METAFISICO Hoy,
en plena crisis de modernidad, provisoriamente llamada de posmodernidad,
la ruptura no es entre lo trascendente y lo inmanente, lo sobrenatural
y lo natural, lo divino y lo humano. Es entre lo público y lo privado,
lo social y lo individual, lo ético y lo estético. La privatización
no es solo un fenómeno económico sino también metafísico.
Se privatizan hasta las manifestaciones religiosas que sirven de terapia
a corazones angustiados: no exigen amor al prójimo y, mucho menos,
solidaridad con los más pobres.
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