para el espectador: un friso de 11 metros en el que una suerte de tuberías curvas discontinuas excavadas en la pared, están saturadas de cadáveres de nonatos (siempre se trata de calcos de siliconas) de distintas clases de ganados. 
Ambas obras (entre otras de las que integran la antología) remiten a la compactación, acumulación y atascamiento del consumo y la ingestión. Entre la violencia y el diseño, el impacto visual de la obra de Costantino se ha vuelto clave en varios de los escenarios mundiales del arte internacional contemporáneo.
Finalmente, también se exhibe en el museo una muestra de otro joven artista de esta ciudad: Cachi Verona. Un amplio conjunto de objetos y gráfica, de impecable realización, que se coloca en la tradición de artistas como Pablo Suárez. Distintos personajes que lucen salidos del mundo de la historieta, pasan por sucesivas transformaciones, hipertrofias, combinaciones y síntesis, generalmente contextualizados en escenas de pesadilla que en conjunto funcionan como crítica disparatada y al mismo tiempo corrosiva de las rutinas y condicionamientos que imponen los usos sociales e individuales de la vida cotidiana. 

Arte Bis
Rosario no es ajena al agobiante desierto económico argentino y por esta causa no había prácticamente ningún lugar privado que funcionara como generador de propuestas, exposiciones y laboratorio de arte contemporáneo. Es evidente que un museo de las características del Castagnino no puede hacerse cargo de la totalidad del espectro artístico.
Felizmente, y a pesar de la crisis, en la primavera del año pasado surgió un nuevo espacio privado, la galería Bis, por iniciativa de la arquitecta Andrea Begino.
La galería Bis está ubicada en el 153 de la calle Callao, en el viejo barrio de Pichincha, una suerte de San Telmo rosarino.
Pichincha se formó en los alrededores de la estación ferroviaria, donde a principios de siglo había prostíbulos, peringundines, conventillos, tanguerías y cabarets.
Tras una larga decadencia, el barrio quedó abandonado y pasó a ser la zona más peligrosa de la ciudad. Pero desde hace una década, a partir del nuevo plan de urbanización que reincorporó el río al paisaje de la ciudad, las sucesivas intendencias fueron arreglando las avenidas paralelas al río y a las vías ferroviarias, reciclaron la estación de trenes, lograron terminar el bello Parque España y remodelaron los paseos de la zona costanera. 
La ubicación estratégica de Pichincha y su cercanía con el Parque España hizo que en los últimos cinco años se reciclaran viejas casas, de modo que la propiedad comenzó a subir y el barrio pasó a ser de clase media. 
Tal es el contexto de la galería Bis, compuesta de dos locales simétricos y paralelos �en parte esta simetría y duplicación está aludida en el nombre� separados por la entrada a un inmenso galpón en el que funciona un garaje.
La galería recibió el apoyo inicial de los principales artistas jóvenes consagrados �como Andrea Ostera, Claudia del Río, Aurelio García y Román Vitali, entre otros� y críticos �Farina y Claudia Laudanno�, de Rosario. Rápidamente, con buenas exposiciones, talleres, clínicas de obra, conciertos de música contemporánea y con la publicación de una revista de distribución gratuita, se fue transformando en un lugar de referencia para el arte actual de la ciudad. Bis fue declarada �de interés municipal� por el Concejo Deliberante. A este ascenso contribuyó el espacio cedido a las nuevas galerías por la Fundación Arte Ba, que le permitió a la galería participar de la última edición de la Feria Arte Ba, para darse a conocer más ampliamente.
La agenda 2001 de Bis abrió a fines de abril con muestras de Aurelio García (pinturas) y Homs (�cuadernos iluminados�); siguió durante junio con Claudia del Río, Ernesto Ballesteros (quien por estos días está dando una clínica de obra) y Julio T., y en el mes de julio se puede ver una buena muestra de Marcelo Villegas, un joven pintor local que entre varias distinciones ganó el primer premio en el concurso para menores de 30 años que Telecom organizó en 1995.
�Jugando con la ironía y la melancolía �explica Claudia Laudanno (colaboradora habitual de Rosario/12) en el catálogo�, las obras de Villegas mantienen un diálogo con la tradición pictórica moderna de matriz geométrica y racional... Los lienzos que componen la serie monocromática plantean la propagación del cuadro fuera del marco, hacia la superficie del muro.�
Villegas perfora la tela con series de recortes cuadrangulares para �alterar y poner en crisis la monocromía exaltada del color puro �sigue Laudanno�, generando una ruptura del soporte y la superficie�.
La muestra se completa, en la segunda sala, con una breve serie de cuadros hipnóticos, realizados mediante la aplicación de parches sobre la tela blanca. En ambas series la perforación y el parche en la tela remitenineludiblemente, como envés y revés de trama, a los tajos de Lucio Fontana como marca de un rosarino en la historia del arte del siglo XX. 
Bis está abierta a los artistas que quieran presentar sus carpetas y proyectos: www.artebis.com
 - [email protected]

Escultores por la AMIA

En homenaje a las víctimas del atentado a la AMIA, ocurrido en 1994, desde hoy a las 18, hasta el 16 (con excepción del descanso sabático, desde el viernes a las 18 hasta el domingo a las 14), un grupo de escultores trabajará en el Centro Cultural Recoleta (Junín 1930). Tomarán escombros del antiguo edificio y se encargarán de transformarlos en esculturas. Durante esos días, además de los visitantes que se acerquen a ver cómo trabajan, los artistas recibirán la visita de grupos de alumnos de diferentes escuelas con los que dialogarán sobre el sentido de sus obras. Los escultores que realizarán sus obras en esta reconstrucción simbólica y artística de la AMIA son: Claudia Aranovich, Carlos Boccardo, Marcelo Brodsky, Nora Correas, Danilo Danziger, Hernán Dompé, Lydia Galego, Raúl �Pájaro� Gómez, Patricia Hakim, Gyula Kosice, Pablo Larreta, Ricardo Longhini, Edgardo Madanes, Teresa Nachman, Rodolfo Nardi, Beatriz Orozco, Gloria Priotti, Mariana Schapiro y Clorindo Testa.


Inauguran en la semana

Tito Pérez, pinturas, hoy, en Atica, Libertad 1240, planta baja 9.
Raúl Soldi, antología, hoy, en Colección Alvear, Avenida Alvear 1658.
Antoni Tàpies, pinturas y grabados, el jueves 12, en el Centro Borges, Viamonte y San Martín.
Ana Gallardo, Diana Schufer y Mónica van Asperen, �Políticas corporales�, instalaciones; curada por Jorge López Anaya, el jueves 12, en Fundación Klemm, M.T. de Alvear 626.
Andrés Bancalari, artista chaqueño, el jueves 12 de julio, en la Sala Ojo al País que el Fondo de las Artes y la Fundación Antorchas patrocinan en el Centro Borges.
Alfredo de Vincenzo, Anna�Lisa Marjak, Mariano Cornejo, Rosa Farfán, Jorge Garnica, Nora Iniesta, Hencer Molina, Luis Niveiro, Pilar Vigil, Jorge Meijide y Marcela Gásperi, inauguran el viernes 13, en distintas salas del Centro Cultural Recoleta, Junín 1930.

 

 

 

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