La solución no
está en escaparle a la verdad, sino en buscarla en todas sus dimensiones.
La frase del senador Antonio Cafiero se escuchó en el Salón
de los Pasos Perdidos del Congreso y provocó repetidos gestos de
aprobación entre legisladores, abogados y dirigentes sindicales.
La verdad sobre la que insistía Cafiero estaba muy
cerca: a cincuenta metros, dentro del mismo edificio del Parlamento, en
los despachos de algunos miembros de la Cámara alta sospechados
de recibir coimas para aprobar la reforma laboral. La escena sucedió
ayer, cuando un grupo de diputados presentó un documento con casi
300 firmas en el que se reclama el avance de la investigación de
los presuntos sobornos del Senado, cuyo estallido público ocurrió
hace ya un año.
Hasta el esclarecimiento total, dice el texto con reminiscencias
setentistas que se leyó en la conferencia de prensa convocada por
Cafiero y su par frepasista Pedro Del Piero. Luego de leer el documento,
Cafiero explicó que la presentación fue espontánea
y que surgió a partir de las declaraciones que realizó el
juez Gabriel Cavallo el 3 de julio pasado. Ese día, Cavallo afirmó
que el hecho existió, aunque también dijo que
no podía precisar si la coima fue pagada por el Gobierno,
el sector privado o cualquier otro organismo, o si cobró determinado
senador y no otro.
La declaración que fue difundida dice lo siguiente: Los abajo
firmantes, ante la confirmación por parte del juez de la causa
de que realmente existieron sobornadores y sobornados en la sanción
de reforma laboral, expresamos nuestro deseo de que la Justicia avance
hasta el esclarecimiento total de los hechos que han dañado severamente
el prestigio de las instituciones de la República. Luego
de que se difundiera el reclamo, Cafiero y Del Piero respaldaron públicamente
a los fiscales de la causa, Eduardo Freiler y Federico Delgado, sobre
quienes pesa una denuncia penal de la SIDE, que los acusa de revelar información
secreta de la dependencia.
En la conferencia de prensa estuvieron también los diputados Darío
Alessandro, José Vitar (Frepaso), Alicia Castro, Ramón Torres
Molina (Frente para el Cambio), los dirigentes de la CGT rebelde Hugo
Moyano, Juan Manuel Palacios y Julio Piumato, los abogados Ricardo Monner
Sans y Héctor Recalde y la legisladora porteña Liliana Chiernajowsky,
cuya presencia tuvo un alto valor simbólico, por ser la esposa
del ex vicepresidente Carlos Chacho Alvarez, quien presentó
la renuncia tras la negativa del Gobierno de profundizar en la sanción
política del hecho.
El documento, titulado A un año del escándalo,
lleva la firma de casi 300 personalidades, entre las que se encuentran
el ex gobernador bonaerense Eduardo Duhalde, el líder de la CGT
oficial Rodolfo Daer, el cura Luis Farinello, el titular de la Unión
Industrial José Ignacio De Mendiguren, el conductor de radio Alejandro
Dolina y la ex ministra de Desarrollo Social Graciela Fernández
Meijide, entre otros.
Recalde y Castro pidieron que se anule la ley de reforma laboral. Está
hiriendo a los trabajadores y se intensificará en los próximos
días, alertó el abogado de la CGT rebelde, mientras
que la diputada y sindicalista adelantó que en los próximos
días presentará una un proyecto para la derogación
de la ley y un pedido de informes al Ejecutivo para que conteste qué
instrucciones dio a la SIDE, que quiere separar a los fiscales.
OPINION
Por Abel Alexis Latendorf *
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La catástrofe conservadora
El discurso del presidente de la Nación, Fernando de la
Rúa, me provocó una combinación de azoramiento
e indignación.
Azoramiento, porque anunció la perspectiva de una cesación
de pagos como si se tratara de una vicisitud cualquiera para el
país.
Indignación, porque informó que para anular esa posibilidad
perpetrará medidas semejantes a las que nos llevaron a la
presente situación.
Seamos sinceros: la Argentina no da
más. El conservadurismo y el neoliberalismo, luego de 25
años de gobierno económico,
han revelado claramente sus rasgos centrales. Esos rasgos son: aumento
de la ineficiencia,
de la improductividad y del déficit fiscal. Como resultado,
incremento de la miseria, el desempleo y la desprotección
social. El Presidente miente cuando afirma que con un nuevo ajuste
para las provincias y el aparato estatal mejorará la situación
económica nacional.
Todos sabemos que un nuevo ajuste traerá un ajuste más.
Y sabemos que la falta de recursos se originó en las privatizaciones
efectuadas durante el período menemista. Empresas rentables,
que podían soportar el necesario gasto público dirigido
a la salud, la educación y la asistencia, han pasado a manos
privadas con intereses externos.
La Argentina no recuperará su independencia cumpliendo con
los acreedores de una deuda ilegítima. La recuperará
convirtiéndose en Nación.
La vida se está tornando insoportable en la Argentina. Hay
víctimas y hay responsables. Es imprescindible cambiar el
rumbo urgentemente para evitar el hundimiento de nuestro querido
país.
Cambiar el rumbo implica dejar de lado los intereses de banqueros,
acreedores y falsos profetas, y gobernar según las necesidades
y las aspiraciones del pueblo argentino.
* Diputado socialista en la Legislatura de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires.
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