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INCERTIDUMBRE SOBRE EL ALCANCE DE LOS RECORTES EN LOS SALARIOS
En la confusión puede haber subas

Como el decreto anuló la poda aplicada por Machinea, si el ajuste no supera el 12 por ciento podría haber aumentos en ciertos sueldos.

Domingo Cavallo. Se está negociando subir el piso de 200 pesos a las jubilaciones a cortar.

Por Cledis Candelaresi

En su afán de seducir al mercado con el anuncio de un ajuste, Domingo Cavallo omitió el miércoles por la noche aclarar que, antes de cualquier recorte, los salarios de la administración nacional superiores a 1000 pesos serán favorecidos con una recomposición salarial de entre el 12 y el 15 por ciento, según los casos, ya que se les devolverá la quita practicada durante la gestión de José Luis Machinea. Si se toma como válida la hipótesis de que las erogaciones de julio deberían ser reducidas en alrededor del 10 por ciento, hasta podría especularse con que un fragmento de los agentes estatales (alrededor del 100 mil) podrían gozar de un aumento. El criterio de caja o déficit cero es una amenaza mucho más nítida para los sueldos inferiores a aquel monto y para las jubilaciones, que no habían sido afectadas por la poda machineísta. Pero hasta anoche no estaba dicha la última palabra acerca de qué remuneraciones o haberes serán excluidos del nuevo recorte o afectados con uno mayor.
En realidad, los estatales de la Nación están afectados por una enorme incertidumbre acerca de qué ocurrirá con su nivel de ingresos desde la próxima liquidación. El decreto 896, que condiciona el nivel de gasto público a los recursos realmente disponibles, prevé que cuando éstos sean insuficientes, los créditos presupuestarios se reducirán “en la proporción necesaria”, incluyendo los fondos para “sueldos, haberes, adicionales, asignaciones familiares, jubilaciones y pensiones”.
Mensualmente cada repartición pública tendrá que definir si rebaja o no y en qué medida lo hace, para lo cual debe resolver al menos un escollo técnico: las liquidaciones salariales comienzan a mediados de mes, cuando el resultado de la recaudación sólo se conoce parcialmente. Más relevante es el hecho de que aquel decreto habilita a ajustar remuneraciones pero no obliga a hacerlo. Esto, según algunas interpretaciones, dejaría resquicio para que cada dependencia decida si recorta todos sus gastos o si, por ejemplo, suprime algunos para dejar íntegros otros, tal vez el salarial. Lo cierto es que el mismo decreto que dispone el criterio caja, también deroga el 430, del 29 de mayo del 2000. Por esta norma, Machinea había rebajado un 12 por ciento los salarios entre 1000 y 6500 pesos, recorte que ascendió al 15 por ciento para los que superan ese monto. Con esto, Economía consiguió un ahorro anual de 700 millones de pesos que, según la Confederación de Trabajadores de la Argentina, sólo se estaría aplicando en forma parcial, ya que por presión judicial gran parte de esas rebajas habrían quedado sin efecto.
Esto significa que las futuras podas salariales –de entre el 8 y el 14 por ciento, según el jefe de Gabinete– deberán calcularse no sobre los sueldos actuales sino sobre los recompuestos. El sorprendente resultado para algunos estatales es que si la nueva rebaja no supera el 12 por ciento que le rebanaron hace un año, sus salarios hasta podrían aumentar.
Mucho menos optimista, el economista Claudio Lozano, de la CTA prefiere trabajar sobre dos hipótesis de recorte. “Si se mantiene el déficit previsto con el FMI y el crecimiento económico alcanza al 2,5 por ciento anual, los sueldos se recortarán un 10 por ciento. Pero, como aquellas premisas no se cumplirán, la rebaja llegaría al 16 por ciento”.
Los empleados nacionales que corren mayor riesgo de recorte son los que ganaban hace un año menos de 1000 pesos mensuales, grupo equivalente a casi la mitad de los cargos ocupados, aunque absorben sólo 30 por ciento de la masa salarial. Se trata de 122 mil personas (incluyendo fuerzas armadas y de seguridad) contra casi 250 mil que integran la plantilla total.
Desde el Gobierno se sugirió que el recorte afectará, en mayor proporción a los salarios altos o de funcionarios políticos. Sin embargo, el decreto no prevé distinción alguna y, por el contrario, sentencia que las reducciones se aplicarán “proporcionalmente...sin discriminaciones de ningún tipo”. Sólo una reglamentación u otro decreto podría castigar a los sueldos más altos. Semejante indefinición también existe en torno a las jubilaciones que podrían se eximidas del recorte. Colombo aseguró en la noche del miércoles, que quedarán exentas las que estén por debajo de los 200 pesos. Sin embargo, la secretaría de la Seguridad Social ayer elaboró una propuesta para debatir con la Secretaría de Hacienda, con el propósito de ampliar la protección a haberes un poco más altos.
En esa negociación interna se definirá la suerte de un importante fragmento de 3,5 millones de jubilados cuya segmentación por haber depende de si se incluyen o no otros conceptos de la retribución, como asignaciones o subsidios. Otro capítulo abierto del ajuste.

 

Cuentas gratis, el plástico no

Por el decreto 895 y la resolución 360 del Ministerio de Trabajo, el Gobierno dispuso la bancarización del pago de jubilaciones estatales y salarios. Las normas ordenan hacer efectivas esas remuneraciones mediante la apertura de cuentas bancarias individuales que no deberían entrañar costo alguno para sus titulares, para la Anses ni las pymes.
Esas cuentas deberán ser abiertas en entidades que dispongan de cajeros automáticos y “en un radio de influencia no superior a los dos kilómetros del lugar de trabajo en zonas urbanas y a diez kilómetros en las rurales”. El Banco Central deberá garantizar “la gratuidad” del servicio para el trabajador y la no imposición de límites en los montos de las extracciones.
En los considerandos de la resolución, el Gobierno considera que la cuenta no deberá entrañar costo alguno para el trabajador y entiende que “el procedimiento deberá propender” a la gratuidad para los empleadores, cuyo planteles de trabajadores no supere los 40. Pero el decreto es taxativo respecto de la Ansés, a la cual el nuevo mecanismo “no generará costo alguno”.
Lo que ni uno ni el otro disponen es la obligatoriedad del banco de emitir una tarjeta de débito que, tal como anunció Domingo Cavallo, les permita a asalariados jubilados y pensionados cubrir gastos contra los fondos depositados en su cuenta, sin necesidad de extraer el efectivo.

 

Jubilación o el trabajo

Con la firma de Patricia Bullrich y Chrystian Colombo, el Gobierno rubricó ayer el decreto 894 por el cual dispone la incompatibilidad entre la percepción de una jubilación y el desempeño de cualquier cargo remunerado en la administración pública nacional, decisión adelantada por este diario en su edición del martes. En virtud de la flamante norma, quienes tengan aquella duplicidad deberán optar entre una y otra retribución. La incompatibilidad tiene “excepciones específicas” que la norma no detalla y, además, sólo bloquea a un jubilado de cualquier jurisdicción trabajar para el Estado nacional, restricción que no pudo hacerse extensiva a los cargos provinciales o municipales, ya que esta inhabilitación excede las facultades del PEN. El decreto impone optar entre dos alternativas: el trabajador puede continuar en su cargo percibiendo sólo la jubilación o puede solicitar la suspensión de su haber mientras desempeña su función activa, percibiendo la retribución que a ella corresponda.

 

EVALUAN NO PAGAR AGUINALDOS EN 2002
Información por teléfono

En conferencia telefónica con inversores extranjeros el secretario de Finanzas, Daniel Marx, garantizó a los inversores estadounidenses que Argentina pagará puntualmente sus compromisos externos, también que se planea la emisión de un bono que podría llegar a los 3500 millones de dólares para reemplazar la emisión de Letras del Tesoro (Letes) y poder así completar el financiamiento de todo el año 2001. En el mismo diálogo Guillermo Mondino, jefe de Asesores del Ministerio de Economía anunció para el próximo año la eliminación del aguinaldo de los estatales. En tanto, Domingo Cavallo, instó a la sociedad a “mantener la calma” y, optimista, sostuvo que el ajuste a las remuneraciones del sector público durará poco si se avanza en la lucha contra la evasión y los gobernadores también equilibran sus cuentas.
“El presupuesto del año 2002 no ha sido elaborado aún, de tal manera es imposible estimar cuánto será el ajuste necesario en el gasto primario del gobierno nacional”, aclaró Mondino sin negar ni confirmar la información difundida por la agencia internacional Dow Jones.
Por su parte, el número dos del Palacio de Hacienda explicó que una de las opciones era colocar 250 millones de dólares en “productos estructurados con fondos de pensiones locales”, que eventualmente sería para no colocar Letes. Marx se mostró convencido de que el Ministerio de Economía tiene “financiamiento disponible con esta fuente”, pero aclaró que “todavía no se recibió ninguna oferta” en ese sentido.
Mondino, a su vez, agregó que “habrá desembolsos importantes de organismos multilaterales por cerca de 4000 millones de dólares”, pero en los próximos seis meses “no habrá ninguna nueva emisión de deuda”.
El Ministerio de Economía tiene pendiente para lo que resta del año renovaciones de Letes por 5400 millones de dólares. Una de las alternativas que estaría analizando el Ministerio de Economía sería, según medios económicos locales, la de canjear estos títulos por un bono o pagaré, o canjear las Letes que vencen durante el segundo semestre del año por títulos a más largo plazo.

 

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