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LA FERIA INFANTIL Y JUVENIL, UNA OPCION PARA CHICOS (Y PADRES)
Un mundo de libros, alegría y placer

Inaugurada el lunes en el Centro
de Exposiciones, la hermanita de la Feria del Libro estará abierta hasta el 5 de agosto. Hay buenas ofertas, juegos, entretenimientos y numerosos espectáculos gratuitos.

Los menores de 12 años entran gratis a esta decimosegunda edición de la Feria de los pequeñitos.

Por Verónica Abdala

“¿Me pintás el cielo?”, propone Santiago, entrecerrando sus ojitos negros. Entonces Malena –pelo negro por el hombro, ojos color miel, manitos enchastradas en témpera celeste– se acerca hasta la cartulina blanca y, sin decir palabra, le regala un cielo prolijito. Después, Malena vuelve a su sitio. Allí, junto a Natalia y Carolina está pintando un jardín de flores lilas, bajo la mirada atenta pero silenciosa de Gabriel Guiñazú, el responsable del stand 23. La escena ocurre en la 12ª edición de la Feria Infantil y Juvenil del Libro, en el Centro Exposiciones de la Ciudad (Figueroa Alcorta y Pueyrredón). “Acá hacen lo que quieren, nadie les va a decir lo que tienen que hacer. La idea es que se conecten con la posibilidad de hacer arte, algo que se mantiene como constante en todos los talleres de la Feria, de títeres, pintura, ciencia, narrativa”, explica Guinazú, que desde hace 18 años recorre el país en su “Móvil del arte”, llevando a los chicos del interior profundo la posibilidad de participar de sus talleres de plástica. Junto a su mujer, Ana y sus tres chicos recorre, desde 1983, alrededor de cincuenta escuelitas por año, con alrededor de trescientos alumnos cada una. Por su stand de la Feria pasan casi quinientos chicos por día: llegan limpios, de guardapolvo blanco o a cuadritos, los de jardín. Y se van con manchas de colores en su ropa, en las manos, en la sonrisa.
En la otra punta de la Feria Infantil y Juvenil, en el stand 69, Pablo Herrero, una de las cabezas de la Compañía de Teatro El Juglar, sabe que le basta calzarse un títere para ganarse la atención y la complicidad de los más chiquitos: cuando se para frente a ellos con un brazo vestido de payaso o marinero, ellos saben que empieza la diversión. “Es cierto que este año la Feria está un 10 % más chica”, admite Herrero, actor y titiritero, hijo y hermano de titiriteros. “Pero también que está mucho más linda que nunca, y muy concurrida.” El primer día, concurrieron ocho mil chicos, según informó la Fundación El Libro. Esta semana, la Feria -gratuita para los menores de 12 años– permanecerá abierta de 9 a 17; y desde este sábado, y hasta el 5 de agosto, abrirá de 14 a 20.
Entre uno y otro extremo del Centro de Exposiciones se abren, como en la Feria grande, caminos de libros que invitan a mirar. Sólo que aquí, además de quienes recorren a pie los pasillos, también hay chicos tirados en el suelo, ojeando ejemplares o revistas, otros corriendo, en trencito, o de la mano. Lo que parece confirmar una sospecha generalizada, entre los organizadores y expositores participantes: más allá de la reducción física que sufrió la Feria (un 30% menos de espacio en los últimos dos años), y del “faltazo” de algunas editoriales importantes –Planeta, Norma/Kapelusz, Ediciones B y Emecé– los chicos, que se renuevan año tras año, disfrutan de la oferta de actividades tanto o más que en ediciones anteriores. En tiempos de crisis, en que muchos no pueden pagar un paseo o una entrada de cine o de teatro, la Feria les ofrece lo que para muchos de ellos es sinónimo de felicidad: juegos, títeres, talleres, la posibilidad de mirar y leer libremente los libros expuestos. Y lo más importante: un espacio de contención y estímulo en el que se saben protagonistas.
Hay también, en buena parte de los stands, unos grandes cubos de acrílico que contienen las ofertas del día, y sobre ellos se abalanzan los chiquitos con la esperanza de encontrar un libro con un precio acorde a lo que suelen tener en sus bolsillos. Casi siempre encuentran algo. Como en las ediciones anteriores, las ofertas de este año son lo suficientemente atractivas como para darles el gusto: en casi todos los stands hay libros –buenos, o relativamente buenos– por 1, 2 ó 3 pesos. En el stand de Nueva Era (Nº 41), por ejemplo, se venden libros para pintar, y guías de Zoología, a 1 peso. Y los ejemplares de la colección El nuevo mundo de los gnomos a 2 pesos. La Librería de las Luces (Nº 46) ofrece la colección Gran Enciclopedia de los animales también a 1 peso. Y lo mismo cuestan los de la Biblioteca Billiken, que abordan los temas más diversos, y la colección Grandes Clásicos de la literatura. En Editorial Betina (Nº 37),se consiguen cuentos de tapa dura y un Atlas de Anatomía Humana a 1 peso, y el Martín Fierro de Miguel Hernández a 2 pesos.
Los fanáticos de los comics, también tienen su stand (Nª 70) en donde pueden hallar incontables historietas de Ranma, Sakura, Lazer, Evangelión, y Pókemon, que cuestan entre 2 y cinco pesos. Ediciones de la Flor (Nª 34) también ofrece algunos de sus libros de humor por 1 y 2 pesos, o tres libros por diez pesos. Los docentes también: en el de Cejas Producciones (Nº 20), encontrarán revistas especializadas a 1 peso cada una, y figuras recortadas de diversas formas tamaños y colores (siluetitas) para tarjetas, incentivos e invitaciones presentadas en paquetes de 2 pesos cada uno. En Longseller S.A, las colecciones Para Principiantes y Para Jóvenes Principiantes se venden a mitad de precio a los maestros: dos libros por 10 pesos, y dos libros por siete pesos respectivamente. Aunque las ofertas más atractivas para jardines y colegios, al margen de los libros, son los juegos didácticos de N.T Didácticos (Nº 19) y de Pichi Juegos Didácticos (nª 79). En N.T., además del material didáctico y de psicomotricidad (encastres, móviles, rompecabezas, bloques, ladrillos, figuras de goma Eva, eslabones, etc...), se exponen artículos de librería, juegos de exterior y de educación física.

 

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