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DINAR LINEAS AEREAS

LA ALIANZA EN EL CONGRESO INTENTA MORIGERAR EL AJUSTE
Para desafilar la tijera oficial

Frepasistas y radicales insistirán en Diputados en imponer una serie de tributos a las privatizadas y AFJP para evitar
la reducción de salarios y jubilaciones. El peronismo quiere derogar el decreto, igual que el ARI.

La bancada aliancista en la Cámara baja no quiere convalidar el recorte a los jubilados.

Por Fernando Cibeira

Luego de la buena noticia de los gobernadores justicialistas firmando el “Pacto por la Independencia” y de un día al fin favorable en los mercados, hoy el Gobierno vuelve a la pesadilla porque la Cámara de Diputados pondrá en marcha la resistencia activa al severo ajuste anunciado por Fernando de la Rúa. El mayoritario bloque de la Alianza lo hará insistiendo con su propuesta alternativa que plantea llegar al déficit cero pero por caminos opuestos a los que planteó Domingo Cavallo, con el objetivo de dejar sin efecto la rebaja a las jubilaciones. La bancada peronista, en tanto, planteará directamente la derogación de los decretos de ajuste (ver aparte). Sin embargo, los aliancistas no estarían dispuestos a llegar a tal grado de enfrentamiento con la Rosada. Pese a la guerra a la tijera, tanto aliancistas como justicialistas adelantan que votarán sin problemas las dos leyes complementarias que Economía pone como condición para llevar de 300 a 500 pesos el piso de las jubilaciones a recortar.
En la reuniones de bloque de ayer, tanto radicales como frepasistas confirmaron lo que sus jefes habían arreglado el lunes en varias reuniones informales. Entre los legisladores aliancistas subsiste la bronca por la forma en que el Ejecutivo ignoró la propuesta alternativa al ajuste que el frepasista Darío Alessandro y el radical Horacio Pernasetti le alcanzaron el sábado al jefe de Gabinete, Chrystian Colombo. La reacción casi unánime que los jefes de bancada recolectaron en sus conversaciones del lunes fue que deberían seguir adelante con su propuesta, que plantea como primer punto la oposición a todo tipo de rebaja en los haberes jubilatorios. También busca evitar la reducción de los sueldos de estatales.
Ayer, Colombo volvió a reunirse con Alessandro y Pernasetti, quienes llegaron a su despacho acompañados por Rodolfo Rodil, Mario Negri y Jesús Rodríguez. El encuentro fue casi un remedo de aquel del sábado. Colombo volvió a mostrarse interesado en el programa y prometió debatirlo en el Gobierno, lo que debería traducirse como tratar de convencer a Cavallo. Quedaron en mantenerse en contacto permanente. Los diputados también habían buscado la mediación del presidente de la Cámara, el delarruista Rafael Pascual. Hasta ayer no habían recolectado más que promesas.
El plan que quieren aprobar los diputados oficialistas prevé:
Que las AFJP aporten al Tesoro por el plazo de seis meses un cuarto de las comisiones que cobran mensualmente.
El aumento del 4 por ciento a los aportes patronales de empresas de servicios, privatizadas, bancos, supermercados y AFJP.
La postergación de la devolución del impuesto a las ganancias.
La suspensión de la rebaja de 10 centavos del precio de las naftas.
Según los cálculos de los legisladores, con esas medidas se conseguirían unos 1300 millones de pesos que permitirían liberar a jubilados y estatales del tijeretazo que para los próximos por tres meses está fijado en el 13 por ciento de sus ingresos.
“La Alianza no va a convalidar reducciones en los haberes jubilatorios”, explicaba anoche Jesús Rodríguez en un paréntesis de la discusión del bloque radical. Unos pisos más abajo, los frepasistas se ponían de acuerdo rápido y sin mayores disidencias, algo atípico si se tienen en cuenta los últimos debates de importancia dentro de la bancada. La frase que más repitieron en el encuentro fue “déficit cero con equidad”, casi un remedo de eslogan de campaña.
Dado la temperatura que tomará hoy la discusión parlamentaria, los frepasistas congelaron por unas horas el estado deliberativo en el que se encuentra la fuerza, conmovida por los cuestionamientos que llegan desde la militancia y las segundas líneas por la permanencia dentro de un gobierno que decidió atar su destino al de las políticas de Domingo Cavallo. En ese sentido, la idea que ayer tomó vigor dentro del Frepaso va en la misma línea de aquello que el ex vice Carlos “Chacho” Alvarez le dijo al ministro de Desarrollo Social, Juan Pablo Cafiero, en la cena que compartieron la semana pasada: “No te vayas. En todo caso, que te echen”.
Por eso, los frepasistas están jugados en llevar adelante su rechazo al ajuste hasta las últimas consecuencias. Y si eso les cuesta una pelea definitiva con la Rosada, la propuesta alternativa al ajuste se convertirá entonces en su canto de cisne dentro de la Alianza gobernante. “No nos vamos a ir como una reacción histérica, sino por sostener a rajatabla un proyecto productivo”, explicaba un vocero frentista. Si hay algo que los frepasistas aprendieron –sobre todo a partir del episodio de Alvarez– fue que las renuncias por sí mismas dejaron de estar bien consideradas por la sociedad. En los pasillos del Congreso, algunos diputados frepasistas mostraban sus dudas respecto a la actitud que finalmente seguirán los radicales. “Hasta ahora estamos en todo de acuerdo, pero habrá que ver qué efecto tienen las presiones del Ejecutivo hasta la sesión”, decía un diputado apenas salido de la reunión de bloque, pasadas las 23.
Radicales y frepasistas también mantuvieron ayer numerosos contactos con diputados justicialistas. Con la firma del jefe del bloque, Humberto Roggero, el PJ presentó ayer su proyecto que plantea directamente la derogación de los decretos de ajuste. Con todo, los peronistas dejaron trascender que esperarán conocer la actitud que tomará la Alianza en el recinto para decidir si los acompañan o mueren con la suya. Los diputados del ARI anticiparon que también irán por la derogación. “Desde el ARI seguimos proponiendo medidas aptas para salir de la crisis sin necesidad de caer en un nuevo ajuste”, explicó el socialista Jorge Rivas.
Si todo sale como se conversó anoche –y si el paro de estatales no impide que haya sesión–, hoy temprano los radicales Raúl Baglini y José Dumón, el frepasista Alejandro Peyrou, y algún otro diputado se reunirán en el despacho de Pascual para terminar de redondear el proyecto al que horas más tarde buscarán darle media sanción, cuestión de reavivar la pesadilla oficial que ayer se tomó un breve descanso.

 

Claves

La bancada de la Alianza en l Cámara de Diputados insistirá en su planteo para evitar que se recorten haberes jubilatorios y salarios.
Los frepasistas acordaron insistir con su propuesta para gravar con impuestos a las privatizadas y AFJP, no devolver la reducción por ganancias ni recortar el impuesto a las naftas.
Los radicales debatían, anoche, una posición similar a la de sus socios. Hoy continuarán la tarea.
El peronismo ya presentó un proyecto para directamente derogar el decreto por el cual el gobierno de De la Rúa impone el recorte a jubilados y empleados estatales.
Los aliancistas están dispuestos, sin embargo, a aprobar las leyes que permitirían subir el piso del recorte a jubilados de 300 a 500 pesos.
En tanto, la mayoritaria bancada peronista del Senado está dispuesta a acompañar las modificaciones que los diputados hagan a la disposición emanada del Ejecutivo.

 

EL PJ NO QUIERE DEJAR PASAR EL AJUSTE EN EL PARLAMENTO
Cuando la oposición hace de oposición

Por Santiago Rodríguez

El proyecto es breve y conciso: “Derógase el decreto del Poder Ejecutivo Nacional 896/01”, dice en su artículo 1 y en el 2 concluye “Dese forma”. Los presentaron ayer los peronistas en la Cámara de Diputados y constituye la declaración de guerra de esa bancada a la rebaja de las jubilaciones y los salarios de los empleados públicos dispuesta por Fernando de la Rúa. La conjura contra los planes del Gobierno fue conversada con los legisladores del Frepaso y del radicalismo que cuestionan los términos del ajuste, de quienes el PJ espera que le propongan medidas alternativas para aprobar en el Congreso. El bloque de senadores del justicialismo también adelantó su intención de impulsar distintas iniciativas para que el mayor peso del recorte caiga sobre el sector financiero.
Los gobernadores del PJ se lo habían adelantado sutilmente al propio Fernando de la Rúa por la mañana, cuando le señalaron que no harían nada por frenar las medidas parlamentarias de sus representantes en el Congreso, y el vaticinio no tardó en hacerse realidad: a última hora de la tarde el bloque de diputados peronistas dio a conocer su proyecto de derogación del decreto que estable el recorte en los haberes de los jubilados y los trabajadores estatales.
“Dicha norma y dicho ajuste instauran como principios permanentes de la administración financiera del Estado la arbitraria movilidad de remuneraciones y jubilaciones y del precio de los contratos de los proveedores del Estado”, señalaron los peronistas en los fundamentos de iniciativa. Con la firma al pie de Humberto Roggero y varios de los legisladores que lo acompañan en la conducción de la bancada, advirtieron además que el decreto firmado por De la Rúa es “visiblemente inconstitucional, ya que comete la irracionalidad y aberración jurídica de limitar en la práctica” los recursos de amparo que eventualmente se pudieran plantear en contra de su implementación.
Roggero tradujo después en términos políticos la decisión de su bloque de ponerse en pie de guerra contra el ajuste. “Se equivocan los que creen que el acuerdo firmado por los gobernadores del PJ significa un cheque en blanco para que el Gobierno haga lo que quiera”, aclaró y dijo que “estamos dispuestos a darle batalla a los que pretenden seguir ganando sin aportar la misma cuota de sacrificio que vienen realizando los sectores más afectados de la sociedad”. Sus hombres de prensa completaron con la difusión de todos los proyectos que el bloque presentó durante el último año con ese objetivo.
Los peronistas dieron el paso sin antes sondear cuáles eran los ánimos en el Congreso. Durante toda la jornada se sucedieron conversaciones telefónicas y reuniones informales entre los hombres de ese bloque y todos los que rechazan el ajuste en los términos que propone el Gobierno: los frepasistas, los radicales que se identifican con el partido y el modo de pensar de Raúl Alfonsín, los legisladores del ARI y los del Frente para el Cambio.
La estrategia del bloque del PJ quedó clara en palabras del mismo Roggero en el momento en que explicó que “si hay sectores del oficialismo que tienen reales intenciones de cambiar este modelo agotado y de equilibrar las enormes diferencias que se observan en la sociedad, el Justicialismo va a acompañarlos”. “El asunto es así: presentamos el proyecto de derogación y ahora los radicales y los frepasistas tienen que traernos alternativas para que discutamos porque nosotros podemos proponer un montón de cosas y ellos quedarse en el discurso mientras se sientan a negociar por derecha”, redondeó después a Página/12 otro diputado de peso del peronismo, quien dejó en claro que “el bloque acuerda en la necesidad del déficit cero pero no en los métodos”.
Ese acuerdo quedó plasmado en la disposición que la bancada justicialista le transmitió al titular de la Cámara baja, Rafael Pascual, para sancionar hoy los proyectos de modificación en el modo de percepción del IVA y de eliminación de exenciones al impuesto al cheque que elEjecutivo remitió al Congreso. Lo que también señalaron los peronistas es que si se sientan en sus bancas para tratar esas iniciativas tratarán por todos los medios que se apruebe la derogación del decreto de ajuste.
Entre los senadores peronistas también prima la idea de que no hay que tocar los haberes de la clase pasiva y en su lugar cargar el ajuste a la cuenta de los sectores financieros. El titular del bloque del PJ manifestó, precisamente, su “desagrado por el recorte a los jubilados” y opinó que “al menos debió haber sido gradual para afectar menos a los sectores más bajos”.
Una de las ideas que maneja la mayoritaria bancada del PJ es gravar con el impuesto a las ganancias las rentas financieras. Otra es extender el impuesto a las transacciones financieras al “call money”, como se denominan los préstamos que se realizan entre bancos.

 


 

Cavallo confirmó que las cajas de
ahorro también pagarán el impuesto

Se envía al Congreso un proyecto de ley para que todas las operaciones con cajas de ahorro y tarjetas de crédito también paguen una tasa del 0,6 por ciento. Según Cavallo, así se podría subir el piso de las jubilaciones a recortar a 500 pesos.

Ministro de Economía, Domingo Cavallo. Todos los días una conferencia de prensa, un anuncio.

Tal como anticipó Página/12, Domingo Cavallo anunció ayer el envío de un proyecto de ley al Congreso para extender el impuesto a las transacciones financieras a las operaciones en caja de ahorro, que serían gravadas con una tasa del 0,6 por ciento. Sólo el depósito y extracción del sueldo para los trabajadores en relación de dependencia quedaría exento del tributo. El proyecto también dispone un nuevo régimen de pago del IVA, que sería abonado al fisco recién en el momento en que el empresario cobre el dinero de la venta realizada. Según Cavallo, si estos dos puntos “son aprobados de manera inmediata” por los legisladores, el piso de las jubilaciones que serán afectadas por la poda del 13 por ciento podría subir de 300 a 500 pesos.
“Estos son los proyectos que anunciamos el día domingo y que recibieron el apoyo de los partidos de la Alianza y del justicialismo”, empezó Cavallo la conferencia de prensa realizada ayer a las 8 de la noche. La mención no fue casual sino que el ministro quiso dejar en claro que ya contaba con el aval político para avanzar con estas medidas y que su aprobación legislativa no debía ser más que un trámite.
En el caso del nuevo régimen de pago del IVA, esto sería así, ya que la medida no es conflictiva desde el punto de vista político sino todo lo contrario. El cambio de criterio de devengado a percibido aliviará financieramente a empresas y autónomos que hoy deben ingresar puntualmente todos los meses a la AFIP el 21 por ciento de IVA sobre sus ventas, que recién cobran a un plazo de entre 60 y 120 días. Sin embargo, según los expertos, no será fácil de llevar a la práctica e incluso puede provocar un agujero en la recaudación nada despreciable (ver aparte).
Pero, sin duda, el punto más conflictivo es la extensión del impuesto a las transacciones financieras, que actualmente grava las cuentas corrientes, a las cajas de ahorro. De hecho, esa posibilidad había sido expresamente descartada por el Congreso cuando se trató el impuesto a las cuentas corrientes tres meses atrás, porque afectará no ya sólo a las empresas sino también a las familias, que suelen operar con cajas de ahorro. El titular del bloque de diputados radicales, Horacio Pernasetti, se mostró sorprendido cuando le comunicaron la novedad: “Recién me enteró del proyecto, tenemos que discutirlo en el Congreso”, dijo, en un diálogo radial.
Por eso, Cavallo se preocupó por recalcar que, de aprobarse estas medidas, el piso del recorte para las jubilaciones podría subirse hasta 500 pesos. “Este sería un merecido beneficio (sic) para los jubilados”, aseguró el ministro, que desde un principio propuso podar jubilaciones de más de 300 pesos.
Para Cavallo, con la generalización de este impuesto “se cierran todas las vías de la evasión, porque quedarán gravadas todas las cuentas bancarias y no bancarias”. Sólo quedarán exentos “los créditos en cajas de ahorros o cuentas corrientes bancarias hasta la suma acreditada en concepto de sueldos del personal en relación de dependencia o de jubilaciones y pensiones, y los débitos en dichas cuentas hasta el mismo importe”. El proyecto habla de una tasa de “hasta el 0,6 por ciento”, pero se descuenta que –como ocurrió con el impuesto las cuentas corrientes– Economía fijará la alícuota máxima para el nuevo tributo. De prosperar la iniciativa, serían alcanzadas por el tributo las siguientes transacciones financieras:
Depósitos y extracciones de la caja de ahorro por encima del valor del sueldo para los trabajadores en relación de dependencia.
En el caso de los trabajadores autónomos y monotributistas, los ingresos no estarán exceptuados. Así, los cheques o efectivo que depositen en caja de ahorro serán gravados, al igual que todo débito (o extracción) que realicen sobre la misma cuenta.
En el caso de los autónomos, parte del impuesto podrá ser tomado a cuenta del pago de IVA o Ganancias (el 0,35 por ciento). En el caso de los monotributistas, aclaró ayer Cavallo, la alícuota será de 0,25 por ciento, como sucede con las cuentas corrientes.
Los débitos de tarjetas de crédito, servicios públicos y otras compras que se hagan sobre la caja de ahorro con tarjetas de débito también serán gravadas.
Si alguien cobrara sus ingresos en efectivo, ya sea porque los tiene en negro o por es un trabajador autónomo que no utiliza la caja de ahorro, y quisiera pagar la tarjeta de crédito también cash, lo mismo será alcanzado por el impuesto.
Si alguien tiene depositada una sumas importantes en la caja de ahorro, ya sea en pesos o en dólares, y desea ir extrayendo esa plata en efectivo para gastarla, también pagará por las extracciones el tributo. El ministro no aclaró ayer qué pasaría si la persona decide pasar ese dinero a un plazo fijo, y después hacer la extracción. Sea como fuere, en la última semana mucha gente transfirió fondos de plazos fijos a cajas de ahorro, temiendo un congelamiento de depósitos. Y ahora ese dinero podría quedar alcanzado por el nuevo impuesto.

 

Riesgoso vuelco en el IVA

Por J.N.
Después de un largo cuarto de siglo, el IVA ya no se pagará a la AFIP sobre los ingresos devengados, que ocurren con la emisión de la factura, sino sobre los percibidos, que se concretan con la cobranza. Domingo Cavallo, asesorado por José María Farré, secretario de Ingresos Públicos, desoyó las advertencias de muchos tributaristas y preparó el correspondiente proyecto de ley. El mayor peligro que se corre con este vuelco de criterio es ocasionarle al fisco, en el peor momento imaginable, un bache de ingresos que podría sumar alrededor de dos meses de recaudación de IVA (unos 3000 millones) porque, con la nueva mecánica, los contribuyentes esperarán a cobrar para liquidar el impuesto.
Además de la perturbación que causará en los procedimientos contables y recaudatorios, la reforma equivaldrá a un crédito a tasa cero que la AFIP le extenderá a los inscriptos del tributo. Hasta ahora, una empresa debía anticiparle a Impositiva el gravamen, independientemente de haberle cobrado la venta a su cliente, con el pertinente IVA. Tratándose de firmas que calculan sus costos, incluyendo el financiero de ese adelanto, se supone que éste ya estaba contemplado en el precio. ¿Puede esperarse que a partir de la nueva ley, cuando el costo financiero de la espera pase a soportarlo la DGI, bajarán los precios?
Obviamente, también el crédito fiscal que logra el contribuyente cuando compra una mercancía o un servicio a plazo se corre del momento en que se devenga la obligación hasta el momento del pago. Esto juega financieramente a favor del fisco, pero, de hecho, si hay recaudación de IVA es porque los débitos superan a los créditos fiscales. La pérdida financiera del erario se operará sobre esa diferencia.

 

“Devolveremos Ganancias”

–¿Ministro, tomó usted en cuenta las propuestas de ajuste alternativas planteadas por los legisladores de la Alianza, como ser la suspensión de la devolución del impuesto a las Ganancias a partir de agosto para aquellos que ganan más de 1500 pesos? –preguntó ayer Página/12.
–El Congreso puede hacer lo que quiera. Si aprueban eso, nosotros lo vamos a acatar. Pero yo considero que el aumento del impuesto a las Ganancias dispuesto el año pasado por el ex ministro Machinea tuvo un impacto fuertemente recesivo. Y devolver ahora parte de ese impuesto es una política reactivadora que permitirá construir más departamentos o vender más autos. Además, no provocará una disminución de ingresos fiscales como pueden calcular los contadores.

 

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