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Delich intenta que la Ctera no salga a la calle

El ministro de Educación se reunió con Marta Maffei. Le garantizó el pago del incentivo salarial. Del encuentro surgió la idea de ponerles topes a los sueldos del Poder Judicial y la Legislatura.

Maffei: �Es un ajuste sin fin.
Saca 1500 millones al consumo popular y cualquiera que retira esa suma sabe que la réplica es la caída de recaudación�.

El ministro Andrés Delich
y Marta Maffei hablaron ayer.

Por Nora Veiras

Antes de internarse en las sucesivas reuniones en la Casa Rosada, el ministro de Educación, Andrés Delich, se reunió ayer con Marta Maffei. En medio del caos y cuando el recuerdo del mazazo del ex ministro de Economía Ricardo López Murphy a los fondos para la educación está más que presente, Delich intentó calmar a un sector acostumbrado a poner a la gente en la calle. Aseguró que se garantizará el pago del incentivo docente y que se intentará reducir al mínimo el ajuste sobre las universidades. De esa charla surgió la idea de un proyecto del Ejecutivo para ponerles tope a todos los salarios del Poder Judicial y Legislativo que anoche se analizaba en el gabinete. “Valoramos el gesto de buena voluntad del ministro, pero en la Argentina está claro que el Gobierno no puede asegurar nada a nadie. La resistencia social tiene que ser contundente, no puede ser de cada una, es el final para millones de argentinos”, evaluó Maffei.
“Este es un recorte terrible pero no te apuntan a la cabeza, es un recorte general y uno tiene la posibilidad de administrar”, trataban de resignarse en el Palacio Sarmiento. Aseguran que el tijeretazo –que para este mes se estima en un 8 por ciento– se aplicará sobre el total de la partida destinada a Educación, no específicamente sobre los 55 millones de pesos mensuales que insume el pago del incentivo. “Con los ajustes en el gasto burocrático, la reducción en contrataciones y viáticos, estamos seguros que vamos a poder compensar los recursos para no cercenar el incentivo”, explicaban anoche los colaboradores de Delich. El panorama no aparecía tan “halagüeno” para la universidad. “Los hicimos zafar del decreto 430 (reducción del 12 por ciento para los sueldos superiores a 1000 pesos que aplicó Machinea) pero si ahora se toca hasta a los jubilados ¿cómo los vamos a salvar”, repetían (ver aparte).
Maffei explicó que el problema para el sector educativo no pasa sólo por el pago del incentivo sino también por las jubilaciones. “Las cajas previsionales de 14 provincias fueron transferidas a la Nación, es decir que el recorte afecta a más de 100 mil jubilados docentes. El jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, dijo que los salarios no se iban a tocar, yo me pregunto si va a compensar las jubilaciones”, señaló la dirigente que hoy presidirá un plenario de secretarios generales de la CTERA en el que se analizará qué medidas tomar para rechazar el séptimo ajuste del gobierno aliancista. “Este es un ajuste sin fin, no plantea que sea para este mes, o el próximo, saca 1500 millones al consumo popular, y cualquiera que retira esa suma sabe que la réplica inmediata es la caída de recaudación, el mes que viene nadie puede saber cuál será el piso del recorte”, advirtió Maffei.
En el diálogo con el ministro, la dirigente planteó “cómo puede ser que todavía no le hayan puesto un tope a los sueldos de los funcionarios de los distintos poderes”. Delich tomó nota y junto con la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, presentó una propuesta para que los poderes legislativos y judicial acepten aplicar como tope salarial 5000 pesos y el recortes atados a la recaudación como el resto de la administración pública. En principio pensaban enviar un proyecto al Congreso pero a última hora de anoche primaba la idea de consensuarlo primero con los presidentes de la Cámara baja, Rafael Pascual, y de la Corte Suprema, Julio Nazareno, para evitar un rechazo frontal (ver aparte). “Como está planteado esto es inviable. La sola reducción de 36 mil plantes Trabajar significan hambre”, señaló Maffei.

 


 

EL AJUSTE ALCANZARA A DOCENTES Y EMPLEADOS
La podadora en la universidad

Por Javier Lorca

Los salarios de docentes y empleados del sistema universitario serán podados por el recorte. La misma suerte correrán los recursos destinados a investigación, extensión y pagos de servicios. La poda rondaría el diez por ciento. Después de negarlo el miércoles, el Ministerio de Educación confirmó ayer que las partidas destinadas a las universidades nacionales “van a ser afectadas como el resto de la administración pública”, según reconoció a Página/12 el secretario de Educación Superior, Juan Carlos Gottifredi. Mientras, las organizaciones que agrupan a los diversos sectores de la universidad reiteraron que resistirán.
“La comunidad universitaria se opondrá enérgicamente a todo intento de recorte de salarios y presupuesto”, comunicaron, en conjunto, el Consejo Interuniversitario Nacional, los sindicatos nacionales de docentes y no docentes (Conadu y Fatun) y la Federación Universitaria Argentina (FUA).
De hecho, ayer se produjeron las primeras protestas. En la Facultad de Ciencias Exactas (UBA), los docentes anunciaron que no tomarán los exámenes previstos para las próximas semanas y, junto con los estudiantes, tomaron la unidad académica. Además, por la tarde, cortaron avenida Cantilo, a la altura de Ciudad Universitaria. También cerca de las 19, estudiantes opositores cortaron Córdoba al 2100. Contra la movilización de alumnos y docentes conspiran las vacaciones que atraviesa hoy el calendario académico. Igual, la Conadu ya advirtió que, “si esto no cambia, no habrá clases en el segundo cuatrimestre”.
Pese a que insistieron en que el grueso del recorte caerá sobre gastos internos del ministerio, voceros de Educación admitieron que “las universidades tendrán que hacer un ajuste, aunque todavía no se sabe de cuánto. Eso variará según la recaudación fiscal”. Se estima que en julio el ajuste llegará al diez por ciento. “Es una medida impopular, pero es la única que encontró el Gobierno para superar esta crisis –dijo Gottifredi-. El ajuste va a afectar a los salarios docentes y no docentes. Las universidades no están en condiciones de atender un recorte sin afectar a los salarios.” No obstante, serán las propias casas de estudios las que deberán resolver cómo aplican el ajuste hacia adentro.
Públicamente, los funcionarios de la cartera educativa se mostraron “esperanzados” de que la recaudación mejore y el ajuste sea sólo transitorio. “El problema va a ser si pasan los meses y el recorte llega a los dos dígitos y avanza. Ahí no vamos a poder aguantar.”

 

Parlamentarios ajustados y magistrados autistas

ACUERDO EN EL CONGRESO.
Todo sea por el pueblo

Por M.P.
Era el momento para un gesto, y los legisladores nacionales no lo dejaron pasar: decidieron rebajarse los sueldos y ordenaron una quita salarial para los funcionarios jerárquicos del Parlamento. La decisión fue tomada por los presidentes de las dos Cámaras, Rafael Pascual y Mario Losada, y se difundió ayer a la tarde a través de un comunicado distribuido por la Dirección de Prensa del Congreso. La nota decía que Pascual había ordenado “la adhesión del cuerpo a los descuentos salariales que disponga el Poder Ejecutivo nacional a fin de eliminar el déficit fiscal”. La medida fue acordada con todos los bloques, pero los diputados del PJ aprovecharon las circunstancias para criticar las medidas económicas del Gobierno: “El ajuste continuo trae recesión permanente”, dijo el bonaerense José María Díaz Bancalari, uno de los hombres de confianza de Eduardo Duhalde.
La decisión de ajustar dietas y sueldos de funcionarios fue acordada con todos los bloques y afectará a los secretarios de Cámara. El Senado también se plegó a la iniciativa: Losada firmó una resolución similar, en la que se indicaba que los senadores “han resuelto declarar aplicable a las remuneraciones de los legisladores, secretarios y prosecretarios, los descuentos que disponga el Ejecutivo”.
Durante toda la mañana, Pascual había hecho sucesivos llamados a los jefes de todas las bancadas, Humberto Roggero (PJ), Horacio Pernasetti (UCR) y Darío Alessandro (Frepaso), que no tuvieron reparos con la idea. Mucho más tarde, a las cinco de la tarde, los legisladores del PJ salían de su asamblea para entregar un documento en el que acusaban a la Alianza de “llevar al país a esta situación límite”. En ese momento, el jefe del bloque justicialista del Senado, José Luis Gioja, utilizó las palabras más escuchadas entre los hombres del PJ: “Una de las cosas fundamentales para ayudar a resolver esta crisis es mantener un prudente silencio”. El llamado a silencio no sólo era una cuestión de sentido común ante la crisis. También era una orden no escrita para los representantes del principal partido de oposición.

LA CORTE RESISTE.
Inmunes a las rebajas

Por Irina Hauser
En la cruzada por alcanzar el “déficit cero” el Gobierno probablemente no cuente con el aporte del Poder Judicial. Por ahora la Corte Suprema, el tribunal que tiene la atribución de recortar haberes y reasignar partidas del sector, no imitará el gesto espontáneo que asumieron ayer los legisladores al anunciar rebajas salariales en sus filas.
Mientras los ministros de la Corte estaban ayer recluidos en su acuerdo semanal en uno de sus salones de alfombra roja y muebles pulidos, afuera el riesgo país escalaba hasta cifras sólo conocidas por Ecuador y Nigeria. El capítulo presupuestario ni se tocó pese a la gravedad de las circunstancias. De todos modos, difícilmente hubieran podido tomar alguna resolución –alegan voceros del tribunal– ya que en la reunión sólo estaban cinco de los nueve jueces. Además, explican, quieren esperar a leer los decretos del Poder Ejecutivo. El tema del ajuste sería considerado, aunque sea mencionado, el martes próximo ¿Qué pasará? Funcionarios con influencia en este tipo de asuntos recordaron que, ante el tijeretazo de 1995, la Corte lo declaró inaplicable al Poder Judicial.
Ante el recorte estatal del año pasado, el alto tribunal siguió con su línea de conducta, aunque compensó con un guiño. Seis supremos se rebajaron sus sueldos –de unos 10 mil pesos– en un 15 por ciento y exhortaron a los magistrados “de todas las instancias” e integrantes del Consejo de la Magistratura a sumarse a la poda, una sugerencia que a nadie le interesó acatar. Y que incluso fue expresamente repudiada por Consejo y la Asociación de Magistrados argumentando, por ejemplo, que no se prestarían a violentar la intangibilidad constitucional de los salarios de los jueces. Un miembro bien informado de la Magistratura adelantó a Página/12 que la Comisión de Administración, que preside Claudio Kiper, mantendría la misma postura de oposición a un ajuste en la Justicia que tuvo en el año 2000. En el máximo tribunal no se sienten apremiados para tomar ninguna decisión. “Por supuesto –dijo un alto funcionario de la Corte– algo haremos similar a lo del año pasado, pero algo gestual no más.”

 

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