ETA volvió a pronunciarse
sobre los lineamientos de la política vasca. Y eligió un
escenario singular: apenas dos horas antes de que asumiera como reelecto
lehendakari (presidente vasco) Juan José Ibarrexte candidato
de la alianza entre el moderado Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Eusko
Alkartasuna (EA), fue asesinado José Javier Múgica
Astribia, un concejal conservador de la localidad de Leiza, por medio
de una bomba-lapa colocada bajo su furgoneta en un atentado atribuido
a la organización separatista vasca ETA. El acto de investidura
presidencial empezó con un minuto de silencio en repudio al hecho
y, luego, Ibarretxe prometió combatir las barbaridades de
ETA. Un rato después, tras confirmar la continuidad de la
mayoría de su gabinete, Ibarretxe debió viajar a San Sebastián
para ver el estado de salud del mando de la policía vasca, Mikel
Uribe, que había sido tiroteado por integrantes de la ETA en la
ciudad de Leburu unas horas más tarde de su asunción; Uribe,
finalmente, murió.
El concejal asesinado de la Unión del Pueblo Navarro (UPN) hermanada
con el Partido Popular (PP) fue la décima víctima
de la ETA en lo que va del año. La ciudad de Leiza, localidad en
la que Múgica ejercía también como fotógrafo
y conductor de autobuses, es un bastión de la alianza Euskal Herritarrok
(EH) considerado brazo político de ETA; recientemente reorganizada
bajo el nombre de Batasuna y a ella pertenece también el
alcalde de la localidad. La ETA había matado el martes pasado en
vísperas de otra jornada emblemática: el debate de investidura
de Ibarretxe- a un policía nacional, en la explosión de
un coche-bomba en Madrid, que provocó también heridas a
otras 13 personas.
Antes de tomar posesión de mi cargo, quiero trasladarle a
ETA mi profundo desprecio y el profundo desprecio de la sociedad vasca
por sus barbaridades, que vamos a combatir con todas nuestras fuerzas
enfatizó, en la ceremonia, el jefe de gobierno vasco, quien gobernará
los próximos cuatro años tras ganar los comicios regionales
del pasado 13 de mayo al frente de la coalición PNV-EA y ser reelecto
por mayoría simple, anteayer, en la segunda votación parlamentaria.
Los reyes de España, desde París, y el presidente de la
Comisión Europea, Romano Prodi, repudiaron inmediatamente el atentado.
Es un insulto a los derechos humanos y una amenaza para la democracia,
añadió Prodi.
Ayer mismo, pero con unas horas de diferencia y en otra ciudad del norte
de España, el jefe de la Unidad de Inspección de la Policía
Autónoma Vasca, recibió varios impactos de bala en la cabeza
y el cuerpo que le causaron la muerte, aunque en un primer momento fue
trasladado con vida a un centro hospitalario de San Sebastián,
donde lo visitó Ibarretxe. Después del ataque, los autores
huyeron en un coche que hicieron estallar en la cercana ciudad de Tolosa,
en una técnica habitualmente utilizada por los activistas de ETA
para borrar huellas. Tal como lo anunció en su momento, se concreta
la decisión de la ETA de radicalizar su política después
de los desastrosos resultados electorales de mayo.
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