Por Javier Lorca

El Gobierno perdió el último vestigio de apoyo que le restaba en el ámbito universitario. Los correligionarios estudiantes de Franja Morada decidieron pasarse a la oposición. “Este nuevo ajuste colmó el vaso. El Gobierno abandonó la coalición que lo llevó al poder y decidió apoyarse definitivamente en los mercados y los sectores de centro derecha”, dijo a Página/12 el secretario general de la agrupación, Hernán Rossi. La conducción nacional de Franja anunció que buscará integrar “un espacio opositor junto a los representantes de los trabajadores y de los sectores productivos”.
La decisión de la mesa nacional de Franja fue tomada durante el fin de semana y cuenta con el apoyo de la conducción de la Federación Universitaria Argentina (FUA). “Lo que rechazamos categóricamente es que el ajuste se realice sobre las espaldas de los trabajadores, los jubilados y los maestros. Estamos ante una nueva y fenomenal transferencia de recursos de los sectores populares al sector financiero”, señala el documento que, además de Rossi, firmaron los secretarios adjuntos de la mesa nacional, Marcelo Guouman y Mariano Sein, y el presidente y el vice de la FUA, respectivamente, Manuel Terrádez y Luis Moyano.
“Ya veníamos tomando distancia crítica del Gobierno. Al principio, adoptamos una posición constructiva y avalamos medidas para que el Estado recuperara poder frente a los mercados, aunque siempre fuimos críticos cuando se ajustó a los sectores desguarnecidos y no a los que se enriquecieron durante el menemismo –argumentó Rossi, en diálogo con este diario–. Pero ahora estamos viendo cada vez más un proyecto de país especulativo y con visos autoritarios. En lugar de refugiarse en los sectores populares, el Gobierno vuelve a aliarse con los mercados que, además, no se sacian con nada.” La conclusión fue contundente: “Ante esta coalición de centro derecha, Franja Morada no tiene nada que ver y nada que hacer”.
Los dirigentes morados pretenden “buscar una nueva construcción política con sectores de trabajadores, sindicatos y organizaciones sociales, la CTA, la Corriente Clasista y Combativa”. Estiman que en ese escenario pueden confluir muchas agrupaciones universitarias: de hecho, la Venceremos ya está junto a la CTA. “Queremos integrar un espacio de oposición, con salida política”, dijo Rossi. El primer paso en esa dirección lo darán en la próxima reunión del Congreso Nacional Universitario, que organizará la FUA en Tucumán, a principios de agosto. El objetivo es lograr un posicionamiento conjunto con otras agrupaciones de izquierda para llevarlo al Consejo Nacional de Centros de Estudiantes (CNC) que se reunirá a fines del mes que viene. Del CNC, donde se reúnen las bases del movimiento estudiantil, saldrán las futuras líneas de acción de la FUA.
Pese a la dureza de la decisión, los jóvenes de Franja Morada no planean abandonar la Unión Cívica Radical. “Pero sí vamos a plantear una fuerte crítica frente a la posición ambigua que ha tenido el partido ante el Gobierno. Debe definir si va a estar con los sectores populares o no”, se plantó Rossi.
La ruptura morada contó con el apoyo unánime de las regionales que la agrupación tiene en el país. Incluso, con el de la Regional Buenos Aires, la más cercana al entorno del Presidente. Igual, Emiliano Yacobitti, su titular, matizó: “No sé si llamarlo romper con el Gobierno, pero sí rompemos con un modelo neoconservador. Estamos de acuerdo con llegar al déficit cero, pero no coincidimos con que para eso haya que recortar jubilaciones y sueldos docentes y tocar los bolsillos de los que menos tienen”. Candidato de Franja a presidir la FUA desde el año próximo, Yacobitti propuso que, “en lugar de tocar el bolsillo de los que menos tienen, el Gobierno debería cambiar el sistema impositivo, cobrar losaportes patronales a la empresas privatizadas y aplicar una tasa a los capitales financieros”.

EL JUEVES SE REUNIRIAN MINISTRO, RECTOR Y DECANOS
La UBA critica y Delich invita

Por J.L.

“Sus consecuencias serán nefastas para la Argentina.” Así se refieren al ajuste oficial las autoridades y los representantes de profesores, graduados, alumnos y empleados de la UBA, en un documento que se publica como solicitada en la página siete de esta edición y cuyo contenido fue anticipado por Página/12 el sábado pasado. En un intento por frenar la protesta de los universitarios, el ministro de Educación, Andrés Delich, convocó a las autoridades de la UBA a una reunión para analizar cómo incidirá el recorte del 13 por ciento del presupuesto universitario.
Ayer, los decanos y autoridades del Rectorado de la UBA volvieron a reunirse tras la sesión informal que realizó el Consejo Superior el viernes. Las gestiones de Educación para bajar el volumen del reclamo de la universidad lograron detener la conferencia de prensa que se iba a hacer ayer, pero no la solicitada. En el encuentro, también se discutió si aceptar o no el convite de Delich. La mayoría decidió que sí. Esa reunión iba a hacerse hoy, pero se postergó hasta el jueves para que participe el rector Oscar Shuberoff, quien esta noche volverá de unas vacaciones. Pero no todos los decanos irán. “Este gobierno ha dado un paso muy fuerte hacia el conservadurismo. Y todos los que participan de él son cómplices”, dijo Fortunato Mallimaci, decano de Sociales. El no será el único ausente.
Mientras, en el Rectorado sigue la incertidumbre sobre cómo se aplicará el ajuste que, según confirmó Educación, será del 13 por ciento. “El Gobierno quiere que bajemos ese porcentaje a todos los salarios. Pero la Constitución y la Ley de Educación Superior nos autorizan a decidir la política salarial. Por ahí, resolvemos aplicar al ajuste de un modo más justo”, dijo a Página/12 un alto funcionario de la UBA.

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