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LA IRA DE CAVALLO FRENO UN ACUERDO CON LOS GOBERNADORES JUSTICIALISTAS
Un domingo en el que Mingo les dijo minga

El ministro de Economía irrumpió en un encuentro de mandatarios del PJ y el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo. Se negó a cambiar los principales lineamientos del ajuste y cuestionó la administración de Carlos Ruckauf, quien se fue con un portazo. Hoy los gobernadores definirán su postura.

Por Diego Schurman

Domingo Cavallo entró como una tromba. Y ya nadie lo pudo frenar.
–Tu provincia en un desastre. Por culpa tuya van a correr todos los depósitos en el banco –dijo mirando a Carlos Ruckauf.
Al gobernador le pareció demasiado. Se levantó y, antes de dar el portazo, se despidió mirando a Chrystian Colombo:
–Yo no vine acá para ser agraviado. Chau.
El tono de la discusión no dejó margen para alcanzar un acuerdo. Y el jefe de Gabinete debió contemplar cómo el puñado de gobernadores del PJ abandonaba las instalaciones de la ex Somisa. No fue un desplante: con la retirada llegó el compromiso de dar hoy una respuesta definitiva al Pacto de la Independencia, como se denominó pretenciosamente al plan de ajuste oficial.
Los mandatarios se reunirán a media mañana, antes de la apertura de los mercados, en el Consejo Federal de Inversiones. Y buscarán resolver un intríngulis: cómo mostrar predisposición con el Gobierno y a la vez tomar distancia de una nueva reducción de haberes de estatales y jubilados. Colombo irá personalmente al CFI a buscar el apoyo al nuevo ajustazo. Irá con mayor expectativa ya que, además de Ruckauf, también estarán José Manuel de la Sota y Carlos Reutemann. En el PJ, las señales dadas al Gobierno no son malas, pero no quieren que Cavallo concurra a ese encuentro. La experiencia de ayer fue suficiente para romper lanzas.
Es que Cavallo llegó sin aviso previo. “Ya entró con los ojos desorbitados, sabíamos que se venía una brava”, dijeron. Los gobernadores especularon que la protesta en la puerta del Hotel Alvear, donde el sábado hizo la fiesta de casamiento su hija Sonia, habían afectado los ánimos del ministro.
El cruce con Ruckauf no fue el único. Pero sorprendió. En especial cuando el bonaerense reclamó una deuda de 130 millones que la Nación mantiene con la provincia. Cavallo, irascible, dijo que ya estaba saldada. Pero fue el propio Colombo el que salió a desmentir al ministro.
–Díganme cuándo estos muchachos ponen la teca –refunfuñó el gobernador ya en el Hotel Intercontinental, donde se refugió después del portazo.
–La verdad es que venía todo muy bien con Chrystian. Es el único que tiene sentido común en esta historia –siguió.
No fue sólo Ruckauf el que percibió una interna sin cuartel entre Colombo y Cavallo. Lo mismo observaron Néstor Kirchner, Adolfo Rodríguez Saá, Eduardo Fellner, Carlos Rovira, Gildo Insfrán y Ramón Puerta.
“Cavallo fue a pinchar la reunión con Colombo, que se estaba dando en buenos términos. Se peleó con todos”, confió uno de los presentes.
Vaquero, camisa celeste, pulóver y campera azul, el ministro ingresó al encuentro cuando el jefe de Gabinete explicaba aspectos de la Agencia Social.
–Qué Agencia Social, no gasten lo que no tenemos. Hay sólo 1000 millones, ningún peso más –interrumpió haciendo referencia al adelantamiento de vencimiento de Ganancias que aportan los bancos.
–Si vos sos el que fuiste a putear a Wall Street a los hombres de mercado –saltó Puerta para que Cavallo se hiciera cargo de la actual situación.
–Sí. No podés pedirnos a nosotros lo que no te dan los tuyos –se interpuso el santacruceño Kirchner.
–Los partidos no sirven para una mierda, no existen –se enfureció Cavallo.
Hubo un extraño silencio. Se vio al ministro tragando una pastilla.
–¿Qué tomás? –se inquietaron.
–Tranquinal.
–La hubieras tomado antes –lo chicaneó Rodríguez Saá.
Ramón Mestre parecía un colado. El ministro del Interior casi no pudo meter bocadillo. Lo mismo que Daniel Marx, el segundo de Economía. A ellos, los gobernadores les insistieron con dos premisas: no tocar las jubilaciones ni sueldos inferiores a los 1000 pesos. Colombo lo entendió como un punto de partida para negociar. Pero a esa altura explotaba por la intervención de Cavallo. “Me viniste a romper el protocolo”, le reprochó.
El ministro se mostró impertérrito. Pero la procesión fue por dentro. Por eso envió una misión al Intercontinental para saber cómo seguía la discusión.
–¿Y ahora? –preguntaron Hugo Garnero y Jorge Baldrich.
–Miren, en Jujuy necesitamos un aval a los bonos. La provincia de Buenos Aires, con 12 millones de habitantes, tiene mercado propio. En cambio nosotros somos un mercado pequeño y se nos corta enseguida la cadena de pago. Cuando tenemos que pagar a Telefónica y a Telecom, no nos aceptan los bonos. Por eso necesitamos un acuerdo global –le dijo el jujeño Fellner, ya instalado en el Hotel Intercontinental.
El subsecretario de Relaciones con las Provincias y el secretario de Hacienda lo cortaron en seco.
–No. No se puede. El Mingo dice que eso actúa como una emisión psicológica.
Los enviados de Cavallo se fueron con las manos vacías.

NESTOR KIRCHNER, GOBERNADOR DE SANTA CRUZ
“Cavallo está embarrando la cancha”

Por D.S.

–¿Se viene el “lunes negro”?
–Yo no puedo decir que va a haber corridas. En el Gobierno dicen que si nosotros no acordamos sucederá eso. Pero espero que no, por el bien de Argentina.
–Cavallo los responsabilizó por la inestabilidad económica.
–El cruce más fuerte fue entre Cavallo y Ruckauf, pero son peleas propias de este tipo de reuniones. Lo que le quiero recordar al Gobierno que ni siquiera a Menem los gobernadores justicialistas le han hecho las concesiones que se le hacen a la Alianza, de quien la gente ha soportado en sus espaldas siete ajustes.
–¿Y por qué cree que los responsabilizan a ustedes de una eventual profundización de la crisis?
–Siempre en situaciones límites se buscan derivar las responsabilidades. Marcos Aguinis, en su libro El atroz encanto de ser argentino, dice que la culpa siempre la tiene el otro.
–¿Qué distancia hay entre el ajuste que reclama el Gobierno y el que ustedes están dispuestos a hacer?
–El Gobierno pide un aval concreto al ajuste. Nosotros creemos que, entre otras cosas, se debe coparticipar parte del impuesto al cheque, para darle posibilidad a todas las provincias de salir de la crisis.
–De todos modos, ¿en la reunión del CFI va a dar su apoyo a la propuesta oficial?
–Yo creo que la postura fundamental es preservar los intereses de la Argentina no en base a cualquier acuerdo. Vamos a analizar todo.
–Insisto. ¿No teme que a los gobernadores se los responsabilice de una estampida del riesgo país o de eventuales corridas?
–Tampoco nos pueden colocar de rehenes, exigiéndonos lo que ya no podemos dar. Vamos a analizar punto por punto la propuesta y vamos a ver qué hacemos.
–¿Por qué tanta tensión con Cavallo y buena disposición con Colombo?
–Se venía dando una conversación normal con Colombo. Si apreciamos lo que dijo uno y lo que dijo otro evidentemente tienen diferencias. Cavallo dijo que lo único que se consiguió son 1000 millones de pesos para el fondo fiduciario para hacer frente a los intereses y no al capital de la deuda que tienen. Colombo pensaba que podía aparecer otra plata, cosa que Cavallo negaba. Se mostraba inflexible y decía que era imposible.
–¿Es verdad que estuvieron dispuestos a sacarse una foto hoy (por ayer) con De la Rúa y que la irrupción de Cavallo frustró esa posibilidad?
–Si usted lo dice....
–¿Por qué cree que Cavallo se mostró inflexible?
–Cavallo representa un proyecto estratégico y no coyuntural como el que puede representar Colombo. Evidentemente Cavallo sintetiza otros intereses. Aunque con Colombo también tuve un entredicho cuando le dije que para recaudar fondos había cobrar impuestos a las empresas privatizadas, cambiar el sistema impositivo, etc, etc. Y el me dijo “Ah, vos estás diciendo lo mismo que Alfonsín y el Frepaso”, como si Alfonsín y el Frepaso no fueran miembros de la Alianza
–¿Coincide con otros gobernadores que Cavallo llegó a la reunión para embarrar la cancha?
–...y... evidentemente la reunión fue otra con la llegada de Cavallo.

 

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