Por Cristian Alarcón
Después de tres semanas
sin sesiones los senadores volvieron a la carga. Y en el regreso se lucieron
ayer con un proyecto que aumenta las penas hasta 25 años en algunos
casos para aquellos delincuentes que tomen rehenes, en absoluta sintonía
con los últimos sucesos argentinos en los que la modalidad ha sido
tema nuevamente. Con casi absoluta mayoría los senadores votaron
la introducción de un párrafo al artículo 142 del
Código Penal. Allí incluyen la figura legal del rehén
y estipulan un castigo de entre seis y veinte años de prisión,
que pueden ir a entre diez y 25 años si la persona privada de libertad
es una mujer o menor de edad; en caso de que el rehén muera la
pena es de prisión o reclusión perpetua. Entre las críticas
que se plantearon ayer durante la sesión se escuchó la de
Jorge Yoma que acusó a sus pares de buscar una respuesta
facilista a los reclamos sociales y de crear para esto una
pena más alta que la del secuestro extorsivo que es un delito mucho
más grave. El penalista Raúl Zaffaroni fue terminante:
La pena que imponen es inconstitucional porque es mayor que hasta
el propio homicidio. Los senadores que impulsaron la reforma la
defendieron a caballo de la idea de que tomar rehenes es peor que raptar
a una persona y pedir un rescate.
Hasta el momento un ladrón que rodeado por la policía decidía
tomar rehenes para escapar o para asegurarse de que no lo mataría
la propia fuerza podía ser condenado por privación ilegal
de la libertad y por el robo o intento de robo que cometía. De
entre los artículos del Código dedicados a los delitos
contra la libertad individual el 142 bis hace una referencia en
la que encuadraba la toma de rehenes: se impondrá una pena
de cinco a quince años, al que sustrajere, retuviere u ocultare
a un persona con el fin de obligar a la víctima, o a un tercero,
a hacer, no hacer, o tolerar algo contra su voluntad. Para los senadores
de la Comisión de Asuntos Penales, liderados por el radical de
Buenos Aires, José García Arecha, ello resulta insuficiente.
Si alguno piensa que esto es hecho por un interés mediático
lamento que no sepan que mi proyecto tiene un año desde que lo
presenté, le dijo ayer a Página/12 respondiendo a
los que lo critican por la simultaneidad entre los hechos de esta semana
y su idea concretada ayer.
Lo cierto es que ayer uno de sus promotores, el senador Augusto Alasino,
sostuvo que ante la gran cantidad de casos como el de Ramallo, el
de Tigre y el de Flores de esta semana, el Senado decidió avanzar
con urgencia en la aprobación de esta norma. Y lo hicieron.
Así, si los diputados tal como ya lo hicieron con la eliminación
de la ley del dos por uno y el aumento de atribuciones a la policía,
aprueban lo que los senadores ayer giraron, en breve el Código
incluirá la famosa palabra rehén. La pena será
de seis a veinte años de prisión o reclusión si el
delito se cometiere mediante la toma de rehén con el fin de obligar
a la autoridad pública a hacer efectiva alguna acción u
omisión que implique impedimento al libre acceso de sus facultades
legales, dice el texto nuevo, agregado como un párrafo más
al artículo 142 bis.
El artículo, tras dejar claro que sería un rehén,
indica penas especiales de entre diez y veinticinco años de cárcel
para quienes priven de su libertad a una mujer o a un menor de dieciocho
años o si a cualquier persona le provocan un daño grave.
Es con ello que el castigo a un ladrón que tomó rehenes
como en el Banco Itaú de Flores sería superior al de alguien
que asesina. Y por supuesto supera al delito de secuestro extorsivo que
tiene una pena de entre cinco y quince años. Es una doble
equivocación, crean un delito que ya está previsto y a la
vez aparecen delitos más graves que quedan con una condena menor,
planteó ayer Yoma. El justicialista, que junto al senador aliancista
Pedro Villarroel votó en contra, cree que los senadores no
quieren entender que está comprobado que el agravamiento
de las penas no tiene incidencias en el crecimiento delictivo. Es
la respuesta a Crónica TV. Miran y ahí nomás meten
un proyecto, eso es engañar a la gente, es querer tranquilizar
los ánimoscuando en realidad le empeoran la vida porque negociar
será mucho más difícil. Para uno de los mentores
del cambio, el senador Jorge Agundez, con esta ley un delincuente
pensará dos veces antes de tomar a una persona para usarla como
escudo humano, es importante incluir la palabra rehén, para que
se la represente y entienda que no debe hacerlo porque le irá peor.
Buscan rédito
mediático
Por C. A.
Esto pretende ser derecho penal intimidatorio, lo cual
no tiene más que un efecto publicitario que no lleva a nada,
opina, sorprendido por la decisión del senado, Raúl
Zaffaroni, director del Instituto de Derecho Penal de la Universidad
de Buenos Aires. Zaffaroni ve dos inconvenientes graves en la incorporación
de la figura del rehén en el Código Penal. Por un
lado que es inconstitucional y el efecto que tiene es que
desarticula la lógica del Código porque rompe el equilibrio
entre las penas dejando con menor carga a quien comete un delito
más grave, que afecta derechos más importantes.
Y por el otro porque una legislación así pondría
en serio riesgo las negociaciones llevando a los delincuentes a
tener una actitud del todo por el todo que es perjudicial para la
resolución de los conflictos.
El riesgo que observa el penalista en el artículo sancionado
ayer en el senado es que con una pena tan alta, de diez a 25 años
si el rehen es menor o mujer, directamente casi no hay diferencia
con el homicidio de los cautivos. De hecho el artículo prevé
que si el rehén muere, no aclara si por culpa del ladrón
o de la policía, la pena es de prisión o reclusión
perpetua. Con ello la diferencia entre que los rehenes mujeres y
niños sobrevivan o no es muy poca. Partimos de la base
de que la pena es inconstitucional porque esta superando al homicidio,
no puede tener la privación de la libertad y un peligro para
la vida más pena que la muerte, sostiene Zaffaroni.
Y explica: normalmente se supone que hay una escala de valores
que sale de la Constitución, una jerarquía de derechos,
una priorización en la que todo indica que el derecho a la
vida es superior a cualquier otro. El criminólogo considera
que la búsqueda de un rédito mediático
inmediato produce cambios en la legislación que pueden
ser peligrosos para la resolución de conflictos. Estos
cambios se explican solo si se busca publicidad, de ninguna manera
si lo que se esta tratando de encontrar es una solución.
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UN
EXTRAÑO ROBO A UN BLINDADO EN LANUS
Medio millón en unos segundos
Por Carlos Rodríguez
Si hay justicia, los tres hombres
que robaron ayer un blindado en Lanús deberían figurar en
el Libro Guinness: se llevaron cerca de medio millón sin disparar
un tiro y el robo, técnicamente hablando, podría ser encuadrado
en la modalidad arrebato, un delito menor porque se comete
con una dosis mínima de violencia. Fue casi como una carrera de
postas entre los dos custodios de la empresa transportadora de caudales
Brinks y los ladrones, pero en lugar de intercambiar el testimonio,
como se llama la banderilla que se van pasando los competidores de un
mismo equipo, los hábiles correcaminos se llevaron dos sacas llenas,
una con 230.000 pesos y la otra con 250.000 dólares. Siguieron
corriendo, subieron a un auto donde los esperaba un tercer hombre y se
perdieron en la mañanita del sur del conurbano bonaerense. No
recuerdo un robo así en contra de un blindado, admitió
a Página/12 una fuente vinculada a la investigación.
El robo se produjo a las 9,40 de ayer en una sucursal del Banco Río
ubicada en la avenida 9 de Julio 1840, en pleno centro de Lanús
Este, una zona que a esa hora del día es transitada por cientos
de personas. El fiscal de Lomas de Zamora Juan José Vaello le dijo
a este diario que tenía sólo la información
que fue suministrada en el lugar por los dos custodios ante la Delegación
Departamental de Investigaciones (DDI) del partido. El fiscal también
reconoció que fue un robo con una modalidad distintiva
y se limitó a señalar que estaba esperando información
complementaria sobre el suceso. Para los voceros policiales y de la consultora
privada SASETECH, que lleva las estadísticas sobre robos a bancos
y blindados, la suma sustraída constituye un récord
para los robos en tránsito mediante la modalidad arrebato.
Lo único cierto, hasta anoche, era que los pesos y dólares
destinados a reponer el efectivo de los cajeros automáticos, desaparecieron.
La fiscalía indaga sobre cómo ocurrieron los hechos. Al
parecer, los dos delincuentes estaban armados y amenazaron a los dos custodios,
que también lo estaban. Por lo menos uno de ellos habría
sido golpeado en el pómulo derecho y le robaron el arma que llevaba,
una 9 milímetros. Está confirmado que no hubo disparos,
ni de parte de los ladrones ni tampoco del lado de los custodios, una
vez que los autores del robo comenzaron su loca carrera. Tampoco llegaron
a intervenir los custodios del banco. Hay que reconstruir lo que
pasó, dijo Vaello.
Todo fue tan rápido que los transeúntes que presenciaron
el robo no acertaban a coincidir, ni siquiera en la cantidad de ladrones:
dijeron que hubo dos, tres o cuatro. El escape fue por la avenida 9 de
Julio y luego por la calle Basavilbaso, donde habría estado estacionado
el auto en el que se completó la fuga. Sólo se dijo que
se trataba de una camioneta de color blanco. La policía, cuando
llegó al lugar, montó un operativo cerrojo que fue tardío
y no arrojó resultados positivos.
La carátula podría ser robo calificado, si se
confirma la presencia de armas, la agresión al guardia y el hecho
de que fue en poblado y en banda. Sin embargo, fuentes policiales
reconocieron que técnicamente fue un arrebato, aunque
el botín supere largamente la recaudación habitual de la
especialidad. Es prematuro hacer un diagnóstico, pero es
evidente que es un caso raro. Estos suelen ser robos tipo comando, con
ostentación de fuerza. No recuerdo antecedentes de un robo a un
blindado con arrebato. Habrá que profundizar la pesquisa,
comentó la fuente consultada.
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