Por Thomas Burmeister
Desde
San Fernando, EE.UU.
Los pacientes de la modesta
consulta en el soleado Valle de San Fernando, cerca de Holly-wood tienen
todos el mismo oficio. Son actores de películas porno. Muchos golpean
a la puerta del médico porque antes del próximo rodaje tienen
que someterse a un test de sida. Otros tienen problemas de abuso de alcohol
o drogas. Y cada vez son más los que quieren información
sobre las consecuencias de consumir demasiado Viagra. Hace tiempo que
las pastillas azules contra la impotencia revolucionaron la industria
pornográfica estadounidense. Aunque eso no se nota en los más
de treinta nuevos videos que los estudios ruedan a la sombra de la gran
fábrica de sueños cada mes, sus efectos se notan a la hora
de hacer balances. Desde que aquí casi todos toman esa cosa,
hasta las películas porno de cinco estrellas se ruedan en poco
tiempo, revela un conocedor del ambiente. Pocos días de rodaje,
costos más bajos, mayores beneficios. Este principio se aplica
en el Valle de San Fernando al igual que en el verdadero negocio cinematográfico.
Hasta que hace tres años el consorcio farmacéutico Pfizer
sacó al mercado este medicamento de ayuda a la erección,
había poco que hacer. El pequeño protagonista
masculino necesitaba sus fases de descanso. Pero hoy el rodaje muchas
veces se interrumpe sólo para retocar el maquillaje, ir al baño
o tomarse un café. Antes rodábamos una o dos escenas
de sexo por día, explicó el actor porno Cheyne Collins,
de 34 años, al diario Los Angeles Times. Hoy hacemos cinco.
Oficialmente, la asociación estadounidense de intérpretes
de películas para adultos no sabe nada del abuso de
Viagra. No pedimos que nadie lo haga, dicen sus dirigentes.
Pero eso no es necesario en Pornywood, donde los sindicatos
tienen poco que decir. Entre 500 y 700 hombres se postulan cada mes para
menos de cien papeles en films pornográficos, estima Jane Hamilton.
El teléfono de aspirantes suena todo el día,
testimonió la directora de la empresa VCA Pictures.
Ya se sabe que en la selección de los actores masculinos se trata
sobre todo de su capacidad de mantener su miembro erecto. Eso lo tienen
claro los pretty boys que con fotos de desnudos y llamados
a los estudios se ofrecen para esos puestos de trabajo. También
eso es un resultado de la presión en nuestra sociedad, considera
la feminista y autora de libros sobre el tema, Susan Faludi. Las
personas se ven como producto que se puede mejorar con químicos
para su comercialización. Eso a pesar de que en los papeles
masculinos en películas porno puede ganarse mucho menos que en
los femeninos. Los milagros siliconados con nombres de artista como Busty
Dusty se hicieron ricos porque en el negocio de los videos se trata sobre
todo de estimular, a una mayoría de los consumidores, que son los
hombres. El Viagra sería a los porno star lo que las siliconas
fue a las porno star.
Los hombres, como actores, no son considerados tan importantes en el negocio
porno, salvo por los primeros planos de sus miembros. Los novatos intentan
muchas veces por sólo 500 dólares por película conseguir
al menos cinco o seis papeles al mes. Para resistir ese ritmo, hombres
completamente sanos tragan muchas veces hasta cien miligramos de Viagra
por día, como relatan los afectados, el doble de la dosis recomendada
en casos de verdaderos problemas de erección, en general en gente
que duplica o triplica la edad de estos aspirantes a la módica
fama que otorgan las porno a sus mejores intérpretes. Los médicos
y también Pfizer advierten de las consecuencias imprevisibles de
ingerir este medicamento sin necesidad médica y en
dosis tan elevadas.
MAÑANA,
UNA CUMBRE DE FUEYES EN EL SAN MARTIN
Llegó el Día del Bandoneón
Una serie de estrellas del instrumento,
entre ellas Leopoldo Federico, Néstor Marconi, Daniel Binelli,
Julio Pane y Pablo Mainetti, participarán mañana de un recital
titulado Cumbre de fueyes (memoria y presente del bandoneón),
en la sala AB del Centro Cultural San Martín. Esta reunión
cumbre, auspiciada por la Asociación Gardeliana Argentina, será
el festejo central del Día del Bandoneón, que se conmemora
desde 1990. La fecha opera también como un recordatorio del nacimiento
de Aníbal Troilo, conocido por el apodo de el bandoneón
mayor de Buenos Aires. La celebración del día del
instrumento clave del tango incluye también un homenaje a su primera
intérprete femenina, la legendaria Paquita Bernardo, que tiene
plazoleta propia (en Carlos Pellegrini entre Sarmiento y Roque Sáenz
Peña). Allí, habrá un acto mañana a las 11.30,
en que se inaugurará una plaqueta conmemorativa.
El cronograma de actividades marca que hoy a las 18.30 se realizará
también una mesa redonda sobre el tema La mujer en el tango
y un recital en la Bodeguita del Café Tortoni, Avenida de Mayo
829. De la charla participarán Fernanda Gil Lozano, Mónica
Maffia, Ana Sebastián, la bandoneonista Eleonora Ferreyra, el guitarrista
Germán Martínez y la pianista y cantante Sonia Ursini. El
acto central, que se iniciará a las 20.30 con entrada libre y gratuita
en la sala AB del Centro Cultural San Martín, Sarmiento
1551, incluye además de a Federico, Binelli, Marconi, Pane y Mainetti
a varios otros músicos importantes del género, como Osvaldo
Montes, Gabriel Rivano, Carlos Corrales y Antonio Príncipe.
Los festejos del día del instrumento de origen alemán que
en el mundo entero identifica al tango, y por extensión a la Argentina,
han sido organizados conjuntamente por la Subsecretaría de Patrimonio
Cultural de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad,
a través de la Comisión para la Preservación del
Patrimonio Histórico Cultural y la Comisión de Cultura de
la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
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