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LOS AHORRISTAS FUGAN DE LOS PLAZOS FIJOS, PERO NO DE LOS BANCOS
Fiebre por las cajas de seguridad

En una semana huyeron más de 2700 millones de pesos del sistema. Ayer subió otro escalón el riesgo país y cayó la Bolsa.

Por Claudio Zlotnik

El miércoles y jueves de la semana pasada fueron, hasta ahora, los peores momentos de la crisis financiera. En esos dos días, inmediatamente posteriores al anuncio de “déficit cero” de Domingo Cavallo, los depósitos totales en bancos cayeron en 1536 millones, totalizando una huida de 2757 millones en una semana, equivalente al 3,2 por ciento de las colocaciones totales. Pese a que ayer fue una jornada más tranquila, el riesgo país mostró una suba de 13 puntos, hasta un nivel record de 1629, mientras que las acciones retrocedieron 1,6 por ciento en promedio. La salida de depósitos del sistema tiene relación directa con la disparada del riesgo país. Un dato que refleja la intranquilidad de los ahorristas es que ya casi no quedan cajas de seguridad disponibles para quienes sacan los depósitos y no quieren salir del banco con el dinero en la mano.
Hasta que se agudizó la crisis, las entidades financieras tenían, en promedio, el 60 por ciento de sus cajas de seguridad ocupadas. Pero, según pudo saber Página/12 de fuentes del sistema financiero, en la última semana ese porcentaje creció hasta casi el cien por ciento. Si bien los gerentes de las sucursales recibieron la orden de intentar retener a los ahorristas asustados mejorando las tasas de interés ofrecidas, la ola de alquileres de cajas no deja de ser un negocio redondo para los bancos. Según el tamaño, el alquiler va desde 100 hasta 180 pesos anuales que se abonan en una sola cuota, no bien se toma posesión de la caja. La demanda creció tanto que hubo bancos que tuvieron que ofrecer el servicio de clearing (a cargo del cliente) para llevar los ahorros desde una sucursal en la cual ya no quedaban cajas vacías a otras filiales que sí disponían de vacantes.
Para los banqueros, la “fiebre de las cajas” es el mal menor en medio de la crisis. Saben que si bien se pierden los depósitos, los fondos quedan en los propios bancos. Y retornarán al sistema no bien se aclare un poco el panorama económico. Lo peor, reconocen en la city, es cuando el inversor decide sacar el dinero del país a través de un banco de inversiones internacional o bien de una off shore. El capital mínimo que debe disponerse para realizar una operación de este tipo es de 30 a 50 mil dólares.
Justamente, en los bancos dicen que –para evitar una masiva fuga de capitales–, el Banco Central estaría entregando menos dólares que los requeridos. A su vez, las entidades financieras “cuidan” al máximo cada billete. Para responder a los retiros de depósitos, muchos bancos dejaron de abastecer de divisas a sus cajeros automáticos. De esa manera, obligan al público a comprar dólares por ventanilla –Banelco en mano– asegurándose de entregarlos a sus propios clientes. Así y todo, ante la escasez, muchas sucursales pusieron un tope de mil dólares a cada compra.
Según aseguraron banqueros a Página/12, lo peor de la corrida ocurrió entre miércoles y jueves de la semana pasada. Y que tanto ayer como el último viernes continuaron las salidas, aunque en magnitudes inferiores. En lo que va del mes, de los plazos fijos se fugaron 1217 millones, el 2,2 por ciento del total. La versión de que el viernes pasado habrían salido “apenas” 280 millones del sistema –la tercera parte del día anterior– hizo que el call (tasa interbancaria) se replegara desde el 200 al 60 por ciento anual en pesos.
A pesar de la suba del riesgo país, que incluyó una caída promedio del 1 por ciento en los títulos públicos, los financistas aseguran que, después de la fuerte agitación de la semana pasada, ayer hubo una tregua en los mercados hasta que quede claro el respaldo político que tendrán las últimas medidas de ajuste.

 

 

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