Por
Pablo San Roman
Desde Moscu
El Comité Olímpico Internacional (COI) decide su futuro
en Moscú con la elección del sucesor del español
Juan Antonio Samaranch, que deja su cargo tras 21 años al frente
del organismo, y en la que el belga Jacques Rogge, un cirujano de 59 años,
parte como favorito.
Además de Rogge, presidente de los Comités Olímpicos
Europeos y ex campeón mundial de vela, los otros dos aspirantes
al puesto con mayores posibilidades son el canadiense Dick Pound, de 59
años, responsable de marketing, y el surcoreano Kim Un Yong, un
ex diplomático de 70 años.
Las candidaturas de la estadounidense Anita De Frantz, primera mujer de
color que entró en el COI, y del diplomático y ex campeón
olímpico de esgrima húngaro Pal Schmitt no parecen contar
con ninguna posibilidad de hacerse con la mayoría de los votos
de los 118 miembros del organismo presentes en Moscú, que elegirán
un mandatario para los ocho próximos años, renovables por
un período de cuatro.
Kim, uno de los miembros más influyentes del COI, cuenta con el
handicap de su edad en un organismo que se quiere renovar y dar entrada
a los atletas. Por otra parte el surcoreano está inmerso en los
problemas de corrupción que sacudieron el COI en 1999 en relación
con la candidatura de Salt Lake City.
El surcoreano recibió una advertencia seria por una presunta beca
recibida por su hijo de la ciudad estadounidense organizadora de los Juegos
Olímpicos de invierno de 2002, en una investigación llevada
por uno de sus rivales en Moscú, el canadiense Dick Pound. Además,
la elección de Pekín como sede de los Juegos de 2008 no
lo favorece.
Las posibilidades de Pound son una incógnita. Pese al progreso
económico del COI gracias en parte a su labor en la comisión
de marketing, este hombre, que también es presidente de la Asociación
Mundial Antidopaje (AMA), se creó muchas enemistades entre los
miembros del COI cuando realizó las investigaciones por los casos
de corrupción.
La Comisión de Etica del COI dirigió un llamado al orden
implícito al candidato surcoreano, sospechoso de haber hecho una
promesa financiera excesiva a los miembros del organismo. La Comisión
reveló haber sido apelada por un miembro del COI, al que no identificó,
tras unas declaraciones atribuidas por la prensa a Kim, según las
cuales, al parecer aseguró a sus pares que, en caso de elección,
recibirían una indemnización anual de 50.000 dólares
por los gastos ligados a su función. Kim confirmó su propuesta
en declaraciones al Frankfurter Allgemeine Zeitung. Para mí
no es mucho dinero, pero hay miembros para los que sí, explicó
Kim, quien apunta a darles a sus compañeros prestigio, orgullo,
status y trabajo. Y respaldo para su trabajo.
La propuesta fue mal recibida. Si esto es verdad, se trata de un
caso para la Comisión de Etica. Choca contra muchas reglas y contra
su espíritu, dijo el suizo Marc Hodler, quien desató
en diciembre de 1998 el escándalo de Salt Lake City con sus revelaciones.
Hodler definió la propuesta de Kim lisa y llanamente como un soborno.
No sé nada de esto, pero si se confirma sería una
catástrofe para el COI, opinó el noruego Gerhard Heiberg.
Samaranch, el hombre que hizo entrar los Juegos en el profesionalismo,
cederá el lunes su bastón de mando, un día antes
de cumplir 81 años y exactamente 21 después de acceder al
cargo en 1980 en Moscú.
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