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El Frepaso exige no bajar jubilaciones y salarios

En una durísima crítica al Gobierno,
los dirigentes frepasistas sólo admitieron reducir los sueldos públicos altos. En cambio, propusieron achicar los gastos de campaña y gravar a privatizadas y sectores financieros.

Alessandro con Laborde, Del Piero y Rodil, al dejar sentada la distancia del Frepaso respecto del paquete resuelto por De la Rúa.

Por Martín Granovsky

Por primera vez desde que Domingo Cavallo fue nombrado superministro de Economía, el bloque de diputados del Frepaso y los dirigentes de la fuerza desafiaron abiertamente la conducción del Gobierno encarnada en Cavallo y Fernando de la Rúa. Propuso restituir totalmente las contribuciones patronales para un grupo de grandes empresas, entre ellas las privatizadas, y la eliminación de la exención al pago de impuestos a las ganancias a las rentas de capital.
Según el Frepaso, con la primera medida podrían recaudarse 600 millones de pesos y con la segunda unos 1500 millones. Los frepasistas también reclamaron anular transitoriamente la baja de la tasa del impuesto a la transferencias de combustibles, que rige en las naftas, con lo cual podrían recaudarse 470 millones, y acordaron exigir el pago de todas las deudas empresarias y los cánones atrasados por parte de las concesionarias de servicios públicos. La recaudación estimada en el último caso es de 200 millones. La recaudación total estimada sería, entonces, de 2370 millones.
Todas las cifras figuran en un documento que fue leído por el presidente del bloque de la Alianza, Darío Alessandro, pero solo en nombre del Frepaso. Lo acompañaron, entre otros, Alejandro Peyrou, Carlos Raimundi, Rodolfo Rodil y el senador Pedro del Piero, además de los intendentes Oscar Laborde y Martín Sabatella. Peyrou y José Vitar, que a la hora de la conferencia de prensa volvía a Tucumán, fueron los coordinadores de un equipo de economistas (ver aparte).
Dirigentes del Frepaso revelaron a Página/12 que no bien terminó el anuncio, Alessandro recibió una llamada de José Ignacio de Mendiguren, presidente de la Unión Industrial Argentina.
–Estoy totalmente de acuerdo con el documento de ustedes –comunicó.
El texto no fue discutido antes con De la Rúa o Cavallo, pero sí enviado al presidente del radicalismo, Raúl Alfonsín, y al jefe de Gabinete, Chrystian Colombo. Un diputado dijo que Colombo había afirmado que la propuesta “no entra en colisión” con el objetivo de reducir el déficit fiscal.
Los firmantes también coordinaron la difusión del documento con el jefe del Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, que en la cena de la noche del jueves en Olivos en Olivos con De la Rúa, Alfonsín, Colombo, Adalberto Rodríguez Giavarini y los gobernadores llevó ideas similares de solventar el recorte afectando a las ganancias de los grupos financieros y las grandes empresas de servicios públicos. Ibarra fue acompañado a medias por Alfonsín y recibido con indiferencia por el resto de los presentes, incluso por los gobernadores que sufrirán el ajuste más que la superavitaria ciudad de Buenos Aires.
“La Argentina no está en condiciones de aplicar el plan de ajuste tal como fue enunciado, y ésa es la verdadera lectura política de los famosos mercados”, fue uno de los razonamientos en las discusiones internas del Frepaso. “La lectura es que la sociedad argentina no va a tolerar el paquete.”
“Hubo ganadores en los últimos años”, explicó ayer Alessandro en esa línea. “Entonces, en lugar de pedirles plata a los jubilados, los ganadores tienen que hacer su aporte.”
Por eso, el texto del Frepaso propone directamente excluir del ajuste fiscal a “los jubilados que legítimamente han realizado sus aportes a lo largo de los años, a los salarios más bajos de la administración pública o a los sectores más débiles de la sociedad que se encuentran al borde de la subsistencia, cuando en el otro extremo social y económico hay quienes han sacado tajada de las crisis sucesivas y hoy permanecen en la diferencia o recomiendan austeridades ajenas”.
Los redactores del documento apuntaron a un grupo conformado por “el sector financiero, las empresas privatizadas de servicios públicos, las AFJP y las petroleras, principalmente”.
En cuanto al ajuste de la política, pidieron a los dirigentes a nivel nacional, provincial y municipal que achiquen dietas y gastos y recomendaron que el Poder Judicial debería pagar impuestos a lasganancias, del que están exentos hoy sus integrantes. Otras medidas serían revisar en 30 días las jubilaciones transferidas por las provincias al Estado nacional, transparentar los gastos electorales y poner un tope a los sueldos del sector público “teniendo como máximo la remuneración de los ministros”.
–¿Por qué se pronunciaron solos y no con los diputados radicales? –quiso saber este diario.
–Muchos radicales están de acuerdo con este texto, pero quisimos marcar nuestro perfil como Frepaso –contestó un diputado que pidió reserva de su nombre.
Los frepasistas habían quedado con gusto amargo desde el jueves, cuando el diputado radical Horacio Pernasetti lanzó un comunicado de apoyo al ajuste de déficit cero imaginado por Cavallo y De la Rúa.
–Nos dejó pegados a todos –criticaron.
Varios diputados radicales hicieron saber, el jueves y ayer, que no compartían la posición acrítica de Pernasetti, pero evitaron criticarlo en público. La misma actitud tomó Raúl Alfonsín. Hizo saber a través de allegados muy cercanos que no compartía la posición de diputado, y luego se abstuvo de decirlo. Los frepasistas comprendieron entonces que sus colegas radicales tenían una lógica propia, pero por una vez decidieron imprimir un ritmo distinto a su diferenciación con el Gobierno. Por eso, según explicaban anoche, eligieron proponer medidas concretas y no un simple llamado a la caridad o a la ayuda de los grandes grupos económicos. Por esa razón, también, prefirieron criticar la esencia del paquete fiscal, que se basa en el recorte a los jubilados porque componen la masa mayor de las deudas del Estado, exceptuando siempre las cargas de la deuda externa.
El diagnóstico que incluye el documento abarca estos puntos:
Para el Frepaso, la restricción del crédito externo se debe en parte a que “desde el exterior se advierte con claridad que muchos de los sectores económicamente más poderosos tienen como práctica habitual la elusión y evasión impositivas, por montos que han sido estimados en los tres mil millones de pesos anuales, generando cuantiosos déficit fiscales”.
Existe “una significativa falta de reglas de juego comunes para todos los agentes económicos”. El ejemplo serían los contratistas de servicios públicos “que han tomado como costumbre la renegociación permanente de sus contratos y la obtención de superrentas a costa de tarifas crecientes”.
En una crítica al gobierno militar y al período 1993-1999, una forma de excluir la condena a la etapa de Alfonsín, el documento sostiene que el endeudamiento y la crisis fiscal se deben a “la falta de vocación para construir una Nación, promover el desarrollo económico y hacer vigente un contrato social equitativo”.

 

Cómo subir los ingresos y reactivar
Por M.G.

Aunque el documento del Frepaso solo cita la necesidad de un programa con “otras medidas de redistribución del ingreso”, Página/12 pudo saber que el equipo de economistas coordinado por los diputados Alejandro Peyrou y José Vitar trabajó en un sistema de protección social que cubra el costo del ajuste y además atienda la reactivación.
Los diputados convocaron entre otros a los funcionarios Eduardo Sguiglia, Marcos Makón, Daniel Kotzer y Lorenzo Donohe, consultaron a Ricardo Gerardi y Alvaro Orsatti y recogieron sugerencias de los porteños Arnaldo Bocco, Eduardo Hecker y Ricardo Feletti.
En el capítulo de protección social, la propuesta que discutieron fue un ingreso garantizado para los hogares de extrema pobreza, con una contraprestación laboral y un compromiso de asistencia a planes de capacitación. También trataron un salario infantil de exclusión para niños de hogares pobres, que supondría la universalización virtual de las asignaciones familiares.
“Los problemas de caja no se terminarán mientras haya recesión y por eso caiga la recaudación impositiva”, explicó a este diario uno de los economistas que participó de las discusiones.
“Como se trata de ayudar a los más pobres, que obviamente no utilizarán el dinero para ahorro sino para satisfacer necesidades básicas hoy sin atender, un programa como éste tendría un efecto reactivador inmediato”, dijo.
Otras de las medidas de protección social deberían incluir, según los economistas del Frepaso, la ampliación del actual seguro de desempleo de seis meses a un año, la elevación del salario mínimo, vital y móvil de 200 a 250 pesos y una tarifa de interés social para el pago de servicios de agua, luz y electricidad, sistema que algunas compañías ya aplican en algunas provincias.
Los economistas también acordaron pedir que no haya ningún tope para que quienes ganan salarios altos hagan su contribución jubilatoria. Hoy no deben pagar el porcentaje correspondiente por encima de un límite, y no por todo el sueldo.

 

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