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Alfonsín, el abanderado de los reclamos radicales

Los radicales creen que las medidas son inviables. Alfonsín, quien se cruzó duro con Gallo, Mestre y De la Rúa, fue el centro de un maratón de reuniones. Luego, arrimó una propuesta a Olivos.

Reproche: �Ni en el menemismo ni en la dictadura sufrí semejantes operaciones de prensa�, le reprochó Alfonsín a De la Rúa durante un breve diálogo telefónico.

Raúl Alfonsín, en su departamento de Santa Fe al 1600. Allí, con Yrigoyen y Alem detrás, fue el centro de la jornada.

Por Santiago Rodríguez

“El auto ya está derrapando, pero nosotros no vamos a aparecer tirando aceite en la calle para que termine de chocar.” Así, un conocido diputado del radicalismo definió anoche a Página/12 el modo en que ese partido decidió pararse frente al ajuste impulsado por el Gobierno. Los hombres de la UCR –que durante toda la jornada se repartieron en reuniones en la casa de Raúl Alfonsín y en el Congreso– abrigaban la esperanza de que de la cena que al cierre de esta edición compartía el presidente Fernando de la Rúa con Raúl Alfonsín y los gobernadores de la Alianza surgiera la decisión de atenuar los alcances del recorte al gasto público. De todos modos, su impresión era que, aun cuando eso no ocurriera, el ajuste tal como está planteado se caerá por sí solo en los próximos días ante la falta de sustento político y social.
En el día posterior al ajuste el departamento de Alfonsín, en la avenida Santa Fe al 1600, se convirtió en el domicilio más visitado por la dirigencia política, después de la Casa Rosada y el Congreso. Por la casa del ex presidente comenzaron a desfilar por la mañana no sólo los principales referentes del radicalismo, sino también del Frepaso.
Al mediodía surgió el primer resultado de esa procesión, que incluyó al ministro de Defensa, Horacio Jaunarena; los diputados Jesús Rodríguez, Mario Negri, Darío Alessandro y Rodolfo Rodil; el senador Leopoldo Moreau; el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra; el economista Mario Brodersohn, y Graciela Fernández Meijide, entre otros: un documento de la Alianza que dio cuenta de la “necesidad de enfrentar rápida y prudentemente esta realidad”, pero advirtió que “es imprescindible construir de inmediato consensos con otras fuerzas políticas a fin de elaborar un conjunto de propuestas, que basadas en la equidad distributiva, den respuesta a esta crisis financiera, económica y social”.
Durante ese primer desfile –por la tarde habría otro– no sólo se consensuó emitir esa declaración, sino que los radicales ratificaron a los frepasistas su voluntad de seguir actuando en conjunto y comenzaron a evaluar algunas alternativas para atenuar el efecto del ajuste, que una delegación de legisladores transmitió poco después del mediodía al jefe de Gabinete, Chrystian Colombo.
La premisa que se trazaron los radicales fue que las jubilaciones y los sueldos más bajos de la administración pública debían quedar a salvo del recorte. Los que formularon propuestas fueron básicamente Moreau y Brodersohn y Alfonsín escuchó. Las alternativas que le plantearon el senador y su economista de confianza fueron dos: implementar un gravamen a los activos financieros de los grandes contribuyentes (depósitos y tenencia de títulos), que según las estimaciones permitiría recaudar unos 2000 millones de pesos, o colocar un bono forzoso a las AFJP a tasa Libor por los 2142 millones de pesos que el Estado debería girarles hasta fin de año en concepto de recaudación previsional.
A la tarde los radicales se dividieron en dos escenarios. Uno de ellos fue el Congreso, donde el bloque de Diputados analizó las medidas económicas. Puertas adentro dominó la crítica al Gobierno y la impresión de que el recorte “no tiene ningún tipo de viabilidad política”, pero al término de la reunión el titular de la bancada, Horacio Pernasetti, leyó un documento en el que se expresó un “firme respaldo a la decisión del presidente Fernando de la Rúa de lograr déficit cero”, con el agregado de que las medidas deben ser “compatibles con la anhelada reactivación económica”.
“Nos madrugaron en la redacción”, se quejó más de un legislador. La bronca se trasladó a lo de Alfonsín, donde en la ronda de reuniones de la tarde los ánimos ya estaban caldeados. En el departamento de Santa Fe al 1600 –adonde se sumó Federico Storani– leyeron la declaración del cavallista José Luis Fernández Valoni acerca de que “Alfonsín debe elegir entre el circulo virtuoso De la Rúa-Cavallo o el Triángulo de las Bermudas de Moreau-Storani” como otra escalada más de una campaña en contra del ex presidente. El mote de “irresponsable” que Colombo le puso a Moreau terminó de convencerlos que “el Gobierno está detrás de la operación”.
“Ni en el menemismo ni en la dictadura sufrí semejantes operaciones de prensa”, le reprochó Alfonsín a De la Rúa durante un breve diálogo telefónico. En términos más fuertes, el ex presidente había discutido antes por lo mismo con el ministro del Interior, Ramón Mestre, y con el secretario general de la Presidencia, Nicolás Gallo.
Moreau salió al cruce de Colombo públicamente: “Irresponsables –replicó– son aquellos que no han sabido interpretar las necesidades de la sociedad y creyendo interpretar a los banqueros, tampoco han podido domesticar a los mercados.”

 

Llamado de la Iglesia

La Conferencia Episcopal Argentina podría efectuar hoy un llamado a la “pacificación de los ánimos” a fin de evitar nuevas expresiones de violencia y convocaría a la unidad nacional ante la intranquilidad social que generaron las recientes medidas económicas del Gobierno. El titular del Episcopado, monseñor Estanislao Karlic, y su par de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, cardenal Raúl Primatesta, analizaron en Córdoba la situación, agravada por la latente violencia social, y cuál podría ser el aporte de la Iglesia en la “difícil y preocupante” coyuntura. En este sentido, fuentes episcopales dejaron trascender que hoy podría haber un llamado a la “pacificación de los ánimos y a la unidad de los argentinos”.

 

LOS FREPASISTAS, CONVENCIDOS DE QUE EL PAQUETE ECONOMICO SE CAE SOLO
Por ahora, el Frepaso pelea desde adentro

Por Fernando Cibeira

En el Frepaso están convencidos de que el ajustazo de Domingo Cavallo se caerá por su propio peso en un par de días. Por eso, la idea que prevaleció en las varias reuniones que mantuvieron ayer fue anticipar que no habrá ruptura y que la pelearán “desde adentro”, marcando la urgente necesidad de un cambio en la dirección del recorte hacia los sectores económicos más beneficiados en los últimos años. Por la noche, la cúpula frepasista se encontró con el ex vicepresidente Carlos “Chacho” Alvarez -autoexiliado de la actividad política– para decidir la propuesta que harán pública hoy en una conferencia de prensa.
“Las medidas tienen una carga de inequidad muy profunda. Hay que recortar y hacer el esfuerzo en aquellos sectores que tuvieron ganancias muy grandes en la Argentina”, sostuvo el presidente del bloque de diputados de la Alianza, Darío Alessandro, omnipresente en las reuniones de ayer. Primero, a la mañana en el departamento de Raúl Alfonsín, luego en un cara a cara con el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, pasado el mediodía en la reunión del bloque frepasista, en el cónclave con economistas encargados de elaborar una propuesta alternativa, en la convocatoria de la mesa nacional del Frente Grande y, a la noche, en una conversación reservada con Alvarez.
En la maratónica seguidilla, los frepasistas se entusiasmaron con la posibilidad de arrimar sus propuestas para salir de la crisis. El moderado optimismo tenía que ver con la respuesta de Colombo, quien les aseguró que el Gobierno estaba abierto a alternativas al recorte de Cavallo. “Queremos que el Gobierno reciba una actitud constructiva, pertenecemos a la Alianza y vamos a hacer todos los esfuerzos para esta alternativa”, abundó Alessandro. En el encuentro mañanero con Alfonsín –y en otro posterior que Graciela Fernández Meijide y Rodolfo Rodil mantuvieron con el ex presidente–, acordaron que la UCR y el Frepaso actuarán en consulta permanente. Y que tratarán de sumar al PJ a las medidas que consigan consensuar. A la salida de la reunión de la mañana, el jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, fue el primero en salir al cruce de las versiones in crescendo sobre el fin de la Alianza, al anticipar que en el Frepaso no anidaba un ánimo “rupturista”.
En la reunión de bloque hubo diferentes maneras de oponerse al ajustazo. Hubo diputados como Carlos Raimundi y Graciela Ocaña que propusieron derogar los superpoderes que no hace mucho le otorgaron al jefe de Hacienda. María América González, José Vitar, Fernando Melillo, Federico Soñez y Bárbara Espínola expresaron su repudio a las medidas y denunciaron que el descuento a las jubilaciones “es absolutamente inconstitucional”.
Mientras los legisladores frentistas estaban reunidos, la Bolsa caía en picada y el riesgo país batía records. Ante semejante panorama, los legisladores concluyeron que más valía salir con una posición “constructiva” porque el ajuste de Cavallo se venía abajo solo y no era conveniente cargar con la culpabilidad de un nuevo traspié de la gestión delarruista. Por eso, cuando se encerraron a pensar alternativas con sus economistas, los diputados barajaron salidas más en el tono a lo que fue la Carta a los Argentinos fundacional de la coalición que al ideario cavallista. Las propuestas se darán a conocer hoy e irían en cuatro direcciones: pro competitividad, reducción de gastos, mejor redistribución y, por último, incremento de ingresos, algo que imaginan se puede lograr con una reforma tributaria y del cobro de canon a empresas privatizadas.
Para hoy, además, está previsto un encuentro de todos los funcionarios nacionales del Frepaso. Es que ayer, entre un viaje pautado de antemano a Mendoza y la vuelta presurosa para participar de la reunión de gabinete, el ministro de Desarrollo Social, Juan Pablo Cafiero, casi no participó de las discusiones de la dirigencia partidaria. Hoy podrá poner sobre la mesa su punto de vista.

 

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