Por Felipe Yapur
Hubieran preferido no hacerlo.
Pero la magnitud de la crisis que atraviesa el gobierno nacional llevó
a los gobernadores justicialistas a aceptar la invitación a un
encuentro con Fernando de la Rúa, quien busca respaldo político
a sus nuevas medidas económicas. Sin embargo, los mandatarios de
la oposición no quieren llegar con las manos vacías. Antes
se encontrarán en la casa de La Pampa donde piensan redactar un
documento y así unificar el discurso. También pretenden
puntear algunas modificaciones al nuevo plan económico. Con esto
buscan diferenciarse de la pelea interna que mantiene el Presidente con
los partidos que integran la Alianza. Luego, poco antes de las 17, partirán
rumbo a la quinta de Olivos los 14 gobernadores y los presidentes de los
bloques parlamentarios.
Cuando el índice del riesgo país trepaba por arriba de los
1500 puntos y la Bolsa caía en picada tras los nuevos anuncios
económicos, los gobernadores comenzaron a ser convocados por el
jefe de Gabinete, Chrystian Colombo. El funcionario, según confiaron
varios de los mandatarios, justificaba el llamado en la necesidad que
tenía el Presidente de recibir un respaldo político a las
medidas, ya que los mercados le habían dado la espalda. En un primer
momento los gobernadores pidieron tiempo para responder, salvo Carlos
Ruckauf, quien confirmó inmediatamente su participación.
La actitud del bonaerense tiene una razón de peso. Se sabe uno
de los presidenciables de la oposición, pero para poder lograrlo
necesita que el país sortee esta crisis que, a su vez, le permitirá
ordenar su provincia que enfrenta una dura crisis económica que
le impide pagar el medio aguinaldo (ver nota aparte). Fue entonces que
a Colombo le confirmó su participación con la misma frase
que poco después le repetiría a De la Rúa y más
tarde a Domingo Cavallo: El país no está para especulaciones.
Está para gestos patrióticos porque si el gobierno se hunde,
nos hundimos todos y no se salva nadie. Voy a participar aunque tenga
que ir solo, dijo para alegría de los oídos oficialistas.
Pero el tiempo ganado por los mandatarios les permitió consultarse
entre sí. Todos coincidieron en que no había margen para
evitar la reunión con el Presidente porque el país
está al borde del abismo y no queremos que después nos responsabilicen
del fracaso de De la Rúa, señaló a este diario
el gobernador de una provincia norteña. Una frase similar a la
de Ruckauf aunque sin el tono épico que le impuso el bonaerense.
Las interconsultas entre los mandatarios fue prácticamente una
constante durante la tarde y la noche de ayer. Así fue que acordaron
encontrarse primero en la casa de La Pampa con el objetivo de acordar
un discurso único que se podría traducir en un documento.
Según varios de los mandatarios consultados, la iniciativa del
documento o el discurso unificado se basa en la idea de que el PJ no tiene
que esperar que el radicalismo o el Frepaso definan su apoyo a las medidas:
Ese es un problema del gobierno. Nosotros, como oposición,
tenemos que tener una posición tomada ante la crisis. Si la Alianza
decide no apoyar a su presidente, es su problema. Entonces, si De la Rúa
cae, la responsabilidad es de la Alianza, no nuestra.
También acordaron que lo mejor era no llegar a Olivos con
las manos vacías. Es por eso que surgió la idea de
que es imprescindible presentar algunas propuestas que mejoren las reformas
económicas del oficialismo. El jujeño Eduardo Fellner propuso
que todas aquellas provincias que deban emitir un bono para poder hacer
frente a su déficit, firmen un pacto para que este instrumento
pueda circular por los distritos adheridos. Sus colaboradores aseguran
que ya cuenta con el apoyo de los gobernadores Juan Carlos Romero (Salta),
Gildo Insfrán (Formosa), Eduardo Rovira (Misiones) y, fundamentalmente,
de Ruckauf.
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