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¿Podrá el Gobierno de Fernando de
la Rúa sostener un nuevo ajuste?

Analistas, políticos, economistas y sindicalistas analizaron ante Página/12 el margen de maniobra del Gobierno para practicar un nuevo recorte fiscal después del fracaso de López Murphy.

El ex ministro de Economía, Ricardo López Murphy, anunció un ajuste inviable políticamente.

¿Podrá sostener el Gobierno un nuevo ajuste, a cuatro meses del fallido tijeretazo que intentó Ricardo López Murphy? ¿Qué futuro tiene la administración encabezada por Fernando de la Rúa, ante el aumento de las tensiones sociales que generarán las medidas lanzadas ayer? Página/12 sondeó a analistas, políticos, periodistas y economistas sobre estos interrogantes. Hay respuestas de todo tipo, desde quienes responsabilizan a los partidos de la Alianza por la frágil situación del Gobierno, hasta quienes evalúan el paquete de ayer como la última carta que conserva el tándem De la Rúa-Cavallo para no abandonar el barco.
“La administración de De la Rúa se encuentra ante el dilema de satisfacer el reclamo de los mercados con un nuevo ajuste, o ceder a las presiones de su propia coalición, que van en sentido contrario. El riesgo país no le permitirá seguir postergando la opción. No hay situación buena: tendrá que elegir el mal menor”, dice Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para una Nueva Mayoría. “Pero en las actuales condiciones, De la Rúa preservará a Cavallo, porque hoy por hoy el riesgo de default es más peligroso que la conflictividad social que provenga del ajuste”, se juega Fraga.
Pero no todos comparten esa idea. Rodolfo Daer, secretario general de la CGT oficial, afirmó que “el Gobierno anunció el séptimo ajuste, y en lugar de reconocer que se agotó un modelo económico, que nunca va a existir equilibrio fiscal si no hay actividad económica, las medidas que estamos conociendo profundizan la depresión”. Desde la izquierda, previsiblemente el ajuste generó un rechazo inmediato. “Lo que hay que hacer acá es un paro general, la dirigencia sindical tradicional debe dejar de darle aire y tregua a este Gobierno, y combatir este nuevo ajuste”, indicó Vilma Ripoll, legisladora porteña de Izquierda Unida.
Muchos equiparan al nuevo ajuste con aquel efímero plan de López Murphy, a principios de año, cuyo fracaso llevó al ingreso del propio Cavallo al Gobierno. “Este ajuste es como si volviera López Murphy. Es la política del ajuste permanente. El recorte debe hacerse sobre los pagos de la deuda, no a los estatales, al PAMI, a los desocupados, a Aerolíneas”, señaló Ripoll. En tanto, desde el lado académico, el politólogo Franco Castiglioni también equiparó este plan con el de LM. “Parece una vuelta a ese plan, ¿no? E inclusive con un perfil más duro. Pero es una medida que se podía esperar de este Gobierno. Lo que pasa es que De la Rúa la anuncia 19 meses después de asumir al poder, cuando tiene una autoridad política y una base de apoyo que se ha diluido”.
“Lo que hace el Gobierno es una claudicación lisa y llana a los principios de solidaridad y equidad. Estas políticas que se proponen son políticas que sólo pueden aplicarse con dictaduras”, disparó Daer. “Acá, mientras no se modifiquen situaciones básicas sobre un modelo económico y social, a cada ajuste seguirá otro, y cada uno será más cercano a otro en el tiempo, y permanecen intangibles los que se han beneficiado con todo este tipo de políticas”, aseguró Eduardo Macaluse, diputado recientemente integrado a Argentinos por una República de Iguales (ARI).
En cuanto al respaldo político con el que pueda contar el Gobierno para sacar adelante las medidas, no hay coincidencia. Daer afirmó que “el Gobierno no tiene ningún tipo de apoyo”, y agregó que “la conducción política del Gobierno está superada por la crisis, pese a que la gente votó a una Alianza para que ejerza el poder”. Sin embargo, el encuestador Manuel Mora y Araujo consideró que “tiene plafond para un nuevo ajuste, en la sociedad sí lo tiene. El problema lo tiene en la dirigencia política de su propia alianza. El gobierno no se ha sentido nunca seguro para avanzar por encima de su propio partido”. Por su lado, Luis Majul eligió subrayar que hay “un presidente débil, que es evidente que no toma decisiones cuando tiene que hacerlo, que conduce mal y tarde, y que pierde base de sustentación a pasos agigantados”.
Si se trata de las opciones al plan de ajuste, Fraga afirmó que “el problema que se le plantea a quienes se oponen al ajuste en la falta de unprograma alternativo creíble”. Su colega Mora y Araujo, en esa línea, dijo que “el Gobierno ha intentado ajustes a medias, y no le ha salido bien. Ahora no tiene mucha alternativa. Ajuste o desastre”.
No todos piensan así. “Este tipo de medidas sólo pueden llevarse a cabo con un formato institucional más autoritario, en línea con lo que pidió Eduardo Escasany (presidente de la Asociación de Bancos Argentinos) hace unos días. No se plantean medidas redistributivas”, dijo el economista Claudio Lozano. Por su parte, Daer evaluó que el Gobierno “sacará el país adelante, con un modelo industrialista, no un modelo fiscalista, que trae al agotamiento de todos los sectores de la sociedad”.
El futuro de toda esta situación es la gran incógnita: “el Gobierno se irá acercando a los gobernadores peronistas, más que en su partido”, apuesta Fraga. En otra línea, Mora y Araujo cree que, dadas las circunstancias, si De la Rúa toma la decisión de seguir adelante más allá de la opinión de la Alianza, “la coalición estará obligada a seguirlo”. Pese a los anuncios, Daer no rompió lanzas definitivamente con el Ejecutivo. “Reafirmamos la voluntad de construcción de un acuerdo político, pero con un cambio de rumbo económico y con otro elenco de ministros”, planteó Daer.
Otro aspecto caliente es la estabilidad gubernamental, ante un nuevo ajuste en menos de dos años de gestión. “No creo que caiga De la Rúa, más que nada porque puede arrastrar a otras economías regionales, y por eso no creo que lo dejen derrumbarse”, señala Castiglioni. En tanto, Mora y Araujo reconoció que el paquete de ayer “es la última carta de esta gestión”. Otros, como Majul, consideraron que hasta da “miedo” pensar en elecciones anticipadas “en las actuales condiciones”. Nadie se atreve a asegurar qué puede suceder en los próximos meses (o días), porque, como dijo Lozano, “los escenarios en Argentina cambian todo el tiempo”. Por lo pronto, la dinámica de la crisis promete tiempos más que inquietantes.

 

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