Por Javier Lorca
Plantados con la guardia bien
arriba, rectores, docentes y estudiantes universitarios temen que los
ajustes anunciados ayer por el Ministerio de Economía impliquen
un recorte del presupuesto educativo. Además, el retraso en la
ejecución real de las partidas ya desató el rumor de que
el año se cerrará con una nueva deuda del Estado para con
el sector y que las 37 universidades nacionales no recibirán los
1800 millones de pesos presupuestados.
En conjunto, los rectores del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN)
manifestaron su preocupación frente a la posibilidad de que
nuevamente se afecte a un área estratégica para el desarrollo
del país, donde la inversión estatal, lejos de descender,
debería ser aumentada... La educación y la generación
de conocimientos deben estar como nunca en el centro de atención
de los gobernantes, y no ser la variable del ajuste. Hoy, los rectores
irán al Congreso para intentar que los diputados no reduzcan el
presupuesto.
Pese a que no se anunció oficialmente y a que el Ministerio de
Educación lo desmintió, ayer circulaban rumores acerca de
un virtual ajuste sobre las partidas universitarias. Algunos están
hablando de un recorte del 10 por ciento, serían unos 180 millones,
comentó un operador político de una de la grandes universidades
del país. Pero el problema no es sólo eso. También
están las deudas acumuladas de los últimos años siguió.
Y no podemos más. Apenas estamos pagando sueldos. Si recortan algo,
vamos a un paro encabezado por los rectores. Ya empezamos a prepararlo,
por si acaso.
También los docentes salieron a plantar sus advertencias. Si
se toca a los fondos del Ministerio de Educación, automáticamente
se convocará a un paro general de todas las universidades,
avisó Anahí Fernández, titular de la Conadu, que
ya se encuentra estado de alerta y movilización. El otro sindicato
docente, la Conadu Histórica, anunció que se
reunirá mañana para impedir que el nuevo ajuste nacional
afecte al presupuesto universitario, según dijo el secretario
general del gremio, José Luis Molina. Queremos poner en claro
que la situación económica y financiera del sistema universitario
se encuentra en gravísimo estado, agregó.
La Federación Universitaria Argentina (FUA) marcó un
rechazo general a la lógica del ajuste permanente como única
salida a la crisis. Está claro que en el Gobierno hay
un debate sobre si se ajusta o no a la universidad. Y parece que esto
sólo depende de cuánto aprieten los mercados, señaló
Manuel Terrádez, presidente de la FUA.
Desde el Ministerio de Educación, se buscó transmitir tranquilidad
a los universitarios y frenar la embestida de rumores. El recorte
que vamos a hacer es netamente burocrático y administrativo. Ni
el presupuesto universitario, ni el Fondo de Incentivo Docente se van
tocar, aseguró un vocero de la cartera.
Además del temido recorte, a los universitarios también
los acecha lo que ocurrió al final de los dos últimos años,
cuando no se ejecutaron todas las partidas previstas y hubo, de facto,
recortes. Al 30 de junio, el Ministerio de Educación asignó
a las universidades el 49,32 por ciento del presupuesto, unos 847 millones.
Pero hay que tener en cuenta que de acuerdo con su planificación
financiera, según sus necesidades, las universidades habían
solicitado para esa fecha el 51 por ciento del presupuesto, explicó
el rector de la Universidad Nacional de Villa María, contador Carlos
Domínguez. A la fecha, la de las universidades es una de
las ejecuciones más altas que tiene la nación, se
aclaró desde Educación. No obstante, el rector Domínguez
alertó: Otra cuestión es cuánto ha sido pagado
efectivamente por la Tesorería General a las universidades, que
está en el orden del 95,67 por ciento de lo asignado, es decir,
unos 811 millones. El atraso real sería, entonces, de unos
36 millones.
Para
el tiempo libre... (si queda)
|
Música. El sábado, a las 18, la Orquesta Sinfónica
de San Martín tocará en Derecho, Figueroa Alcorta 2263.
Y el domingo, a las 20, la Banda Sinfónica de Filosofía
y Letras lo hará en la Casa de la Cultura de Almirante Brown,
Esteban Adrogué 1224.
Becas. La UCES ofrece becas para cursar Abogacía, Marketing,
Comercio Exterior, Periodismo y otras carreras. Informes: 4815-3290
(interno 122), [email protected].
Memoria. La Fundación Memoria del Holocausto invita
a la proyección de La hora veinticinco y Una
chica muy rebelde. Gratis, en Montevideo 919. Informes: 4811-3588.
Posgrados. La Facultad de Arquitectura (UBA) inscribe para
sus carreras de especialización y maestrías. Informes:
Ciudad Universitaria, Pabellón III, 4º, 4789-6235/6. |
OPINION
Por Ricardo Romero *
|
Viejo debate, nueva
universidad
Días atrás, un viejo debate del movimiento estudiantil
reapareció en una nota de opinión publicada en Página/12
y firmada por la Corriente Estudiantil de Unidad Popular y otras
agrupaciones. La controversia radicaba en una falso concepto: pensar
que se puede cambiar la universidad sin cambiar la sociedad. Con
el rol que cumple hoy la educación superior, cualquier reforma
implica un modelo de sociedad que dependerá de las propuestas
que se hagan para la enseñanza universitaria.
Es verdad que las universidades nacionales se encuentran ante una
severa crisis de financiamiento, que se profundiza con la restricción
fiscal y los ajustes. El problema requiere un debate amplio y profundo,
abierto y democrático. Sin embargo, el gobierno nacional
constituyó una comisión de notables que
desde sus inicios parece tener su agenda marcada: limitar el ingreso,
arancelar, cobrar impuestos o regular el financiamiento. Esto pone
en peligro la continuidad de la educación superior pública
y, con ello, las perspectivas de desarrollo del país. Contrario
a esto, la Federación Universitaria Argentina apela al demos
universitario, ese espíritu que plasmó los principios
de la Reforma Universitaria en 1918 y extendió sus ideas
a lo largo de América. Desde junio, viene sesionando el Congreso
Nacional Universitario, que busca construir nuevas bases para un
proyecto de transformación de la educación superior.
Existen diversas propuestas y muchas ganas de realizarlas. Pero
sólo con la participación de todos los sectores de
la sociedad, con el debate consensuado y un mecanismo de compromisos
que garantice la unidad del movimiento estudiantil, se convertirá
a este proyecto en una nueva reforma universitaria que cambie los
destinos del país y proponga a la sociedad un futuro con
desarrollo económico e igualdad social. Por eso, parece que
la FUA encara una utopía: mientras se propone restringir
el ingreso, la FUA piensa en la universalización de la educación;
mientras se discute el tema con tecnócratas de la educación,
la FUA convoca a la sociedad civil; mientras se prioriza el mercado
y reducir el déficit; la FUA piensa en los derechos sociales
de la gente. Queda claro que, para esta transformación, es
imprescindible abandonar el modelo neoliberal y las políticas
económicas ortodoxas de ajuste fiscal. Siguiendo las ideas
de Deodoro Roca, la FUA podrá demostrar que puede hacer alegremente
cosas terriblemente serias.
* Politólogo, asesor de la FUA y la Oclae.
|
|