Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


Proveedores del Estado bajo la regla del regateo

Para implementar la rebaja del gasto prevista para llegar al déficit cero, Economía utilizará mecanismos legales para �negociar� con proveedores la quita. Tratativas con las privatizadas.

Jorge Baldrich, secretario de
Hacienda. Quejas de proveedores.

Por Cledis Candelaresi

Entre otras tareas cruciales que el ajuste puso en manos de la Secretaría de Hacienda, está la de reglamentar la futura relación con proveedores del Estado nacional, quienes, al igual que empleados públicos y jubilados, quedarían sujetos a la suerte de la recaudación. La Unión Argentina de Proveedores del Estado comenzó a presionar con una posible suspensión de entregas de mercaderías y exigió por nota a Cavallo que precise cómo será el descuento compulsivo que podrían aplicarle a sus contratos. Pero anoche funcionarios próximos a Domingo Cavallo confiaban en que el vínculo con las empresas proveedoras podrá preservarse intacto, ya que sólo se trataría de utilizar mecanismos legales para “negociar” con ellas una baja.
UAPE incluye algunas grandes empresas como Siemens y el Correo Argentino, aunque su mayoría de socios son pymes. Su gerente general, Daniel Argüello, ayer también arremetió contra el Gobierno considerando que la “corrupción es parte del proceso de contrataciones”, en el que serían moneda corriente “las compras irregulares”. Otra forma de embestir contra un posible cambio en las condiciones contractuales.
Fuera de la entidad, que comenzó a realizar un lobby preventivo, están los grandes contratistas de la construcción como Techint y Roggio y las prestadoras de servicios públicos privatizadas, cuya posición en este momento crítico es mucho más contemplativa hacia el Estado. “No podemos fijar posición hasta tanto las cosas no estén más claras”, fue el cuidado comentario que formuló ayer a Página/12 uno de los voceros de Telefónica. Casi al mismo tiempo, una distribuidora eléctrica admitió que podría avenirse pacíficamente a un eventual recorte.
“Los contratos en ejecución afectados por las reducciones dispuestas...podrán revocarse por razones de oportunidad, mérito o conveniencia, en el caso de que los contratistas o proveedores no acepten la reducción de la contraprestación a cargo del sector público nacional”, dispone el artículo 2 del decreto 896, que condiciona el pago de salarios, jubilaciones y proveedores a lo que se consiga recaudar.
Esa norma da una primera pauta de la jugada oficial: negociar una rebaja en el precio del bien o servicio en cuestión o rescindir el contrato. En algunos casos, puede conseguir proveedores sustitutos, ya que habría competencia en el mercado. En otros, dependerá más del resultado de una negociación con la empresa en cuestión, en particular si es una proveedora de luz, gas o teléfono o una proveedora de servicio de mantenimiento.
Según especulaban ayer algunos funcionarios, si lo que compra (por ejemplo una partida de papel o medicamentos) ya se hubiera licitado y aún no se entregó, el Gobierno puede apelar en el momento de la entrega a la misma herramienta que utilizaría en futuras contrataciones: un “descuento por pronto pago”, mecanismo previsto en la legislación vigente y que permite pactar un precio menor, ofreciendo al proveedor la garantía de que efectivamente se pagará y a una fecha cierta.
Lo que, a diferencia de la provincia de Buenos Aires, la Nación aún no consideró es la posibilidad de cancelar parcialmente sus obligaciones con bonos, algo a lo que se podría ver forzada en aquellos casos que la quita tenga que ser retroactiva y vulnere derechos adquiridos. El otro tema sensible es garantizar la provisión de insumos básicos, para lo que utilizaría otro instrumento legal que permite reemplazar expeditivamente a un proveedor por otro en caso de emergencia.

 


 

AFIP INCAUTARA BIENES Y MERCADERIA
Plan de regularización

El Gobierno prepara un decreto de necesidad y urgencia para combatir el empleo en negro, con la novedad de que se castigaría a las empresas que en un plazo de entre 15 y 30 días no regularicen a su personal con la incautación de sus bienes y de las mercaderías que produzcan. Lo anunció el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Héctor Rodríguez, quien además anticipó que la recaudación caería en julio entre 2 y 3 por ciento respecto de igual mes del año pasado, aunque admitió que podría ser mayor porque no se puede evaluar el impacto de la crisis financiera de la última semana sobre la actividad económica.
Rodríguez dijo que “el objetivo que se persigue no es clausurar, sino que haya una regularización”, pero insistió con que “estamos pidiendo atribuciones fuertes” para los organismos de control.
Por otro lado, Rodríguez reveló que “se están analizando los movimientos de retiros en efectivo” que se registran en el sistema bancario, porque “hay un hilo conductor entre el contrabando de cigarrillos, el empleo en negro, la inmigración ilegal y el movimiento ilícito de combustibles”, afirmó. “Nos está preocupando mucho los retiros en efectivo; la gente paga en cheque y así se exteriorizan los movimientos de fondos, pero el retiro en efectivo es como dinero que desaparece del sistema”, aseguró.
Ambos objetivos anunciados por Rodríguez, sin embargo, no serán fácil de cumplir para la AFIP en la actual coyuntura. Por un lado, la profundidad de la recesión hace poco creíble que la AFIP vaya a cerrar fábricas, cuando la novedad hoy sería que continuaran abiertas. Por el otro, el retiro de dinero en efectivo se ha vuelto masivo en la última semana, debido a la fuga de depósitos, tanto de grandes como pequeños ahorristas, del sistema.

 

PRINCIPAL