Por Felipe Yapur
No tienen una propuesta alternativa
a la crisis económica que atraviesa el gobierno de Fernando de
la Rúa. Están dispuestos a no generar ningún conflicto
que pueda derivar en un definitivo fracaso de la administración
aliancista. Pero en caso de que se produzca quieren estar preparados.
Al menos ésta era la razón que esgrimían operadores
para justificar la posible reunión que se realizaría hoy
entre los gobernadores José Manuel de la Sota, Carlos Ruckauf,
Carlos Reutemann y el ex mandatario bonaerense Eduardo Duhalde. Hay
inquietud política por la debilidad manifiesta del Gobierno y sus
posibles consecuencias, coincidieron fuentes cercanas a los mandatarios.
El encuentro todavía no tiene hora ni lugar definido. Anoche se
ajustaban los detalles. El único punto de análisis sería
la situación política y un probable retiro anticipado de
la Alianza del gobierno. Esto tiene muy preocupado a los gobernadores,
reconoció un dirigente de la provincia de Buenos Aires.
Según la fuente, el análisis del posible encuentro se limitará
exclusivamente a lo político porque no hay margen para el
rechazo a las medidas económicas. El operador agregó
que un rechazo o una medida que genere más confrontación
puede convertirse en un empujón al abismo. Y nosotros no queremos
ser los responsables de esa caída porque ellos se están
cayendo solos, indicó, tras lo que especuló con un
dato más: En un posible escenario de elecciones adelantadas,
el PJ seguramente tomará la posta y hay que estar preparado para
este caso, dijo.
Al parecer los bonaerenses quieren llegar al probable encuentro con una
propuesta o al menos con un discurso unificado. Anoche el propio Duhalde
confirmaba que se encontrará con Ruckauf hoy a las 8.30 junto a
colaboradores para evaluar los anuncios. El candidato a senador tiene
en su poder una copia de los nuevas medidas aunque sin los porcentajes
de descuento que se aplicará a los salarios, jubilaciones y pensiones.
Esa no será la única reunión. También hoy,
a las 11, el bloque de senadores del PJ se encontrarán para analizar
las nuevas medidas económicas y para coordinar con los gobernadores
los pasos a seguir.
En el resto de los mandatarios del PJ tampoco hay ánimo de rechazo
a las medidas. Y al igual que en el caso de los gobernadores de las provincias
grandes, no lo repudian porque no pueden, aunque se atreven a poner una
condición como los anteriores: lo harán siempre y cuando
el ajuste no derive en despidos ni rebajas de salarios.
Algo de esto escuchó ayer Chrystian Colombo, quien se comunicó
con la mayoría de los mandatarios justicialistas. Por caso, cuando
el jujeño Eduardo Fellner se encontró con el jefe de Gabinete,
buscó ser lo más crudo posible: Ustedes nos piden
que ajustemos, nosotros tenemos una Legislatura unicameral, por lo tanto
no tenemos el espacio necesario para reducir en el gasto político
el porcentaje que ustedes piden, dijo. Ante un inmutable funcionario,
el jujeño atacó por el lado de los bonos que el gobierno
nacional pretende que emitan las provincias: Jujuy tiene experiencia
con los bonos. Los comercios los cotizaban al 20 por ciento menos y rompían
de esta manera la cadena de pagos. Fellner fue un poco más
allá. Le recordó que la provincia siempre apoyó al
Gobierno pero le advirtió que en esta oportunidad no puedo
achicar lo que me piden porque tengo que cumplir con la tregua social
que hay en la provincia y no despediré gente. Colombo le
agradeció la sinceridad, pero le dijo que no hay excepciones.
Este ejemplo se repitió en varias oportunidades. Pero al final
todos coinciden en lo mismo: Nos quejaremos pero igual habrá
que ajustar. El otro punto en que la mayoría coincide es
en la debilidad política interna del Gobierno. Sostienen
que por un lado, De la Rúa a través del ministro Domingo
Cavallo presiona a las provincias para que realicen el ajuste pero hacia
adentro de la coalición tienen un conflicto que nopueden resolver.
El ejemplo más claro son las declaraciones de (Raúl)
Alfonsín (Leopoldo) Moreau, (Federico) Storani y hasta (Elisa)
Carrió que se oponen a las medidas de Cavallo, argumentan.
SENADORES
CONTRA EL PEDIDO DE INVESTIGACION
Que las coimas se olviden
El bloque de senadores justicialistas
repudió la convocatoria que hicieron el martes legisladores, dirigentes,
sindicalistas y empresarios para pedir el esclarecimiento del escándalo
de los sobornos en el Senado. Es un nuevo intento de politizar la
Justicia, desestabilizar las instituciones y debilitar aún más
al gobierno nacional, expresaron 22 de los 33 senadores que integran
el bloque mayoritario de la Cámara alta para ocultar con ese argumento
su deseo de enterrar la investigación por los sobornos que, se
sospecha, aceptaron varios de ellos mismos. Y se quejaron de que hubo
personalidades mencionadas como participantes que, en realidad, no asistieron.
Una de ellas fue Rodolfo Daer, que se preocupó en salir a aclarar
que ningún miembro de la CGT oficial firmó el
documento pro esclarecimiento del caso de las coimas.
Daer adoptó tal posición oponerse a que se esclarezca
un hecho emblemático de corrupción en una carta enviada
al senador Alberto Tell. Nunca estuvimos ni estaremos impulsando
iniciativas que faciliten la destrucción del Partido Justicialista,
como así también compartiendo acciones con los enemigos
ideológicos y filosóficos del partido, del cual todos somos
militantes, soportando a lo largo de la historia las tremendas barbaries
que ya conocemos, escribió el gremialista.
Entre los participantes de la reunión de ayer se encontraban Augusto
Alasino, Ramón Ortega, Eduardo Bauzá, Remo Costanzo, Ricardo
Branda, Alberto Tell y Angel Pardo, todos ellos involucrados en la causa
que instruye la justicia federal. Durante una conferencia de prensa que
dieron en el Salón de Lectura, el jefe de la bancada, José
Luis Gioja, fue el encargado de leer los ocho párrafos del comunicado
titulado Mientras nosotros pensamos en el país, otros presionan
a la Justicia. Los senadores presentes se mostraron muy molestos
por la convocatoria de sus pares, a un año del inicio de las investigaciones
sobre el caso y manifestaron que el 95 por ciento de los nombres
que aparecen en el listado de los que convocaron al acto en realidad reconocieron
que no fueron participes de la iniciativa.
El comunicado dice que la convocatoria impulsada por los senadores
Antonio Cafiero y Pedro Del Piero, de la que participaron unos 300 representantes
políticos, empresarios y sindicales constituyó
un indisimulado intento de presionar a los jueces por parte de quienes
recurren a esa reiteración mediática de denuncias que no
tuvieron correlato probatorio alguno en la causa.
A posteriori, los senadores Tell, Alasino y Costanzo cruzaron unas palabras
fuertes con Norberto Di Próspero, Ricardo Sablich y algunos de
sus colaboradores del sindicato legislativo. Los senadores acusaron a
los gremialistas de haber participado del acto de anteayer. Uno de los
hombres de Sablich tomó del cuello a Tell y debió ser separado
por Costanzo, mientras Alasino huía rápidamente de la escena
escaleras abajo.
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