Por Eduardo Videla
Aunque pocos lo sepan, el contrato
de concesión de los subterráneos porteños establece
que cuatro de sus cinco líneas deben prestar servicio hasta las
23. Sin embargo, un permiso provisorio otorgado hace ya cinco años
hizo que los pasajeros de los ramales A, B, C y D tengan su último
tren disponible minutos después de las 22. La excepción,
finalmente, se convirtió en regla y motivó la intervención
del Ente Unico Regulador de los Servicios Públicos de la Ciudad,
que hizo un pedido de informes a la empresa Metrovías y al órgano
nacional de control, la CNRT. El permiso otorgado a la empresa venció
en noviembre y el horario original no fue restablecido, dijo a Página/12
el jefe del área de Transporte del Ente, Julio Rearte.
El servicio de Subterráneos de Buenos Aires fue concesionado en
1994 por el Estado a la empresa Metrovías. El contrato establecía,
entre otros puntos, que el horario de prestación de servicio a
partir de 1996 sería de 5 a 23 horas para las líneas A,
B. C y D, y de 5 a 22 para la línea E , siempre para los días
hábiles y sábados no feriados. El horario tope es el de
salida del último tren de cada cabecera.
En 1996, la empresa Metrovías solicitó a la autoridad nacional
un permiso para mantener el horario hasta las 22, con el fin de acelerar
los trabajos de renovación de vías. Esos trabajos
se terminaron en 1999 pero la empresa volvió a pedir que se mantenga
la modificación horaria, dado que estaba realizando trabajos de
señalización en la línea C, informó
Rearte. El permiso se prorrogó en las cuatro líneas,
pese a que los trabajos se realizaron solo en una, agregó
el funcionario.
Según consta en el Ente de la Ciudad, la fecha de finalización
de las obras de señalización estaba prevista para noviembre
del 2000. Como el horario no se ha modificado después de ocho meses
de vencido el plazo, el Ente de la Ciudad formuló un pedido de
informes a Metrovías y a la Comisión Nacional de Regulación
del Transporte (CNRT), el organismo a cargo del control de la actividad,
en el que pregunta si fue otorgada una nueva prórroga y cuáles
son las obras que se realizan.
Ante una consulta de este diario, Metrovías informó mantiene
el mismo horario vigente desde diciembre de 1988 y admitió
que en 1996 solicitó a la CNRT mantener ese horario con el
objetivo de cumplir con las obras de inversión comprometidas en
el contrato. Actualmente, los últimos trenes parten entre
las 22.23 (línea C) y las 22.32 (Línea A).
Cuando se hizo cargo de la concesión, la empresa sabía
que tenía que cumplir con un cronograma de obras y también
con un horario de servicio, replicó el jefe del área
de transporte del Ente.
Voceros de la CNRT argumentaron que, de todas, formas, la compañía
cumple con la cantidad de servicios establecidos para un día, trasladando
los trenes que deberían correr entre las 22 y las 23 al resto de
la jornada, por lo que la frecuencia entre servicios es menor.
En el Ente reconocen esto, pero sostienen que el usuario tiene el derecho
de tener acceso al servicio hasta las 23. Volver al horario original
representa un beneficio para el usuario, dado que a partir de las 22 las
líneas de colectivos disminuyen su frecuencia, concluyó
Rearte.
El funcionario no descarta que para la empresa constituya un mayor
beneficio económico trasladar servicios de un horario poco
rentable a otro con más movimiento de pasajeros. Los servicios
no los redujeron porque ese era uno de los requisitos para que se les
otorgue un aumento en la tarifa, agregó Rearte.
Con respecto a las atribuciones del Ente, una de las directoras del organismo,
Irene Wais, dijo a este diario que se le pidió al jefe de Gobierno,
Aníbal Ibarra, que reclame ante la nación la facultad de
la ciudad para controlar el servicio de subtes.
Los que escuchan las
quejas
El Ente de la Ciudad fue creado por la ley 210, sancionada por
la Legislatura en 1999, y comenzó a funcionar en agosto de
2000. Su presidente es Néstor Vicente y su directorio está
integrado por Irene Wais, Nilda de Martínez Quijano, José
Luis Di Lorenzo y Roberto Vázquez.
Son sus atribuciones controlar el funcionamiento de servicios públicos
brindados por la ciudad, como la recolección de residuos,
el alumbrado, funcionamiento de semáforos y mantenimiento
de calles y autopistas. También abarca servicios como el
transporte urbano, gas, electricidad y teléfonos, en los
que sus funciones se superponen a las de los entes nacionales.
Es importante que la gente adquiera el hábito de controlar
el funcionamiento de los servicios públicos y hacer conocer
sus quejas. Los ciudadanos deben ser los verdaderos inspectores,
dijo la bióloga Irene Wais, una de las directoras del Ente.
Los reclamos de los usuarios pueden formularse en la sede del Ente,
Bartolomé Mitre 760, 9º y 10º piso, o a los teléfonos
4343-4239/4126 y 4345-5020/1.
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