Por Eduardo Tagliaferro
Para lo único
que se formó la Alianza fue para apartarme a mí del camino,
sostuvo ayer Carlos Menem desde su presidio en Don Torcuato. El mismo
día en que el fiscal federal Carlos Stornelli respondió
a la presentación formulada por la defensa del ex presidente, en
la que protestaba por el endurecimiento de las condiciones de detención
de su cliente, Menem concedió una entrevista a la radio Noticias
de Mendoza que fue reproducida por el noticiero de Telenoche,
violando las normas contempladas para su arresto domiciliario. El
lunes se formará un criterio y opinará, fue la respuesta
que entregaron a Página/12, en el juzgado de Jorge Urso, cuando
este diario quiso saber si el magistrado pensaba modificar el lugar y
el régimen de detención del ex presidente.
Más allá de la cautela mostrada en el juzgado federal, es
altamente probable que luego de las declaraciones públicas de Menem
Urso decida endurecer la prisión del ex presidente. Funcionarios
judiciales consultados por este diario aseguraban que ante la violación
de las normas contempladas para el arresto domiciliario, el magistrado
está obligado a garantizar su cumplimiento. A los 37 días
de haber sido detenido, finalmente Menem podría ser trasladado
a una unidad de la Gendarmería. Si su destino fuera el escuadrón
de Campo de Mayo, se reuniría con su ex cuñado Emir Yoma;
si, por el contrario, terminara alojado en la unidad que la fuerza tiene
en Retiro, volvería a encontrarse con el ex titular del PAMI, Víctor
Alderete, quien haría realidad su sueño de ser vecino del
Jefe una vez que éste se retirara del poder. No será en
Anillaco, pero vivirán cerca.
Ayer fue el día en que originariamente estaba previsto tomarle
declaración indagatoria a Menem, el riesgo país rondó
los 1600 puntos y en el mismo momento en que los gobernadores peronistas
se dirigían a la quinta de Olivos para imponerle condiciones al
gobierno de Fernando de la Rúa, la voz del ex presidente apareció
por las pantallas televisivas para señalar que lamentablemente
a partir del 10 de diciembre de 1999 se ha perdido el rumbo y el sentido
común.
No estaba hablando de sí mismo, cuando refiriéndose al actual
gobierno afirmó: prometieron cosas que no podían cumplir
y ahora cuando les toca gobernar no lo pueden hacer. Para los televidentes
fue inevitable no entrever tras los dichos de Menem un ardid para generar
presión política sobre el oficialismo. Desde distintos operadores
del menemismo se le viene transmitiendo a dirigentes del radicalismo,
los riesgos institucionales que produciría una prolongada
detención del Jefe. Palabras más palabras menos, la
misma idea que impulsó al actual jefe de la SIDE, Carlos Becerra,
a realizar gestiones de buenos oficios ante los camaristas
de la Sala II para obtener un fallo benévolo para el ex presidente.
El titular del radicalismo, Raúl Alfonsín, también
adscribió a esta tesis. Los memoriosos no olvidan que antes de
declarar ante Urso, en una de sus últimas incursiones políticas,
Menem había convocado a la población a comprar dólares.
Ayer el fiscal Stornelli le solicitó a Urso que las condiciones
de detención del ex presidente debían ajustarse al Reglamento
de Disciplina para los detenidos, un régimen que forma parte
del Reglamento General de Procesados, que mediante un decreto
fue firmado por el propio Menem y su ex ministro de Justicia, Elías
Jasan. Entre otras consideraciones, la norma sostiene que previo a concederle
a los mayores de 70 años el beneficio de la detención domiciliaria,
éstos tienen que pasar por un examen psico-físico. También
contempla una fuerte restricción al consumo de bebidas alcohólicas
y hasta la imposibilidad de preparar comidas.
En verdad resulta impensable que en una quinta del Gran Buenos Aires puedan
cumplirse cabalmente estas condiciones de detención. Lo cierto
es que probablemente desde el próximo lunes Menem tenga una preocupación
menos: los gastos de la comitiva que presta servicios en la quinta deArmando
Gostanian en Don Torcuato. Los ocho minutos de aire pueden ser el motivo
que lo conduzca al ex presidente a las instalaciones del escuadrón
de la Gendarmería en el barrio de Retiro. Allí también
se encontrará con otro viejo amigo: el ex ministro de Defensa Antonio
Erman González, quien según reconocen sus propios custodios,
tiene la conducta de un preso ejemplar. Lejos del ruido de Don Torcuato,
a Erman lo visitan exclusivamente sus familiares y a lo sumo sus abogados.
Aunque costosa, la movida de Menem conlleva el objetivo de mantenerse
en los medios, herramienta indispensable para que cualquier presión
política sea eficaz.
LA
ULTIMA SEMANA DE LOS VISITANTES A DON TORCUATO
Una procesión de amigos y un juez
Por E. T.
Son lo mejor de cada casa,
afirma el catalán Joan Manuel Serrat cuando habla de sus amigos.
Lejos de asemejarse a los simpáticos compinches del cantautor,
para ver a Carlos Menem, por la quinta de Don Torcuato, durante la última
semana, desfilaron todo tipo de personajes. El empresario de medios Constancio
Vigil, la ex vedette Ethel Rojo, ex funcionarios investigados por la Justicia
y llamativamente el juez Facundo Cubas; el mismo magistrado que instruye
la causa por el supuesto suicidio del capitán de navío Horacio
Estrada. Además de represor, el marino fue un hombre clave en la
venta ilegal de armas a Ecuador. Además de oficiar de intermediario
para la empresa ecuatoriana Prodefensa, Estrada era reconocido por su
estrecha amistad con Alberto Kohan, mano derecha de Menem y próximo
declarante en el juzgado de Jorge Urso.
Entre tantos notables, la visita del matrimonio Castro Videla, no resultaría
llamativa sino fuera por su condición de vecinos del country Mayling,
el mismo en el que vive el empresario periodístico, Daniel Hadad;
el hombre fuerte del Citibank, Guillermo Stanley y hasta el abogado Oscar
Salvi. En el country, Martín Castro Videla oficia de capitán
de golf. Allí Menem concurría con asiduidad hasta que el
consorcio protestó por la larga lista de golfistas que lo acompañaban
y que no afrontaban los gastos. El matrimonio Castro Videla acompañó
a la pareja Menem-Bolocco en su viaje a Palma de Mallorca. En los asados
del country, cuentan que Martín Castro Videla se jacta de ingresar
a Don Torcuato, por la puerta trasera, en el automóvil del comisario
encargado de la custodia. Más allá de la violación
que el propio Menem hizo de su régimen de detención, son
varias las anormalidades que los funcionarios judiciales tendrán
que revisar. El 7 de julio ingresaron a la quinta simultáneamente
tres abogados que en ese momento no estaban acreditados en el expediente;
Miguel Angel Pierri, Carlos Navac y Oscar Salvi.
El mismo día que desde la Casa de Tucumán, el presidente
Fernando de la Rúa afirmaba que hace años que esperamos
un milagro que nos devuelva nuestra riqueza. Pero no hay milagro,
Menem era visitado por algunos de su colaboradores más cercanos.
Arrancó la ronda su médico Alejandro Tfeli, quien limitó
su turno a un control de 10 minutos. El matrimonio Corach departió
con el ex presidente durante 45 minutos. Cerca del mediodía ingresó
a la quinta, la vedette Ethel Rojo su turno fue de media hora. Por la
tarde llegaba a la residencia el matrimonio Kohan. El encuentro del ex
Secretario general de la Presidencia con su Jefe consumió unos
cincuenta minutos. Cuando abandonó la quinta, ingresó el
juez Cubas.
Entre las causas resonantes que el magistrado tiene entre sus manos, está
el presunto suicidio de Estrada. En la ESMA, el marino era un verdadero
pesado que se destacó en la tropa de los grupos de tarea por sus
acciones de comando. De buena llegada al ex almirante Emilio Massera fue
sindicado como quien gestionó el pasaporte falso para Licio Gelli,
hombre fuerte de la logia masónica P 2. Miembro activo de la fundación
que lideraba Kohan, la FEPAC, Estrada junto con Jorge Rádice fueron
algunos de los torturadores que se reciclaron en las estructuras del menemismo.
Junto con el traficante francés Jean Bernard Lasnaud, Estrada ofició
de intermediario para los ecuatorianos que en teoría le habían
comprado a Diego Palleros los fusiles que debían ir hacia Panamá.
Incluso estuvo en la pista de Ezeiza cuando las armas subían a
los aviones de Fine Air encargados del transporte.
Cuatro días antes de que declarara frente a Urso, Estrada apareció
misteriosamente suicidado en su departamento de la calle Arenales al 910.
Antes de avisar a la policía, por la vivienda de Estrada habrían
desfilado más de cinco personas que desde el teléfono del
marino realizaron varios llamados, entre ellos uno que tuvo como destino
las oficinas de la SIDE. Así lo acreditó un informe que
la compañía telefónica entregó a la Justicia.
Todos estos interrogantes aún no han sido esclarecidos por el magistrado
instructor que el 9 de julio departió con Menem. El listado de
visitantes de Menem lo engrosan algunos personajes históricamente
ligados al caudillo riojano. Por eso no sorprenden las presencias de Eduardo
Bauzá, César Arias, Carlos Mazza o hasta el propio Luis
Santos Casale. La visita de la dirigente porteña Kelly Olmos es
llamativa porque se realizó al día siguiente de que ésta
liderara el escrache de un grupo de seguidores del ex presidente realizaron
frente a la casa de Urso.
|