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ANIBAL IBARRA PROPONE UN ACUERDO POLITICO Y SOCIAL PARA MORIGERAR EL AJUSTE
“Estamos cerca de un golpe de mercado”

El jefe de Gobierno porteño dice que De la Rúa debe adoptar las propuestas de la UCR y el Frepaso para imponer gravámenes a los que más ganaron en los últimos 10 años y así atenuar el ajuste. Y que hay que marchar a un acuerdo nacional que le daría al Gobierno poder para enfrentar el embate de los mercados. El papel de Alfonsín, los gobernadores del PJ y Cavallo.
Aníbal Ibarra sostiene que el Gobierno no puede hacer el ajuste con los jubilados y los empleados. “Esto no sólo es injusto sino que, además, deslegitima socialmente cualquier medida de reducción del gasto.”


Por Sergio Moreno

Es sábado a la tarde y la municipalidad tiene un aspecto desolado y prolijo. En el primer piso del palacio, Aníbal Ibarra de camisa y corbata fatiga el teléfono para averiguar cómo van las negociaciones en la Jefatura de Gabinete, hasta donde Raúl Alfonsín hizo llegar la propuesta de la UCR, similar a la que anteayer hizo el Frepaso, para morigerar el ajuste propuesto por el Gobierno e imponer a los sectores que más dinero ganaron durante la década del menemato algún gravamen que derrame algo de justicia a la tijera. “Estamos a las puertas de un golpe de mercado”, dice el Jefe de Gobierno, que está convencido de que esta crisis es una oportunidad única para crear un movimiento político-social que sostenga a la Argentina ante el cimbronazo de los mercados y garantice la gobernabilidad.
–¿Tiene algún indicio sobre si el Gobierno quiere modificar la composición de la Alianza, echando al Frepaso y a la UCR?
–No el Gobierno, ni de De la Rúa. Tal vez algún funcionario o algún sector piense que el respaldo que necesita el Gobierno pase por allí, pero estoy convencido de que no lo piensa De la Rúa.
–¿Lo piensa Patricia Bullrich?
–No me consta de Patricia Bullrich pero si alguien pensara esto sería un error y tal vez un símbolo de impotencia política. Está claro que el Gobierno nacional no viene de ganar unas elecciones, con toda la fortaleza que ello otorgaría, y necesita un respaldo político que no alcanza a tener. Pero no pasa por desprenderse del radicalismo ni del Frepaso. En todo caso, el desafío es cómo articula un gran marco de acuerdo político y social transversal que es lo que necesita el país como sostén para superar la crisis. Esto no es “El Gran Hermano”, acá no hay que nominar a alguien para que se vaya, todo lo contrario: acá tenemos que sumar cada vez a más sectores para salir de esta crisis.
–Aparentemente el Gobierno camina en sentido contrario. La UCR, encabezada por Alfonsín, y el Frepaso, con el documento del viernes, han marcado claras diferencias con el plan de ajuste. También los gobernadores peronistas se han negado a dar su respaldo.
–Es necesario conseguir un fuerte respaldo político y obtener un fuerte consenso social. No se puede resolver la situación económica y el déficit fiscal si no se resuelve la situación social, que también llegó al límite. Hay una coincidencia transversal en la necesidad de reducir el gasto público, no hay dudas, y es necesario tomar medidas ahora frente al cierre de todo financiamiento internacional. Esto es distinto a decir que el ajuste tiene que pasar por aquellas personas que cobran 200 o 300 o 400 pesos de jubilación. Esto no sólo es injusto sino que, además, deslegitima socialmente cualquier medida de reducción del gasto público. ¿De qué manera el Gobierno, o el ministro Cavallo podrían obtener ese respaldo transversal al que hice referencia? Disponiendo medidas de reducción del gasto y también repartiendo el esfuerzo, obteniendo ingresos de otros sectores para que no sean alcanzados los de menores recursos. Hacer esto es posible y significa mejorar la propuesta que lanzó el gobierno. De otra manera es inviable porque no hay proyecto que sea posible ejecutar sin consenso político y social. Estoy de acuerdo con que hay un límite en la situación fiscal; pero también hay un límite social. La sociedad no da más y un gobierno debe poder explicar las medidas que toma. Este plan es difícilmente explicable. Si se reparten los esfuerzos, seguramente el conjunto va a aceptar la necesaria reducción del gasto. No sólo evitaríamos medidas injustas, sino que además daríamos legitimidad política y social al recorte.
–¿El Gobierno va a acceder a introducir estas modificaciones?
–Estoy convencido que sí, porque el Gobierno ya se sentó a hablar con los bancos, con las privatizadas, con las AFJP para ver de qué manera ellos comprometían un esfuerzo ante esta situación.
–Esos sectores son los que incitan a hacer el ajuste en esta forma. ¿Por qué aceptarían modificar el plan que ya anunciaron De la Rúa y Cavallo?
–Acá es donde se debe plantar el Gobierno, para lo cual es necesario contar con el respaldo de todos los sectores políticos y sociales detrás de este objetivo. El sector financiero es tenedor de títulos públicos; si acá se llega al default pierde toda la sociedad, pero también pierden los bancos. Entonces, es de sentido común que ellos deben comprometer su aporte en esta crisis. Y, además de todo eso, el Gobierno es uno de los principales interesados en realizar una reducción del gasto que sea viable. Se deben generar ingresos por otro lado. Si no hacemos esto, quedamos atrapados en la recaudación que si baja en los próximos meses, según el plan original, se debería aumentar aún más la reducción de salarios y jubilaciones. Contrariamente, si uno reduce el gasto, pero genera ingresos por otras vías, no quedamos rehenes de la recaudación.
–En el comienzo del gobierno de la Alianza, se desechó la posibilidad de crear un impuesto por única vez a las privatizadas, al estilo de Tony Blair. Dieron marcha atrás aduciendo a que eso hubiese puesto en riesgo la seguridad jurídica. Lo dijo Machinea e incluso lo sostuvo el Frepaso. Ahora proponen gravar a las privatizadas, a las AFJP, a los bancos. ¿La crisis les ha hecho cambiar de parecer?
–Una situación de profunda crisis hace necesario tomar medidas drásticas que en situaciones normales no tomaría. Nos cortaron el crédito internacional, no tenemos de dónde financiarnos, entonces hay dos opciones: se reducen los ingresos de los que menos tienen o se reduce achicando lo anterior y haciendo aportar a los que más tienen. En situaciones normales no tomaría este tipo de medida. Esto es lo que el Gobierno nacional está analizando en estas horas, y yo espero que lo comprenda porque es la oportunidad para convocar a todos los sectores políticos y sociales detrás de esta situación de crisis. Estoy convencido que hay que generar un marco político y social, con todas las fuerzas políticas, los empresarios, los gremios, la Iglesia, con el que se dé respaldo a una situación que pueda ser explicable y asimilable por la sociedad. Esta es la propuesta que le hemos llevado al Gobierno, el Frepaso y la UCR: un plan más justo para reducir el gasto público con equidad. Ojo: aquellos que ponen acento estrictamente en la cuestión de caja se van a olvidar de la conflictividad social. Lo que propone Cavallo puede cerrar en los números, pero no le cierra socialmente.
–¿Y si el Gobierno no acepta modificar el recorte?
–Confío en que va a aceptar. Creo que lo está pensando, realizó acciones en este sentido, y creo que lo aceptará en las próximas horas.
–¿Y si no acepta?
–Confío en que va aceptar.
–¿Usted cree que hay chances de atenuar la crisis desde la política?
–Cada vez menos, y esto también es un mal síntoma. Se ha descargado mucho y ferozmente sobre la política en los últimos tiempos, y hay que tener cuidado con esto. Es cierto que nosotros luchamos por renovar la política, pero hay quienes arremeten contra la política deslegitimándola, debilitándola, para poder imponer sus criterios. Cuando tenemos una política en esas condiciones, no hay gobierno ni hay partido que pueda sentarse a negociar con los factores de poder, y el Estado y la sociedad quedan a su merced. Esto es lo que ha ocurrido, por lo que hay que reivindicar a la política en tanto elemento transformador.
–Siguiendo la evolución del Gobierno nacional desde que asumió hasta ahora podría colegirse que quienes arremetieron contra la política han conseguido su objetivo. Parece como que la democracia está vacía de contenido: la gente votó a otro gobierno para que hiciese lo contrario de lo que viene haciendo.
–Hay que mejorar y reconstruir la política y buscar más política porque si no, quedamos a merced de los factores de poder. Hoy estamos a las puertas de un golpe de los mercados que quieren arrodillar a la Argentinay a la política. Para enfrentarlo es necesario buscar un fuerte consenso y obtener legitimidad social, de lo contrario el Gobierno quedará cada vez más aislado y va a ser presa fácil de los mercados. Necesitamos un acuerdo para salir de la crisis y también para dar respaldo al proceso institucional: no olvidemos que existen quienes, con algún oportunismo electoral y en forma peligrosamente antidemocrática, especulan con anticipar las elecciones. Hay que cerrar firmemente el paso a ese tipo de especulaciones y esto se logra con este acuerdo. Hay disposición en muchos sectores.
–Para lograr algún acuerdo político la lógica indica que primero se convoca a las partes a un debate y de los consensos que se encuentren surge un plan común. El Gobierno ha hecho todo lo contrario: realizó su plan y después llamó a todo el mundo para que lo apoyen. Debate cero.
–Por eso, esta es la oportunidad para, sobre la base de lo que propuso el Gobierno, hacer las modificaciones necesarias que propusimos nosotros y la UCR y también los gobernadores peronistas. Las profundas crisis también son oportunidades. Y aquí hay que olvidarse de las elecciones de octubre: quien hoy especule con las elecciones no sólo está errado, sino que nos va a alejar del objetivo. Si conseguimos un acuerdo estaremos pensando un país para el futuro, más allá de lo que pase en octubre. En esto tiene que estar interesado De la Rúa y también Cavallo. Estoy convencido de que hay sectores del mercado que apuestan a un empeoramiento de la situación, que buscan forzar la renuncia de Cavallo porque no le sirve a sus objetivos.
–¿Cuál es el límite del Frepaso?
–En una crisis de esta magnitud, los límites entre el adentro y el afuera son muy difusos. A las puertas de un golpe de mercado, el Frepaso va a dar la pelea para tratar de evitarlo y conformar ese acuerdo nacional que reclamamos. Yo no identifico a la Alianza con el Gobierno nacional. El Frepaso está trabajando con el radicalismo, con quienes formamos la Alianza original para conseguir este acuerdo.
–¿Cómo evalúa el papel que juega Alfonsín en esta crisis?
–Son tiempos de mucha susceptibilidad. Alfonsín mantuvo una misma línea de responsabilidad en todo momento. Apoyó al Presidente, dijo que hay que hacer una reducción, pero que no puede pasar por los sectores de menos recursos.
–¿Existió una operación para tratar de culpar a Alfonsín de una posible cesación de pagos?
–No sé si una operación, pero es cierto que hay muchos que quieren buscar culpables y proyectan esa culpabilidad en otros. Alfonsín puede ser un blanco para esos. Ahora resulta que del default no son culpables los que financiaron el gasto del Estado con la venta de su patrimonio, ni los que sobredimensionaron el Estado, ni los que dejaron grandes déficit provinciales y se niegan a achicar, ni los que buscan ganancias rápidas sino que los culpables del default son Alfonsín, los jubilados y los empleados del Estado. Acá hay que poner paños fríos y tener cuidado de no manejarse irresponsablemente.
–¿Y el papel de los gobernadores peronistas?
–No se puede juzgar a todos por igual. Hay quienes buscan acorralar al Gobierno y quienes actúan con responsabilidad. Estoy seguro de que todos van a responder positivamente frente a estas modificaciones que planteamos al plan original. Porque la gente va a saber identificar y castigar a quien se aparte y busque su propio beneficio.
–¿De la Rúa tiene la fortaleza para modificar el plan original?
–Tiene la voluntad, ha puesto al Gobierno a trabajar en esto y necesita la fortaleza que le dé el respaldo no sólo de la Alianza sino también de los demás sectores políticos y sociales que debemos convocar. Hoy tenemos un Gobierno con un gran desgaste: esto requiere medidas fuertes, audaces y convocantes.

 

Sin ajuste en la Ciudad

–¿Va a hacer el ajuste en la ciudad?
–No va a haber ajuste en la ciudad de Buenos Aires. Vamos a pagar los sueldos, los aguinaldos, el incentivo docente y a los proveedores en efectivo y en tiempo y forma. Los números están en orden, la ciudad tiene un banco saneado y sólido. Vamos a cumplir con nuestras obligaciones, por lo que llamo a los ciudadanos a seguir pagando sus impuestos con total normalidad.

 

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