Por
Patrice Burchkalter
Desde Silverstone
Mika Hakkinen (McLaren-Mercedes) puso punto final a su mala
suerte y volvió a saborear la victoria en el Grand Prix de
Gran Bretaña de Fórmula 1. ¡Y qué victoria!
El doble campeón del mundo finlandés relegó a los
Ferrari de Michael Schumacher y de Rubens Barrichello, lejos, muy lejos
de su McLaren-Mercedes, al término de una verdadera demostración.
De pie en su monoplaza, con los pulgares hacia arriba, luego los brazos
en V en el podio, Hakkinen recuperó todos los gestos
de ganador ante la mirada emocionada de Adrian Newey, director técnico
de McLaren. Gestos que el finlandés había hecho dieciocho
veces en el pasado y que no había tenido el placer de repetir desde
el 27 de agosto pasado en Bélgica, en el circuito de Spa-Francorchamps.
Es difícil de explicar lo importante que es esta victoria
para mí. Es realmente bueno luego de un recorrido tan difícil.
Mejor aún es el hecho de que la obtuve en Silverstone, confesó
Hakkinen.
Luego de pasar limpiamente al Ferrari de Michael Schumacher que
había largado en la pole, en la quinta vuelta, Mika Hakkinen
volvió a convertirse en el piloto dominador de sus mejores épocas.
Quise presionar desde el inicio. Luego fue necesario no perder la
concentración. En realidad, quería ser el primero en beber
té a la llegada. Y me sorprendió ver que era champagne ironizó
el ganador. Sí, sigo siendo igual de rápido que antes
de mi serie negra, insistió.
Esta victoria llegó en buen momento para Hakkinen, puesto que actualmente
está negociando su futuro con Ron Dennis, el patrón de la
escudería anglo-alemana. McLaren-Mercedes no será campeón
del mundo esta temporada, ni en el campeonato para constructores, ni en
el de pilotos: David Coulthard dejó escapar ayer su última
posibilidad. Víctima de un choque con Jarno Trulli (Jordan-Honda)
en la largada, Coulthard dejó partir sus ilusiones de una tercera
victoria consecutiva en Silverstone y de un eventual título mundial.
Al abandonar tres vueltas más tarde, en un salida de pista debido
a una suspensión trasera estropeada en el incidente de la largada,
el británico permitió a su rival alemán dar un importante
paso hacia la cuarta corona mundial, ya que éste lo aventaja ahora
por 37 puntos. Aún quedan 60 puntos. Y si bien con 47 puntos
me encuentro en una situación confortable, nada está decidido,
destacó el alemán.
En Silverstone, Ferrari no fue tan eficaz, ni tan competitivo como de
costumbre. Es muy difícil correr aquí, protestó
Schumacher. Inclusive, el alemán fue superado por Juan Pablo Montoya
(Williams-BMW), pero el colombiano finalmente terminó en la cuarta
plaza, delante de los Sauber de Kimi Raikkonen y Nick Heidfeld.
Fue una carrera magnífica y pienso que hubiésemos
podido terminar en el tercer lugar comentó Montoya.
Decidimos una estrategia que finalmente no funcionó. La largada
fue muy buena. Luego de los tanques llenos me conformaba con un solo punto,
con lo cual tres no está nada mal, concluyó optimista
el colombiano.
Y, en el podio, Schumacher y Barrichello no dudaron en honrar a Mika Hakkinen,
regándolo con champagne. Estoy feliz con este resultado ya
que es mi primer podio en Silverstone dijo el brasileño.
Gané algunos lugares en la largada y postergar mi entrada en boxes
fue una buena idea. El auto no tenía el equilibrio que deseaba,
con lo cual debía pilotar con cuidado, pero al mismo tiempo tenía
que ser rápido. Me dediqué a dejar a Montoya detrás
de mí luego de mi entrada a boxes, y el auto funcionó mejor
con el segundo par de neumáticos, precisó Barrichello.
Es muy bueno que Mika regrese a la cima, resumió, como
conclusión, Michael Schumacher.
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