Por Alejandra Dandan
¡¡¡Viva
Argentina carajo!!!, le salió del alma a un taxista cuando
se cruzó con una cola larguísima frente al Centro Gallego.
Después de ese grito, la escena en Mitre al 2550 se pareció
a la imagen de una Argentina filmada, pero desde el exilio. No había
lágrimas, es cierto. Pero existía una sensación compacta
y clarísima de derrota. De acuerdo con Policía Federal unas
dos mil personas corrieron ayer a la casa de la Xunta de Galicia en Balvanera
para pedir trabajo. Todos creían que el Ayuntamiento español
necesitaba cubrir puestos vacantes y no exigía papeles de ciudadanía
a los postulantes. Pero no. Nada de eso existía. El Centro Gallego
sólo quería crear una base de datos, pero la convocatoria
se deformó cuando fue difundida por un canal de televisión
y la gente corrió hasta la puerta de la sede apenas lo supo. Allí,
de todos modos, dejaron sus datos y a cambio recibieron un gran papel
fotocopiado: No hay en este momento ofertas laborales en este Centro,
decía.
Al principio nadie entendía demasiado. En medio de los cortes de
calle y movilización que sacudieron a la Capital durante todo el
día, José lograba abrirse paso en la ciudad para conseguir
una entrevista que lo lleve a España. Había visto el aviso
en la tele.
No, no te piden papeles le explicaron sus socios de cola apenas
llegó. Por eso en la cola eran tantos y por eso mismo él
estaba dispuesto a quedarse hasta que atendieran a la cuadra y media de
personas que aún tenía delante. Después de todo,
durante estos seis meses, eso fue lo único que hizo. Todos los
días, camina de consultora en consultora dejando su currículum
de economista ante las entrevistadoras que ni siquiera saben qué
es un balance, dice él. Ayer mismo, antes de sumarse a la cola
de los españoles, terminaba una entrevista en Puerto Madero y otra
en la embajada de Canadá.
¡¡¡Uyyyy, no me digas!!! lo interrumpió
de pronto, su compañera de hilera. ¿No sabés
si necesitan una psicóloga laboral?
La psicóloga lleva cinco años de psicóloga con un
título de graduación de Francia. Se llama Patricia Inés
Martínez Llenas y atendió en Buenos Aires en su consultorio
hasta que, de a poco, desaparecieron sus pacientes. Se dio cuenta en poco
tiempo que ni siquiera había cupo para ella en las obras sociales
y tampoco lo conseguiría en empresas. Resultado: decidió
irse. ¿Vos también sos psicóloga?, la
interrumpe ahora Daniel Bustos. Es padre de familia con dos chicos, neurótico
y hasta hace unos meses dispuesto a irse a Israel. Pero me dio miedo
dice, por las guerras.
A Daniel lo interrumpe su colega mujer pero esta vez porque atiende el
teléfono.
Sí amor, estoy en la cola y sí contesta...
Yo me quedo, hasta que cierren.
Eso ocurría a las seis de la tarde, Patricia Inés Martínez
Llenas tenía por delante la cuadra y media apretada de gente dispuesta
a gritar basta. De salir de Argentina, contaba Juan, que no tiene visión
de futuro porque soy capaz y puedo dar mucho: si Argentina no lo
quiere y otro país sí: me voy a ese lugar y basta.
De eso hablaban con Bustos, enojado también porque sus pacientes
quieren pagarle tres pesos la hora: Y resulta que ahora somos mucamos
profesionales: vienen psicóticos y los atendemos.
La convocatoria del Ayuntamiento gallego era extraña, pero en la
cola nadie preguntaba demasiado. Tal vez porque así al menos se
podía seguir esperando. Para algunos, los españoles buscaban
gente en turismo, para otros sólo profesionales.
La verdadera historia fue distinta. Esther Bueno, jefa de la Oficina de
Orientación Laboral de la Cámara de Comercio de Santiago
de Compostela, organismo a cargo de la supuesta convocatoria, estaba francamente
desesperada. Entre entrevista y entrevista, le dijo a Página/12
que desde allí nunca se había hecho una oferta de trabajo.
No tenemos ofertasconcretas remarcó, lo que hacemos
con estos currículum es crear una base de datos y frente a alguna
necesidad, llamaremos.
La información en la cola era otra. Muchos habían entendido
en un noticiero de televisión que el Centro Gallego necesitaba
mano de obra calificada y profesionales, especialmente en el área
de informática. Y la convocatoria, según esa versión,
hasta tenía un final de película: Galicia no pedía
ni siquiera los papeles de ciudadanía para aceptar a los postulantes.
Sin embargo, para quien hacía de vocera del Ayuntamiento, la cuestión
era distinta. Los postulantes tenían que cumplir un requisito:
Doble ciudadanía, confirmó a este diario durante
la tarde. Aunque el requisito no es excluyente, explicó, tendrán
prioridad los ciudadanos españoles cuando se produzca una vacante.
Una de las mujeres la escuchó. De todos modos siguió esperando:
¿Si no la llaman? preguntó este diario.
Me voy igual. Si a mi marido no lo contratan me voy yo, y después
irá él y mandaré pedir por los hijos.
Eso mismo hicieron hace muchos años sus abuelos. Silvia cumplió
ya 65 años, tiene algo de dinero ahorrado y le contó a la
funcionaria española que serviría en cualquier puesto, pero
sobre todo en la cocina de un hotel o por qué no, restorante.
Pero de ir... se apuró tal vez más asustada:
¿Llevaría a mi hija? Está terminando el secundario.
Cuando faltaba una hora para las seis de la tarde, desde la oficina terminaban
de distribuir unos 300 volantes fotocopiados. Allí la Cámara
de Comercio de Santiago de Compostela recordaba que no había puestos
vacantes por el momento y que todos los pedidos serían incluidos
en una base de datos. Además, anunciaban que nadie debía
apurarse. Esta especie de inscripción seguirá abierta hasta
el 31 de diciembre y además para dejar los datos ni siquiera hacen
falta las colas.
Soldados que desertaron
Algunos descubrieron que el uniforme y la sufrida vida castrense
no era para ellos. Otros, ayudados por sus familiares, consiguieron
trabajos con mejores sueldos que los que pagan las fuerzas armadas.
Sea por el motivo que fuere, 42 integrantes del grupo de argentinos
y uruguayos que el mes pasado viajaron a España para reclutarse
como soldados profesionales, ya solicitaron la baja a sus superiores.
Uno de los primeros en conseguir trabajo poco después de
llegar a Barajas fue Pablo Cor Fernández, un futbolista uruguayo
que había integrado la selección Sub-20 de su país
y fue contratado por el Club de Fútbol. Al cordobés
Germán Yepes, en cambio, lo venció la nostalgia por
su familia y la desilusión de saber que no obtendría
ningún diploma por la formación profesional que recibiría
en España. Desestimando lo sucedido, las autoridades españolas
señalaron que el número de bajas está
dentro de lo previsto, y recordaron que los reclutas estaban
en período de prueba, por lo que podían irse cuando
quisieran.
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Hasta fue un sacerdote
Ni siquiera el cura pudo resistirlo. Después del mediodía,
el padre Ricardo Sosa se acercó a Balvanera para conseguir
allí una bendición del cielo. En épocas de
crisis, un puesto de trabajo rentado se parece a eso y si incluye
pasaje a España, las bendiciones serían completas.
Por eso, el padre Ricardo se sumó vestido de cura, a la cola
formada desde muy temprano frente a la Casa del Ayuntamiento de
Galicia. También en su parroquia habían visto el programa
donde anunciaban la supuesta convocatoria urgente del Centro Gallego.
Sosa no lo pensó. Un cura no tiene hijos ni mujer para
alimentar, pero sí tiene una familia lejos y hermanos en
la universidad que tienen que estudiar, explicó ahí,
mientras desandaba paso a paso la cola que lo acercaba tal vez,
a un puesto de trabajo para pagar la universidad de esos tres hermanos
que dejó en Recife. El padre Sosa llegó de Brasil
hace un año. Aquí se incorporó a la comunidad
de la Parroquia San Onofrio de Berazategui y, para explicar que
efectivamente es un cura católico, dice que hasta trabaja
con el movimiento scout. En un español esforzadísimo,
consigue contar también que el presupuesto de sus colegas
de culto está quebrado. Que también necesitan trabajo
y en Argentina, trabajo, no hay.
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FLORECEN
LAS GESTORIAS PARA FACILITAR TRAMITES
El negocio de la emigración
En octubre próximo, varios
argentinos podrían gritar ¡lotería! y empezar a soñar
con un cambio. Claro que en esa oportunidad no habrá niños
cantores, ni anfitrionas sonrientes, ni millones de pesos en danza: el
sorteo será realizado por una computadora, en el estado norteamericano
de Kentucky, y el premio para los favorecidos será
el acceso a una visa permanente para radicarse, trabajar o estudiar en
los Estados Unidos. Y como toda lotería mueve dinero, en Argentina
han aparecido varias agencias que brindan asesoramiento a los interesados
en participar del sorteo, a cambio del pago de un arancel que oscila entre
los 30 y los 80 pesos; a pesar de que el formulario para participar de
la lotería DV-2003 es gratuito, y que se podrá solicitar
en la embajada norteamericana en Buenos Aires a partir de agosto de este
año.
USA Gestión llegó a Buenos Aires hace dos meses. Su casa
matriz funciona en Israel. Paulo Pardo, presidente de la filial argentina,
señaló a Página/12 que sus empleados contestan entre
500 y 800 consultas por día. Sobre ese total de interesados, casi
un 10 por ciento termina contratando el servicio de USA Gestión.
Nosotros tomamos los datos por teléfono, completamos el formulario
y se lo enviamos al cliente para que corrobore la información,
firme la solicitud y adjunte una foto tamaño pasaporte, explicó
Pardo. El valor del trámite, para una persona y por un solo año
-incluye cónyuge e hijos menores de 21 años, es de
70 pesos, e incluye el envío de la documentación a Estados
Unidos.
TuGreenCard es otra de las agencias que brindan asesoramiento y tramitan
aplicaciones para la lotería DV-2003. La filial argentina asiste
a toda América Latina, y la central funciona en Estados Unidos.
Diego, uno de los representantes de la firma, cuenta que durante el 2000
recibieron cerca de 32 mil aplicaciones sólo de Argentina, entre
nativos y extranjeros que viven en el país, y que para este año
esperan que la cifra se duplique. Es que tenemos unos promotores
de lujo ironiza. Apenas salen a hablar los ministros de Economía,
los teléfonos no paran de sonar. En el caso de TuGreenCard,
el trámite sale 40 pesos para personas solteras, y 60 para personas
casadas, tengan o no hijos. Por ese precio mínimo, usted
puede tener la posibilidad de mudarse a las playas de Miami o a la majestuosa
Nueva York, invita el sitio en Internet de la agencia.
Es necesario aclarar que ninguna de estas agencias garantizan el acceso
a una de las 55000 visas que se sortearán, y que el formulario
que ofrecen difiere en nada del que se podrá obtener, gratuitamente,
en la Embajada de Estados Unidos porteña desde mediados de agosto.
John Larrea, secretario de esa delegación, aclaró que ninguna
de estas agencias tienen relación con la embajada, y agregó
que quienes deseen consultar sobre el trámite pueden enviar un
e-mail a [email protected].
¿Cuáles son las ventajas, entonces, de abonar entre 40 y
80 pesos para que otro realice por uno el trámite, cuando hacerlo
por intermedio de la embajada no tiene costos? Tenemos el know-how
del trámite, llevamos años haciéndolo, argumenta
Pardo, y señala que cerca de un 30 por ciento de las solicitudes
son rechazadas por errores en la confección. También
nos aseguramos de cumplir con los requisitos legales para participar,
explica Diego. Los requisitos en el caso de Argentina son dos: tener secundario
completo, o haber trabajado dos años ininterrumpidos durante los
últimos cinco años.
Producción: Silvina Seijas.
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