Por
Raúl Dellatorre
Los
banqueros del exclusivo grupo de los formadores de mercado
y los directivos del no menos exquisito núcleo de empresas privatizadas
se comprometieron ayer a aportar un total de 1000 millones de pesos como
anticipo del Impuesto a las Ganancias. Este será aplicado
por el Gobierno al financiamiento de los vencimientos de deuda de las
provincias en lo que resta del año, a cambio del compromiso de
éstas de llevar sus presupuestos a un déficit cero
en un plazo no mayor a 90 días. Pero a pesar de que los banqueros
se negaron a hacer un aporte similar para financiar un seguro de desempleo
tal como lo había requerido el Grupo Productivo, el
vicejefe de Gabinete, Armando Caro Figueroa, afirmó al ser consultado
por Página/12 que un pacto social es necesario para evitar
la conflictividad, y en la semana vamos a estar trabajando en ello.
En un encuentro realizado ayer a las 13.30 en la Jefatura de Gabinete,
Chrystian Colombo les transmitió a los banqueros la necesidad del
aporte para financiar a las provincias. Concurrieron, entre otros, Eduardo
Escasany (Galicia), Emilio Cárdenas (HSBC), Manuel Sacerdote (BankBoston),
Enrique Cristofani (Río-Santander) y Guillermo Stanley (Citi).
Los bancos aportarán 500 millones, en tanto que un grupo de empresas
privatizadas suministrarán otro tanto, de las que Repsol YPF ya
anunció el viernes su aporte de 150 millones.
Según les adelantó Colombo, el financiamiento ya está
consensuado con las provincias justicialistas, a excepción de Santa
Cruz y Córdoba. El resto, al menos, suscribiría hoy mismo
el acuerdo con el gobierno nacional y la conformación de un consejo
administrador del fondo fiduciario compuesto por dos representantes de
las provincias justicialistas, dos de las gobernadas por la Alianza y
dos por el gobierno nacional. El compromiso que asumen a cambio los mandatarios
provinciales es conseguir el déficit cero en sus respectivos
presupuestos en un plazo de 60 a 90 días, señaló
a este diario uno de los asistentes a la reunión. La postergación
hasta hoy de la firma del compromiso obedece a que los justicialistas
no quisieron aparecer convalidando el ajuste junto al presidente de la
Nación, anoche cuando hizo el anuncio público.
En cambio, el Grupo Productivo, encabezado por Ignacio de Mendiguren (UIA),
no pudo lograr un compromiso similar de las entidades financieras para
que aporten a un seguro de desempleo y a un fondo de ayuda para sectores
marginados. El plan, que el sábado fue presentado ante la Jefatura
de Gabinete, contempla una serie de medidas arancelarias y tributarias
que, junto a otras de carácter social (rebaja de medicamentos,
entre otras), apuntan a promover la reactivación del mercado interno.
Para ser eficaz, el plan requería el acuerdo de banqueros,
empresas líderes y AFJP para financiar el subsidio, pero hasta
ahora no lo han conseguido, comentó Caro Figueroa a Página/12.
Según nos manifestó De Mendiguren, está muy
avanzado el acuerdo con las dos CGT para llegar a una especie de pacto
social, agregó. Cuando se lo consultó acerca del interés
que podría tener el gobierno, Caro respondió que nos
evitaría la conflictividad social, así que es un pacto muy
necesario, y en la semana lo iremos trabajando. Pero aclaró
que nada tenía que ver esta suerte de tregua social con el aporte
empresario, a modo de adelanto de impuestos, que se obtuvo para asegurar
el cumplimiento de los compromisos provinciales.
El
regreso de ex ministros
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López
Murphy.
La revancha
Debe sentir
en su fuero íntimo una satisfacción que sólo
puede estar empañada
por su profundo sentimiento de lealtad al radicalismo, que lo lleva
a penar por las desventuras de su amigo Presidente. En cambio, sus
amigos de la Fundación no tienen ese berretín de la
política y, en ese caso, el goce es pleno. El déficit
fiscal cero, acompañado para alcanzarlo por un megaajuste
de las cuentas públicas, es una revancha, pequeña,
pero revancha al fin para el equipo económico de López
Murphy, economistas ultraliberales que fueron tirados por la ventana
del Gobierno cuando propusieron pasar la tijera por partidas de
Educación y de las Provincias. Ayer, el jefe de FIEL, Ricardo
López Murphy, habló en un gesto autorreivindicatorio:
Mañana las circunstancias políticas empeorarán
si no afrontamos hoy los problemas, dijo en declaraciones
a La Capital de Rosario. López Murphy recordó que
durante su breve paso por la cartera económica hubo
innumerables instancias en torno a medidas estructurales que hubieran
sido de bajísimo costo, las cuales tendrán que ser
reemplazadas ahora por decisiones muy traumáticas.
Ahora se va a necesitar un esfuerzo mayor del que se requería
en diciembre de 1999, y mayor que el que se requería en noviembre
de 2000 o en marzo de 2001.
José
Luis Machinea.
Por lealtad
Otro que
está viviendo una especie de revancha, también pequeña,
pero revancha
al fin, es José Luis Machinea. En este caso, también,
su lealtad al radicalismo fundamentalmente a su sostén político,
Raúl Alfonsín, lo ha impulsado a volver al ruedo.
Machinea abandonó el cuartel de invierno donde se recluyó
luego de renunciar, encontrando en el departamento de Alfonsín
el espacio para hacer sus aportes al plan alternativo presentado
el sábado pasado por la UCR y el Frepaso. Dicen sus amigos
que el papel de Machinea fue estelar en esa jornada. Machinea aportó
varias ideas. Algunas las tenía en carpeta en las semanas
previas a renunciar, en marzo de este año, lo que abre interrogantes
de por qué no las implementó en su momento. Entre
ellas, la de fijar un impuesto a las comisiones que cobran las AFJP.
Este consistiría en aplicar una alícuota del 25 por
ciento sobre las comisiones, por un plazo de seis meses. Según
estimó Machinea, con ese aporte el Tesoro recaudaría
unos 200 millones de pesos en lo que queda del año. También
propuso postergar hasta el año próximo la devolución
del adelanto de Ganancias que se hará en agosto, calculando
que el ahorro sería de 350 millones. Volvió Machinea,
como pedían en un afiche la UCR que empapeló la ciudad
el viernes pasado.
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