Responsable de éxitos
impresionantes como La Bella y la Bestia y El Rey León, el productor
Don Hahn cree que Atlantis: El Imperio Perdido, que se estrena mañana
en la Argentina, podría inaugurar una nueva era en la historia
de los Estudios Disney. Si bien el film se propone entretener, también
posee un mensaje relacionado con la tradición y el legado de nuestros
antepasados, por lo cual va más allá del público
infantil, sostiene. Esta nueva película de Disney, en la
que se combinaron los recursos de animación digital modernos con
otros más clásicos y manuales, evoca la mítica historia
de la Atlántida, una ciudad fantástica, desbordante de riquezas
y esplendor que habría sido tragada miles de años atrás
por las aguas del océano Atlántico.
Hahn y los directores Gary Trousdale y Kirk Wise situaron a Atlantis...
a principios del siglo XX, varios miles de años después
del desastre. Un joven idealista y soñador llamado Milo Thatch
cuya voz pertenece al actor Michael Fox emprende una costosa
expedición para encontrar sus ruinas. Es, de algún modo,
una parábola de la realidad actual de Disney, que intenta retomar
el viejo esplendor perdido. Queríamos hacer una película
para un público infantil, pero me parece que ésta es una
película que incluso podría aumentar ese segmento de público
de manera que los chicos lleven a sus hermanos mayores y que ellos tampoco
se aburran. Se trata, en definitiva, de una película para toda
la familia, señaló el productor, que se inició
en Disney en 1976.
Además de las voces de Michael Fox, James Garner y Leonard Nimoy,
la película cuenta con innovadores efectos de sonido de Gary Rydstrom,
diseñador y mezclador siete veces ganador del Oscar, y una partitura
del compositor James Newton Howard. Hahn señala que eligieron el
tema para la película a partir de una afinidad con la mitología:
Así surgió lo de la Atlántida, que es algo
sobre lo cual escribió Platón, de lo que se ha hablado desde
hace ya tres mil años. En todo el mundo existe el concepto de una
gran civilización del pasado que se perdió, y que realmente
constituía un tema muy bueno para la película, añadió.
Hicimos una investigación por Internet, no solamente en cuanto
al trasfondo académico y arquitectónico, sino también
en relación a esas teorías de cosas rebuscadas y extrañas
en cuanto a la historia y al origen de la Atlántida.
Algunas de las fuentes en las que Hahn y sus colaboradores abrevaron son
películas como 20 mil leguas de viaje submarino y Los cazadores
del arca perdida y libros como Viaje al centro de la Tierra, de Julio
Verne. Hahn define a su película como un híbrido,
una cruza, porque utiliza las técnicas tradicionales del dibujo
a mano con las tecnologías de avanzada de diseño computarizado.
Nos parece que la computadora es una herramienta más para el artista,
como otro pincel u otro lápiz.
LOS
PROXIMOS PROYECTOS DE UN GIGANTE EN CRISIS
¿Shakespeare ayudará a Walt?
Al mismo tiempo que sigue lanzando
productos para niños, y para toda la familia, la compañía
Walt Disney pasa desde hace algunos meses por una de sus crisis financieras
más difíciles, que incluyó el despido y el retiro
voluntario de al menos 4000 trabajadores y la reciente renuncia aunque
por motivos personales de su presidente de operaciones, Peter Schneider.
El plan de la compañía, anunciado oficialmente en junio
pasado, consiste en reducir el staff en los estudios de animación
de 1.846 trabajadores con que cuenta en la actualidad a 1.368 a finales
de 2003. Hahn señala que la empresa maneja diversas variantes para
filmar a futuro, independientemente de cómo le vaya a Atlantis:
Estamos trabajando en otros proyectos, y estoy leyendo mucho de
Shakespeare y cuentos de Hans Christian Andersen, como para determinar
cuál va a ser la próxima historia que filmemos. Además,
Disney relanzará en enero de 2002 La bella y la bestia, pero en
un nuevo formato. Según el productor, tenemos un cronograma
de una película para las vacaciones de verano (boreal) y otra para
Navidad para los próximos cuatro años, entre ellas Monsters
Inc, El planeta del tesoro (basada en La isla del tesoro, de Robert Louis
Stevenson) y Sudor y balas, un film de cowboys.
Todo esto en un momento en que la Disney busca remontar su difícil
situación, después de haber visto decaer su liderazgo por
el éxito de sus competidores más directos, como la compañía
DreamWorks, que lleva recaudados más de 160 millones de dólares
con Shrek. El caso de DreamWorks con Shrek ha sido un buen ejemplo
de una película muy exitosa, pero con otras no han tenido tanto
éxito y esto lo podemos decir también con respecto a otros
grandes estudios, que empezaron a trabajar en el rubro de la animación
y después tuvieron que salirse, dijo Hahn, para quien el
rubro que maneja es muy competitivo, pero también muy costoso
y que insume mucho tiempo. Y añadió en tono de broma:
Aunque con respecto a la competencia, nos gustaría estar
completamente solos en el mercado. Hahn empezó su carrera
profesional en Disney en 1976 y ahora es considerado como uno de los responsables
del denominado renacimiento de la animación en la compañía
a partir de la década del 90, gracias a films como La Bella
y la Bestia (1991) y El Rey León (1994).
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