Por Oscar Ranzani
El resumen de los medios
empezó con buen pie: tras unas pocas emisiones en la noche temprana
de los domingos, fue ascendido al horario de los viernes a las 23. De
este modo, el programa de Azul se convierte en el primero de los programas
sobre la televisión que reporta las novedades, atrocidades y comicidades
publicadas durante la semana. Gonzalo Bonadeo y Gillespi, una dupla probada
en el cable y la radio, por momentos delirante, dan la cara por un producto
en que descuellan la realización de Marcel Czombos y la producción
general de Gastón Portal y Javier Castro Albano. Un importante
archivo sonoro y visual destaca al ciclo que agrega un toque a un rubro
cada vez más competitivo: en su resumen de la semana caben, además
de la televisión, otros medios, como Internet, las radios, los
diarios y revistas y hasta la publicidad callejera. El esfuerzo por poner
cámaras en los programas de radio deparó perlas en las últimas
semanas. Una de ellas fue Diego Maradona llamando a un programa de Radio
Continental donde luego de hacerle una entrevista lo habían criticado
impiadosamente, para decirle a Orlando Barone lo que piensa sobre ese
tipo de periodismo. Otra, el instante en que Néstor Ibarra sorprendió
a su coequiper de Radio Mitre Fernando Carnota con una presentación
estelar a una nota que.... Carnota no tenía preparada (su gesto
de manotear cualquier papel con el fin de salir del paso fue para la historia).
Los temas de El resumen... son más bien disímiles,
ya que abarcan desde el creciente tamaño del busto de Araceli González
hasta la galopante crisis de la economía argentina, a veces sin
la proporción adecuada. En los informes, las imágenes y
los sonidos van formando un relato de cada noticia, con una especie de
zapping interno. Al final de cada informe aparecen los dardos de Bonadeo
o Gillespi, más comentaristas que presentadores. El trabajo se
ve facilitado por una técnica de edición que enfatiza el
humor que destilan ciertas noticias. Gillespi y Bonadeo hablaron con Página/12
sobre cómo se sienten haciendo un programa que suele estar al borde
de la parodia a sí mismo, sobre todo cuando juguetea con los ardores
sexuales con una pulsión adolescente.
¿Creen que se le puede hacer una crítica seria a la
televisión desde la televisión misma, que todo lo fagocita?
Gonzalo Bonadeo: El otro día estaba viendo un programa viejo
de Tato Bores y me preocupé por ver cómo trataba el tema
un capo como él. Y como tipo que labura en la televisión
y la mira criticamente, diría que Bores sintetizaba todo lo que
se puede decir sobre este medio: desde la sátira, desde la ironía,
desde el humor. No me parece que El resumen... esté
perfilado a criticar a la televisión exclusivamente. Por otro lado,
soy muy escéptico al analizar los programas. No creo que la televisión
sea mejorable desde el sentido común, pero tampoco podría
afirmar esta televisión es una mierda sin ponerme yo
adentro. Siento que más de una vez hice programas que no me gustaron.
En ese sentido, con El resumen..., si alguna vez tuve problemas
fue con los puntos del rating, porque en los contenidos estoy de acuerdo.
Gillespi: Es bueno que la televisión se critique a sí misma,
aunque la función que yo tengo en el programa no es precisamente
criticar. Si bien nos marcamos una líneas de conducta, mi rol es
ironizar. Es que, ustedes saben, no soy un crítico de carrera.
Pero también creo que no sé quién puede criticar
a esta altura. O quien tiene chapa para poder hacerlo.
¿La prioridad del programa es parodiar los medios o reírse
de los sujetos protagonistas de la noticia?
Si hablamos de Gran Hermano o Susana Giménez,
para poner ejemplos, estamos hablando del nivel de la televisión
argentina, no de esos programas en especial. Pero la verdad... son muchas
más las apariciones del presidente Fernando de la Rúa en
el programa que las apariciones del resto de los personajes de la televisión.
Lamento, además, que aparezca siempre en algún bochorno.
Me encantaría que no fuese así.
Dos características acentuadas del ciclo son una cruza de
información con humor. ¿Creen que la realidad es más
fácil de digerir si se la comenta de esta manera?
GB: Es una finalidad en sí misma. Yo soy demasiado visceral
y entiendo que, en este tipo de programas, es mejor buscar la ironía
antes que ser vehemente. No me resulta fácil, pero el ciclo tiene
una fase de humor que me falta. Me parece que es una buena manera de entrarle
a la gente. Por otro lado, es algo que le cuesta mucho menos a Gillespi.
Estoy tratando de amoldarme para que el mensaje llegue, pero sin que sea
ta directo o frontal que termine espantando público.
G: Es que la realidad que estamos viendo es extrema y muy difícil
de sobrellevar, incluso con humor. A veces querés hacer un chiste
con este tipo de cosas y resulta más cruel que la realidad misma.
Uno trata de hacer una cosa irónica y quizás, termina agregándole
un balde más de mierda a lo que ya hay. Para mí es un desafio,
porque me gusta el humor absurdo, grotesco. Hablar de lo político
es algo nuevo porque estoy acostumbrado a vivir en un mundo de fantasía.
Por momentos las imágenes construyen un relato documentalista
y, en otras ocasiones, son utilizadas para la ficción con sarcasmo.
¿Cómo es este juego?
GB: Creo que esas posibilidades se dan por el talento que tienen
tanto los productores como los editores. El trabajo que realizan es admirable.
El hecho distintivo es nosotros que tratamos de dejar en evidencia que
estamos jugando con una edición que nos permite descontextualizar
muchas cosas. Ese tipo de recurso se puede utilizar muy bien o puede ser
tóxico.
G: Te puedo responder por la segunda parte porque no participo en
la edición del programa, salvo algunos informes surrealistas. Es
verdad que hay algo de sarcasmo, somos medios cretinos. Pero creo que
la sociedad en general necesita de gente cretina como nosotros porque
de esta manera, a veces, puede ver la televisión de un modo más
critico, más cínico o inteligente. Yo laburo mucho con la
improvisación pero también cuento con Sergio Marcos, un
guionista que me tira algunas líneas en esos baches que, a veces,
caigo.
Si bien el programa establece una crítica hacia el tratamiento
de algunas noticias, muchas veces se vale de la noticia para cuestionar
a diversos personajes como, por ejemplo, políticos o militares.
GB: Creo que es un juego inevitable. Estoy de acuerdo con marcar
diferencias y levantar la voz de vez en cuando haciendo críticas
a nosotros mismos y a los medios. Creo que los que nos cagan son los políticos.
Pero de tanto en tanto lo que no puedo dejar de mostrar es lo que a veces
hacemos los medios como fauna. La síntesis es que hay una crítica
a diversos personajes pero no puedo evitar la crítica hacia los
periodistas porque no creo en el periodismo de periodistas, creo en el
periodismo. Si hoy critico a un político no sé por qué
mañana no debería criticar a un periodista. En tanto trabajes
con los medios vas a caer en el bochorno de lo que tratan los periodistas
y en el bochorno de los periodistas mismos.
G: Hay una ideología: tenemos preferencia sobre ciertos personajes
y no mostramos todo lo que pasó en la TV con una mirada naïf.
Mostramos lo que nos importa de acuerdo a nuestro criterio. Hay personajes
a los que les pegamos siempre, y no sólo a los políticos
en general que son como un blanco fácil. haciendo mal las cosas
o nosotros no entendemos.
La dupla que componen parece responder a una relación entre
un tiro al aire y otro más seriecito que le hace el
juego. ¿Cómo llegaron a esa síntesis?
GB: Eso es parte del juego. Nos resulta cómodo porque nosotros
somos así fuera de cámaras, y nos conocemos del resto de
nuestros trabajos compartidos. Como que sabemos medir nuestros tiempos
y estados de ánimo.
G: Creo que es una potenciación televisiva de nuestras personalidades.
Si bien, él no es el malo/malo y yo el bueno/bueno eso es
algo más televisivo hay una cuota de verdad en el reparto
de papeles. Gonzalo está más enroscado con los quilombos
que hay, digamos...es un tipo más comprometido. Yo vivo más
en el planeta Gillespi. Soy un tipo que cuando tiene tiempo, toca la trompeta,
como todo el mundo sabe.
Un rubro cada vez
más nutrido
El resumen de los medios es un exponente de un nuevo
género, que es el de la televisión cuyo tema central
es la televisión. Habría que remontarse a los años
80 para conocer el origen de los medios que hablan de otros
medios cuando hizo su aparición en el viejo Canal 7 La
noticia rebelde, con un equipo de periodistas irreverentes
que incluso rompían revistas en cámara. En la actualidad,
si se suman los que analizan, parodian o buscan un costado humorístico
de diversos programas, son en total una docena los ciclos que se
dedican a desempolvar los vicios de la televisión. En líneas
similares a El resumen de los medios, hay tres programas
más que toman escenas de la televisión para tratarlos
con distintos niveles de comicidad: PNP, Sushi
con champagne y TV Registrada. También
están los que buscan analizar la información televisiva
a partir del debate o la polémica, o la mímica de
ellas. En este rubro se inscriben los amarillentos Intrusos,
Indomables, Rumores y Memoria,
que se mueven en el terreno de la farándula televisiva. Por
otro lado, la parodia de la caja boba se ha convertido
en objeto de culto en Todo x 2 $, que está plagado
de códigos de la TV descontextualizados a través del
absurdo. Otro ejemplos de programas de televisión que se
ríen de la televisión son Petti en vivo
y El Show de Videomatch. En este abundan las parodias
a telenovelas y, en el último tiempo, a la criatura
de Telefé, bautizada Gran Hermano. La cornisa,
de Luis Majul, también tiene un segmento, bautizado como
La polémica, en que el tema central suele ser
la televisión mirada críticamente.
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