Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


EL ACTO DE MEMORIA ACTIVA A SIETE AÑOS DE LA MASACRE
“Entregaron a los muertos”

El acto en Plaza Lavalle en repudio al atentado contra la AMIA tuvo como oradores a Elisa Carrió, Mempo Giardinelli, Ricardo Monner Sans, Diana Malamud, Estela Carlotto, Daniel Goldman y Nelson Castro.

Siete veces sonó el shofar. Siete antorchas fueron encendidas. Y siete fueron los oradores. A dos días del séptimo aniversario del atentado contra la AMIA, la consigna del acto que todos los lunes organiza Memoria Activa fue: Escombros Nunca Más. Desde el escenario, Diana Malamud dejó clara la posición de la agrupación respecto del juicio oral que comenzará en setiembre. “El mundo verá el cierre definitivo de la causa AMIA” pero no “el juzgamiento de los asesinos, ni de los autores materiales e intelectuales, ni de los cómplices y encubridores de la falta de investigación”.
Como todos los lunes desde que el 18 de julio de 1994 estalló la bomba que asesinó a 85 personas, ayer, a las 9.53, quienes se congregaron en Plaza Lavalle –frente al Palacio de Tribunales– hicieron un minuto de silencio para recordar a los muertos. Y como todos los lunes, no faltaron las denuncias a la insuficiente investigación, a las pocas respuestas de la Justicia y a la escasa voluntad política para esclarecer el atentado contra la mutual de la comunidad judía. La cercanía de un nuevo aniversario y del juicio oral hicieron que las críticas se manifestaran con más fuerza. “No veremos en el banquillo de los acusados al entonces secretario de Inteligencia, Hugo Anzorreguy, ni a los sucesivos ministros del Interior, Carlos Ruckauf y Carlos Corach, responsables máximos de las fuerzas de seguridad del país que por acción u omisión permitieron que el atentado tuviera lugar y consintieron la impunidad, en encubrimiento y las complicidades”, afirmó la representante de Memoria Activa.
Malamud señaló también a los dirigentes de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y de la Delegaciones de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA). “A cambio de prebendas y poder, entregaron a nuestros muertos y los volvieron a sepultar bajo los escombros”, aseguró. Y agregó que “durante estos siete años, los dirigentes comunitarios y el ex embajador de Israel en Argentina Itzhak Avirán se entrevistaron con muchas personalidades cuyos nombres aparecen ahora como presuntos responsables de asociación ilícita, contrabando de armas, lavado de dinero, negociados y otras delicias de nuestro tiempo”. Hubo además espacio para expresar un rechazo al nuevo ajuste anunciado la semana pasada por el Gobierno de Fernando de la Rúa. “El ‘riesgo país’ son las decenas de niños que mueren de hambre todos los días, los sin techo, los desocupados, las víctimas del gatillo fácil, los 85 muertos de la AMIA. El verdadero riesgo país es la falta de políticas, de educación, de Justicia”, señaló Malamud. El rabino Daniel Goldman; la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto; la diputada Elisa Carrió, el escritor Mempo Giardinelli, el periodista Nelson Castro y el abogado Ricardo Monner Sans fueron los otros seis oradores que hablaron ante un público en el que se destacaban los jóvenes y niños con sus uniformes escolares. También acompañaron a Memoria Activa miembros de organismos de derechos humanos como Madres de Plaza de Mayo, línea fundadora y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH).
A su turno, Carrió dijo que “se vienen los momentos más oscuros para la democracia argentina, pero después de ese túnel viene la luz y la verdad para una Argentina sin cinismo y sin mentira”. Mientras que Carlotto, con la experiencia de 25 años de reclamo por justicia, señaló que “la lucha es despaciosa, lenta, pero inclaudicable” y que “no habrá punto final hasta que no se sepa todo, se castigue todo, se remedie con la verdad”.

OPINION

No, basta y mucho más

Por Mempo Giardinelli *

Hoy vengo a decir que no y vengo a decir que basta. Y a decir que los asesinos de la AMIA son los mismos asesinos de la democracia. Los mismos que cada día le roban a la Argentina, los que la embrutecen y la violan y la matan diariamente, sumiéndola en la indefensión y el desasosiego.
Los asesinos de la AMIA están sueltos, los verdaderos asesinos. Son los mismos que planearon y planean la destrucción de la Argentina. Los mismos que hace siete años creyeron que esa bomba vil nos haría bajar los brazos y los mismos que ponen bombas todos los días en el espíritu de un pueblo que sólo quiere trabajar en paz.
Pero los asesinos se equivocan porque siempre hay y habrá quien se levante y resista. Aun en este presente horrible de la democracia argentina, hay esperanza. Si tenemos empeño en la lucha, como tienen los familiares de Memoria Activa, y si protestamos y resistimos, es porque hay esperanza.
Cuando hay solamente nihilismo, pesimismo, agorerías y hartazgo, nos vencen.
Siete años de aquel bombazo asesino no nos dejan sin propuesta: juicio y castigo es una exigencia pero es también una propuesta de cambio.
Desde el ejemplo de Madres y Abuelas, en la Argentina de los últimos veinticinco años juicio y castigo es además una propuesta revolucionaria para la democracia.
Ese mismo ejemplo es el que tenemos que dar ahora, cuando una vez más nos quieren someter los genuflexos, los idiotas y los cretinos. Cuando nos ajustan a nosotros para desajustarse ellos, los mercaderes y sus ministros polifuncionales. Cuando la oposición está atontada porque ha sido madre y socia de la destrucción. Hoy, cuando no aparecen más opciones que el discurso fascista y la vocinglería histérica de las cloacas comunicacionales. Hoy es cuando hay que dar ese ejemplo y Memoria Activa lo está dando.
Defender la democracia es la propuesta. Decir que no a este ajuste canalla. Decir que no al negocio de los bancos, los evasores, los mercados y los que mantienen la convertibilidad porque les conviene. Plantarnos y decirles que no, debe ser la consigna. Resistir y hacer una cultura de la resistencia, tal como lo estamos haciendo. No bajar los brazos y no resignarse, que es exactamente lo que Memoria Activa viene haciendo desde hace siete años. Por eso, hoy más que nunca, todos somos Memoria Activa.
* Escritor y periodista. Fragmentos de su discurso de ayer.

 

OPINION

Por Dany Goldman *

Palabras que se cansan

Decía Julio Cortázar que las palabras, de la misma manera que los caballos o los hombres, a fuerza de ser usados de manera abusiva, terminan por perder vitalidad hasta agotarse y carecer de sentido. Por eso no podemos permitir que algunas palabras se cansen.
La palabra “horror” ni se aproxima a aquello que nuestros ojos pudieron ver en Pasteur 633 siete años atrás: paredes deshechas, techos caídos, huesos sin nombre.
La palabra “dolor” ni se aproxima a la sensación de aquel padre que sabe que su hija fue a buscar trabajo al cuarto piso, y no volvió, o la mamá que llevaba a su hijo al jardín de infantes y su niño voló por los aires.
“Lágrima” fue otra de las palabras que se secó.
“Ausencia” se agotó. “Ausencia” de seres queridos asesinados, cambió por “ausencia” de pruebas, fraguadas y manipuladas.
“Complicidad”: no estoy tan seguro de si se agotó o la dejaron morir.
La palabra “argentino” es otra. Es interesante que la expresión “Yo, argentino” surgiera en la época de la Semana Trágica, en 1919, cuando se generaron en nuestro país las primeras agresiones, muertes y pogroms en el barrio del Once, en la mismísima calle Pasteur, en la misma cuadra en la que está la AMIA. Cuando llegaban al barrio las brigadas de boinas nacionalistas, con sus brazaletes y armados con lo que tenían, se colgaban literalmente de la barba de los judíos y gritaban “¡chivo, chivo!”. Entonces aquellos que no pertenecían a la comunidad judía, alzaban sus brazos y avisaban “Yo, argentino”.
Como si fuese un tango, “justicia” es “la más agotada”, “la más castigada”.
–No hay que molestarlo al juez, porque se puede asustar y abandona el caso –me dijeron muchas veces.
A esta altura, Su Señoría, ¿para qué quisiste ser juez, si no era para luchar con tu propia vida para encontrar la verdad, meter preso a los culpables y que los muertos puedan descansar en paz? Porque desde hace siete años forman una ronda inmensa y dan vueltas y vueltas en tu conciencia. ¡Este caso es la vergüenza nacional!
Señor Juez: no encontrar la verdad es una irresponsabilidad suicida. Y hoy, siete años después, las palabras exigen verdad, para que no hagamos de nuestra vida un juego de títeres.
* Rabino de la Comunidad Bet-El. Fragmento de las palabras pronunciadas ayer en el acto de Memoria Activa.

 

 

PRINCIPAL