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Egipto somete a juicio a 52 hombres por ser gays

En un caso que ha generado las protestas de organizaciones de derechos humanos, 52 hombres detenidos en un restaurante gay son juzgados por �prácticas inmorales�.

Los hombres, esposados,
son conducidos al tribunal.

Un juicio contra cincuenta y dos hombres, detenidos en mayo pasado en un barco restaurante de El Cairo frecuentado por la comunidad homosexual, empezó ayer en un tribunal de Seguridad del Estado. El primer proceso de este tipo que se celebra en Egipto se inició en un ambiente cargado, en que los familiares de los acusados lloraban e incluso intentaron romper las cámaras de algunos periodistas. El tribunal se limitó a comunicar los cargos y convocó para una próxima sesión el 15 de agosto. Como la homosexualidad no es un delito en Egipto, los cargos presentados son por “prácticas inmorales” y “ofensa a las religiones”, entre otros. El caso ha generado preocupación entre las organizaciones internacionales de derechos humanos y una dura campaña de los diarios en contra de los acusados.
A los detenidos se les ha aplicado la Ley de Emergencia, vigente en el país desde 1981, y la Fiscalía General puso el caso en manos de un tribunal especial de Seguridad del Estado. El hecho de ser un tribunal especial el que los juzga, de acuerdo con una legislación de excepción, puede suponer para los procesados el ser acusados de delitos poco concretos, la imposición de penas mucho más duras que las aplicadas por los juzgados ordinarios.
Muchos de los 52 hombres que entraron en el abarrotado tribunal se cubrieron las cabezas con toallas para intentar esconder su identidad. Uno se desmayó, pero recuperó luego el conocimiento en una sala llena y con mucho calor después de que el juicio se iniciase, dos horas más tarde de lo previsto. “¿Por qué están tomando fotos? ¡No tomen fotos! ¡No hagan un escándalo!”, gritaron dos mujeres a un fotógrafo, mientras lo abofeteaban y le daban puñetazos en la cara, intentando arrastrarlo fuera de la sala del juicio.
El fiscal general egipcio, Maher Abdel Wahid, los acusa de “abuso de la religión y difundir ideas extremistas verbalmente y por escrito”, además de “ofender a las religiones monoteístas, prácticas inmorales y rezar de manera que contradice las prácticas adecuadas”. A dos de los procesados se los acusa también de organizar el grupo que supuestamente formaban.
Aunque se han develado muy pocos detalles sobre cómo se produjeron las detenciones y las acusaciones concretas contra los procesados, la prensa egipcia difundió fotografías de varios de ellos y lleva a cabo, de forma unánime, una campaña en la que pide que sean duramente castigados.
Un diario pidió, incluso, que se aplique la pena de muerte por prácticas homosexuales, en un país donde son frecuentes aunque secretas, debido a que las relaciones sexuales entre jóvenes de distintos sexos no casados son muy difíciles.
Los homosexuales egipcios y los escasos grupos en que están organizados prácticamente han suspendido sus actividades y han desaparecido de internet sus páginas web, por temor a acciones represivas. Numerosas organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos, especialmente la Comisión Internacional de Gays y Lesbianas y Human Rights Watch, con sede en Nueva York, han condenado la actuación de las autoridades egipcias. “Este caso muestra algunos de los peores aspectos del sistema judicial egipcio”, señalaron las dos organizaciones en un comunicado conjunto difundido el mes pasado.

 

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