La causa contra Pinochet vive
sus últimas esperanzas. Estamos estudiando dos recursos:
uno de queja y otro de casación, anunció la abogada
Carmen Hertz, miembro del equipo jurídico que impulsó el
juicio contra el ex dictador chileno por la causa de la Caravana
de la Muerte. Ambos recursos responden a una rápida contraofensiva
judicial aunque de dudoso éxito que intenta anular
el que significó para el dictador el controvertido fallo de demencia
moderada por el que fue sobreseído el lunes, después
de una intensa campaña de su familia y sus abogados que, como parte
de la estrategia, promovieron rumores sobre su muerte. Como forma de apaciguar
los ánimos y para no poner en duda los argumentos de la defensa,
el portavoz de la familia Pinochet, el general retirado Guillermo Garín,
destacó que el desaforado senador vitalicio no volverá al
Parlamento chileno debido a que su condición de salud es delicada
e irreversible. Garín, sin embargo, se negó a hablar
de locura, término al que calificó como un puro
artilugio de la oposición. El hijo del militar Marco Antonio
Pinochet también se despachó públicamente para
aclarar que no todo es color de rosa para el golpista y sus adláteres.
Y evaluó: Este período fue agotador para toda la familia.
Hemos pagado un costo muy alto.
El recurso de queja, que sería presentado hoy ante la Corte Suprema,
cuestiona a dos de los jueces de la Sexta Sala Amanda Valdovinos
y Cornelio Villarroel que votaron en favor de la suspensión
del proceso pese a que las investigaciones sobre los crímenes aún
no han concluido. Por otra parte, a través del recurso de casación,
se solicitará la revisión del dictamen. Es un recurso
de casación en la forma, porque hay vicios en el fallo, argumentó
Hertz. Sin embargo, las especulaciones en los ámbitos judiciales
consideran improbable que la Corte Suprema acepte ambos recursos. Pero
hay, aún, algo a favor: las acusaciones fueron avaladas por el
defensor público, Alex Carocca, que puso en duda la validez constitucional
del sobreseimiento debido a que el nuevo Código Procesal Penal
que considera la demencia subcortical de Pinochet como
causa de impedimento para una defensa personal entrará en
funciones en etapas paulatinas y este año sólo rige en dos
de las 13 regiones del país, por lo que sus normas no pueden aplicarse
en la Región Metropolitana de Santiago, como lo hizo la Corte.
Consideramos que esa aplicación se aparta de la Constitución,
sintetizó el defensor público, al sugerir que los jueces
de la Corte se excedieron en sus atribuciones. Mientras tanto,
el juez Guzmán Tapia seguirá investigando el episodio de
la Caravana de la Muerte, aun cuando trascendió que
se dispone a abandonar la mayoría de las casi 260 querellas que
tiene en sus manos y que apuntan al general Pinochet tras el fallo de
sobreseimiento temporal. Isabel Allende, hija del ex presidente
Salvador Allende y actual diputada por el Partido Socialista, consideró
el fallo como un verdadero retroceso y declaró que
lamenta saber que en Chile hay una justicia especial para Pinochet.
Las declaraciones del vocero pinochetista, Garín, sobre la incapacidad
del militar de volver al Senado por cuanto su salud se lo impide,
desataron una seguidilla de argumentos encontrados. La Comisión
de Constitución de la Cámara alta determinó que es
el Tribunal Constitucional (TC) el único órgano que puede
marginar a Pinochet del Senado. En su nombre habló el presidente
de la comisión, el senador de la derechista Renovación Nacional
(RN), Sergio Diez. Acto seguido, salió al ataque el presidente
del Senado, Andrés Zaldívar, quien sostuvo que el fallo
de sobreseer temporalmente por demencia a Pinochet lo inhabilita para
seguir ejerciendo como parlamentario. Zaldívar dio a entender que
se trata de una obviedad: Preliminar e inicial, no puede ser senador
alguien que ha sido declarado loco o demente. Garín, además,
desmintió la acusación de la parte querellante de que el
empeoramiento en la salud del dictador durante el fin de semana haya sido
una estrategia de su defensa para conseguir un dictamen favorable. Esto
también causó revuelo y el médico familiar de Pinochet
se vio obligado a declarar que Pinochet no escapa a la suerte decualquier
mortal y que, por lo tanto, uno de estos días se va a morir
y ése será el gran tapabocas. Con esta locuaz afirmación,
Ferrer quiso contestar al médico Luis Fornazari asesor de
los abogados acusadores, quien criticó lo que se popularizó
como el dementazo.
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