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Para evitar la discriminación a partir del código genético

En la Legislatura porteña ya se discute un proyecto para sancionar a quienes nieguen cobertura médica o un puesto de trabajo.

Por Eduardo Videla

Un hombre, joven y sano, no es aceptado para un puesto de trabajo porque los análisis genéticos indican que puede enfermar en los próximos 10 años; a otro, una empresa de medicina prepaga le rechaza la cobertura para su familia porque su hijita puede desarrollar, en unos años, una enfermedad de tratamiento costoso. Estos episodios pertenecen aún a la ficción, pero pueden ser reales en poco tiempo, cuando los laboratorios puedan obtener información genética de cada persona y predecir futuras dolencias. A partir de la decodificación del genoma humano, la posibilidad de que la información genética se utilice para discriminar a las personas preocupa a la comunidad científica internacional y a legisladores de distintos países. Ese interés ya llegó a la Argentina: el primer proyecto para garantizar el derecho a las personas a mantener en reserva su código genético y sancionar a aquellos que utilicen esos datos para discriminar, fue presentado en la Legislatura porteña y está a punto de ser aprobado por la Comisión de Derechos Humanos. Una iniciativa similar fue presentada en la Cámara de Diputados de la Nación.
“En el futuro, la discriminación no va a ser por razas ni por religión sino por una forma más sutil”, advierte el diputado Oscar Moscariello (Democracia Progresista-Alianza), promotor de la iniciativa, que cuenta con el respaldo de la titular de la Comisión de Derechos Humanos, la peronista Alicia Pierini. “Queremos incorporar el tema en el mundo del Derecho, donde hoy hay un vacío sobre esta cuestión”, sostiene Pierini.
El proyecto, redactado sobre la base del que se debate en el Congreso de los Estados Unidos, prohíbe la discriminación de las personas en todo el ámbito de la ciudad de Buenos Aires, “sobre la base de información genética predecible” y la difusión de esta información, salvo consentimiento del interesado. “Un laboratorio no podrá dar a conocer los resultados de los exámenes a terceros”, explicó Moscariello. Según el proyecto, en caso de violación de estas cláusulas, el damnificado –o sus herederos– “podrán reclamar la reparación de los daños y perjuicios, de acuerdo a las normas del Código Civil”.
El proyecto también prohíbe a las compañías de seguro, obras sociales, empresas de medicina prepaga o aseguradoras de riesgo de trabajo (ART), solicitar análisis genéticos previos a las coberturas o requerir esa información a otras entidades. Y sostiene que se considerará como una “práctica de empleo ilegal por parte del empleador”, despedir a una persona o negarse a contratarla “en razón de información genética predecible referida a la persona o miembro de su familia”.
El biólogo molecular Alberto Kornblihtt, investigador del Conicet, sostuvo que “es muy importante que la sociedad empiece a debatir el tema”. “El conocimiento del código genético de una persona permitirá predecir un cierto porcentaje de riesgo de padecer alguna enfermedad –alertó el investigador a Página/12–. Por eso me parece bien que se establezcan mecanismos para que esta información no se pueda usar para discriminar a las personas.”
Por su parte, Mariano Levin, investigador principal de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, también manifestó su acuerdo en la necesidad de legislar sobre el tema, pero sostuvo que “la discusión tiene que contemplar a todos los sectores, desde los investigadores y filósofos hasta las empresas de medicina prepaga y las aseguradoras”. “La comunidad científica a nivel internacional se ha puesto de acuerdo en que ningún examen podrá hacerse y ningún resultado podrá darse a conocer sin el consentimiento de la persona”, agregó el especialista.
Este acuerdo está plasmado en la Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos, de la Unesco, incorporado como anexo al proyecto legislativo.
La iniciativa ya fue avalada por los diputados de la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura. “Una vez aprobado por la comisión, se abre un período de observaciones, de siete día hábiles. Estamos encondiciones de aprobar el proyecto en el recinto este año”, aseguró Pierini.

 

 

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