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CAE UNA BANDA QUE VENDIA DROGA EN LA COSTA
Policía y narcotraficante

El cabo Gigena revistaba
en la brigada antinarcóticos de la Bonaerense. Ayer lo detuvieron por vender cocaína con su mujer.

Banda: Hacían circular, junto con la droga, pesos y dólares falsificados. También estarían involucrados en maniobras con cheques y documentos para autos.

Se sospecha que Gigena
actuaba con protección de superiores.
Primero cayeron su mujer y su cuñado, después el cabo.

La investigación judicial sobre las actividades de una banda dedicada al tráfico de drogas tuvo una derivación sorpresiva: el hilo conductor de los hechos, luego de la detención de dos de los involucrados, que eran parientes entre sí, fue llevando hacia un tercer integrante del mismo clan que resultó ser policía y para colmo de la brigada antinarcóticos. El tercer imputado es el cabo Marcelo Gigena, quien se desempeñaba en una dependencia policial con sede en Mar del Tuyú, ciudad en donde se produjo el operativo que terminó con la detención del uniformado. La investigación, a cargo del juez federal de Dolores Augusto Sosa, está orientada a poner fin a las actividades de una organización que vendía cocaína y marihuana en General Madariaga, Mar de Ajó y Mar del Tuyú.
La información acerca de la detención de Gigena fue confirmada ayer por la Jefatura de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Dolores. Fuentes de esa dependencia precisaron que Gigena está preso en esa dependencia y que antes había trabajado también en la Brigada Antinarcóticos de General Madariaga. Antes habían sido detenidos la esposa y el cuñado del policía. En la causa se investiga, en forma paralela, si la banda está vinculada con la circulación de dinero falso en esas localidades. Se supone que se trata de una organización importante y es probable que se produzcan nuevas detenciones en las próximas horas.
El juez Sosa viene siguiendo desde hace un año las actividades del grupo, que se dedicaba a vender cocaína y marihuana en discotecas, pubs y bares de distintas ciudades del Municipio Urbano de la Costa y del partido de General Madariaga. Desde el comienzo se instaló la sospecha de que la distribución se realizaba con la participación directa o con el visto bueno de algunos miembros de la Policía Bonaerense. En fuentes allegadas a la investigación no se descartaba la detención de otros uniformados que estarían sospechados de haber facilitado los hechos ilícitos investigados. Durante todo este tiempo la pesquisa se realizó con la intervención de la delegación de la División Drogas Peligrosas de la Policía Federal en Madariaga, y del cuerpo de Narcocriminalidad de la Bonaerense. El seguimiento tuvo sus primeros frutos el 2 de julio pasado, con la detención de dos hermanos, un hombre y una mujer. Se trata de la esposa y del cuñado de Gigena, quien a pesar de que le seguían los pasos siguió trabajando en la brigada de Mar del Tuyú.
Los miembros de la banda hacían circular, junto con la droga, pesos y dólares falsificados. También estarían involucrados en maniobras ilegales con cheques y en la confección de documentos para automotores. Lo que se trata de reconstruir es la ruta de la droga, para establecer otras conexiones que podrían pasar por la ciudad de Mar del Plata. Se presume que Gigena contaba con la complicidad de otros integrantes de la fuerza y que la investigación podría seguir provocando sorpresas.
Desde hace años, la costa atlántica es una zona del país muy atractiva para los traficantes de drogas. En muchos casos, los involucrados son policías, como ya ocurrió a fines de 1999, cuando los miembros de la organización eran dos agentes, padre e hijo. O como ocurrió antes, con los casos de corrupción policial derivados del crimen del fotógrafo José Luis Cabezas. En mayo, fuentes de la Procuración de la Suprema Corte bonaerense aseguraron que detrás de los crímenes en serie de 26 mujeres estaba la mano de una organización dedicada al tráfico de drogas y al negocio de la prostitución.

 


 

SOSPECHADO DE MATAR A SU ESPOSA EN PALERMO
Emerson se entregó mansamente

El sospechoso se había alojado en el hotel de Luz y Fuerza, en pleno centro de Mar del Plata, y tenía pensado seguir allí, hasta que la zona comenzó a llenarse de policías de civil, todos de la Federal, y el hombre, resignado frente a lo inevitable, resolvió entregarse en la comisaría 1ª de la ciudad balnearia, sin ofrecer la más mínima resistencia. Así terminó el fugaz escape de Francisco Emerson, de 23 años, sospechoso de ser el autor del homicidio de su esposa, Luisa Morales, de 22, ocurrido el miércoles en el departamento que compartían en el barrio porteño de Palermo. Al comparecer ante los policías marplatenses, Emerson negó la autoría del hecho y sostuvo que sólo había presenciado el crimen cometido, según su versión, por una persona cuya nombre no trascendió.
La policía hizo saber que la intención de Emerson era la de esconderse en la ciudad de Balcarce, pero cuando se dirigía hacia allí tuvo un accidente con su automóvil, que volcó y quedó destrozado. Por eso tuvo que quedarse en Mar del Plata. “Tiene dos tipos de heridas, las que le causó el accidente y otros cortes, similares a los que produce un cuchillo”, explicó una fuente policial. Esos cortes de cuchillo son en la mano y datan de “varios días”, lo que confirmaría su participación en el crimen.
Desde el primer día los investigadores estimaron que era posible que el asesino tuviera heridas en la mano, ya que se habían encontrado huellas de sangre, en las paredes y en el piso del departamento de Palermo, que no pertenecían a la víctima. La joven tenía cortes en el rostro y en el tórax, además de una herida muy profunda en el cuello, que fue la que le provocó la muerte. Las huellas que quedaron en el departamento “A”, del octavo piso del departamento de Pereyra Lucena 2546, daban cuenta de la “gran ferocidad” con la que actuó el asesino.
La policía dijo desde el principio que se trataba de un crimen pasional y tres brigadas de la comisaría 53ª, de la Policía Federal, orientaron la búsqueda hacia la Costa Atlántica. El hallazgo del coche de Emerson, destrozado en la ruta, orientó la búsqueda y ayer se produjo la detención. Se supone que entre hoy y mañana será trasladado a Buenos Aires, donde tiene que ser indagado por el juez de instrucción Vicente Cisneros.

 

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