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LOS ANTICONCEPTIVOS MASCULINOS YA SE PRUEBAN EN EUROPA Y EE.UU.
Cuando llega el turno de los hombres

Se ensaya un anticonceptivo
que se implanta bajo la piel
del brazo y va liberando las hormonas progresivamente. También se prueba, con la misma droga, la píldora para hombres. La duda es si los hombres aceptarán usarlo: según las encuestas, sólo cuatro de cada diez estarían dispuestos.

Por Pedro Lipcovich

Suavemente, como sin querer, ella tocará al hombre y, cuando perciba ese discreto abultamiento, se sentirá tranquilizada. No será para menos porque el bultito bajo la piel del brazo del hombre demostrará que tiene implantado el anticonceptivo hormonal masculino, cuyos ensayos clínicos comenzaron en Europa y Estados Unidos. El método se agrega al de las píldoras para hombres, que vienen mostrando mostrado eficacia en pruebas de varios meses de duración. Se prevé para dentro de cuatro o cinco años la puesta en el mercado de estos productos, y se plantea desde ya la cuestión de si los hombres -.como vienen haciéndolo las mujeres desde hace décadas, con las píldoras o el DIU-. estarán dispuestos a aceptar cambios en su propio cuerpo para evitar la concepción. Una encuesta en varios países indicó que sólo cuatro de cada diez estarían dispuestos a tomar anticonceptivos hormonales. Estos se plantean como “una opción para parejas en relaciones estables”, y se mantiene “la importancia insustituible de los preservativos para proteger contra las enfermedades de trasmisión sexual”, según la Asociación de Planificación Familiar británica.
El anticonceptivo para hombres consiste en una hormona llamada “etongestrel”, que llega a bloquear por completo la producción de espermatozoides. Se aplica mediante unas pequeñas varillas injertadas bajo la piel del brazo del hombre, que van liberando la hormona progresivamente, con una duración prevista de tres años.
El etongestrel es la misma hormona que se utiliza en las píldoras anticonceptivas para varones. En éstas, como en el nuevo método de liberación lenta, el hombre necesita además, cada tres o cuatro semanas, recibir inyecciones de testosterona (hormona sexual masculina), cuya producción en el organismo es afectada por el etongestrel. El método está siendo ensayado por unos 120 hombres de 18 a 45 años en Estados Unidos y Europa; los resultados finales se esperan para fines del año que viene; luego vendrán los ensayos clínicos sobre varios miles de personas, y los fabricantes esperan poner el producto en el mercado para 2005.
En cuanto a las píldoras, el Centro de Biología Reproductiva de la Universidad de Edimburgo, donde se efectúan ensayos, comunicó que “los resultados de varios meses indican que es ciento por ciento efectiva, sin consecuencias perjudiciales. En todos los casos, el conteo de espermatozoides cayó a cero”. Las pastillas están siendo probadas en Escocia, China, Sudáfrica y Nigeria por grupos de 30 hombres en cada sede. Fred Wu, quien dirige el estudio en el Manchester Royal Infirmary, comunicó que “los resultados, hasta ahora, muestran un bloqueo completamente reversible en la producción de espermatozoides, sin mayores efectos secundarios”.
La contracepción masculina se recomienda como “una opción para parejas en relaciones estables: es bueno que los varones también se hagan cargo de la responsabilidad de la anticoncepción”, señaló Toni Belfield, de la Asociación de Planificación Familiar británica, quien de todos modos insistió en “la importancia insustituible de los condones para proteger contra las enfermedades de trasmisión sexual”.
Una encuesta sobre mujeres escocesas, chinas y sudafricanas mostró que el 75 por ciento estimaba que los hombres debían estar dispuestos a usar el nuevo método. Sin embargo, la correlativa encuesta entre hombres reveló que sólo cuatro de cada diez se manifestaban dispuestos a utilizarlos. El 56 por ciento de los hombres manifestó preocupación por eventuales efectos perjudiciales a largo plazo, todavía desconocidos.
Richard Anderson, director del ensayo en la Universidad de Edimburgo, admitió que “no conocemos los efectos a largo plazo de la píldora para varones, mientras que desde hace 40 años venimos aprendiendo sobre la píldora para mujeres. Pero los beneficios del sexo libre de riesgo deembarazo son reales e inmediatos”. La píldora paran mujeres se desarrolló hace ya 40 años, con sucesivos perfeccionamientos. Una de las razones es que resultó más fácil inventar algo que impidiera la ovulación, que se produce sólo una vez por ciclo menstrual; cada hombre, en cambio, emite millones de espermatozoides en cada eyaculación.
La píldora masculina podría lograr un triunfo más categórico si se lograra que su formulación evitara la necesidad de las periódicas inyecciones de testosterona. Pero el golazo puede venir de China, si se confirman las esperanzas de una píldora anticonceptiva para varones que a la vez prevendría contra enfermedades de trasmisión sexual, incluido el VIH/sida. Un equipo de la Academia de Ciencias de Shanghai y de la Universidad de Hong Kong, en un artículo que publicó la prestigiosa revista Science, anunció el hallazgo de una partícula proteica llamada Bin 1b, presente en el testículo del ratón, que tiene una función microbicida y, a la vez, estaría involucrada en la generación de los futuros espermatozoides. La sustancia “puede ofrecer, no sólo un interesante camino para trabajar en contracepción, sino también consecuencias terapéuticas contra enfermedades de trasmisión sexual”, escribieron los investigadores chinos en Science.

 

Resistencias masculinas

Por P. L.
“Es probable que, en la Argentina, la resistencia de los hombres a usar anticonceptivos hormonales sea todavía mayor que en Europa “, sospecha Norberto Inda, miembro del Foro de Psicoanálisis y Género de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires, y observa que “aun en España, país que no es de los menos machistas, es mucho más frecuente que acá la vasectomía, como opción para hombres que ya no desean tener más hijos. En Latinoamérica está más arraigada entre los varones la equiparación entre fertilidad y potencia sexual: ‘Un polvo espectacular, como para hacerle mellizos...’”.
Por otra parte, observa Inda, “el nuevo método destaca el hecho de que los hijos son también del padre, en contraste con la tradición de que los hijos son de las mujeres, aun cuando hoy los análisis de ADN permiten certificar la paternidad. Pero el sistema patriarcal, a la vez que significa el hecho de engendrar como una prueba de potencia para el hombre, la limita a un plano narcisista, más que de responsabilidad futura”.
–El hecho de que, por primera vez en la historia y gracias a los análisis genéticos, la paternidad puede establecerse con certeza, contribuirá tal vez a que los hombres no desestimen la posibilidad de hacerse cargo del control de la natalidad –observó Página/12–.
–Sin duda –contestó Inda–. En estos últimos dos años encontré, con frecuencia notable, casos de encuentros de una noche o dos en los que la mujer queda embarazada y quiere ser madre y él queda a su vez hipotecado, en un juego de poderes infernal.

 

LOS NUEVOS ANTICONCEPTIVOS PARA LAS MUJERES
Los parches son efectivos

Por P.L.

Los parches anticonceptivos para mujeres son más efectivos que las píldoras. Así lo muestra un estudio sobre más de 1400 mujeres que publicó la Asociación Médica de Estados Unidos. Los mejores resultados se deben simplemente a que casi una de cada cuatro mujeres olvida tomar la píldora en algún día del ciclo, mientras que sólo el 12 por ciento tiene problemas para cumplir con la colocación semanal de los parches. Por otra parte, se anunció un nuevo “anillo anticonceptivo” intravaginal, de eficacia similar a los métodos ya consagrados.
Los parches anticonceptivos, que se adhieren a la piel del brazo, el abdomen o la nalga, saldrán al mercado el año que viene. Un artículo firmado por Marie-Claude Audet y colaboradores, publicado en mayo en Journals of the American Medical Association, da cuenta de un ensayo comparativo entre anticonceptivos orales y transdérmicos sobre 1417 mujeres sanas, en 45 clínicas de Estados Unidos y Canadá, a lo largo de casi dos años. Entre las que usaron anticonceptivos orales, el 77,7 por ciento observó un cumplimiento perfecto de las tomas diarias; la proporción subió al 88,2 por ciento en las que usaron los parches, que se aplican durante tres de las cuatro semanas del ciclo menstrual. El estudio puntualiza también que el 4,6 por ciento de los parches debieron ser reemplazados por desprendimiento total o parcial.
En el grupo que usó parches, “las molestias en las mamas y los trastornos en la menstruación fueron significativamente más comunes, pero sólo durante los dos primeros ciclos menstruales”, según los investigadores. El 2,6 por ciento de las mujeres que usaron parches tuvieron que dejarlos por reacciones en el sitio de la aplicación. Un dato levemente inquietante es que, en ambos grupos, “se registraron moderados aumentos en los niveles de colesterol en sangre”.
En cuanto al “anillo anticonceptivo”, es de plástico flexible, tiene cinco centímetros de diámetro y la mujer lo inserta por sí misma, ajustándolo al cuello del útero. Allí permanece durante tres semanas del ciclo, y ella misma lo retira en la cuarta semana. El anillo libera gradualmente progesterona y estrógenos para evitar la concepción. Un estudio en Holanda, sobre 1145 mujeres, mostró una eficacia similar a la de los anticonceptivos orales o intrauterinos. Y, como las hormonas se liberan directamente en la vagina, la cantidad necesaria es menor que con las píldoras o parches.

 

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