En solo un mes y medio el presidente
Fernando de la Rúa dejó de padecer una enfermedad que había
dado por cierta el ministro de Salud y vocero del Gobierno para asuntos
del corazón, Héctor Lombardo. De la Rúa no
tiene arteriosclerosis, afirmó el médico Jorge Belardi
luego de que el Presidente fuera sometido a una serie de controles. Los
resultados de la angioplastia según explicaron fueron
muy satisfactorios.
El Presidente ingresó a las 8.45 al Instituto Cardiovascular Buenos
Aires para realizarse una serie de chequeos por la angioplastia que se
le practicó hace seis semanas. Como para demostrar la fortaleza
de su salud, De la Rúa bajó sonriente del auto, lo rodeó
para acercarse al baúl, de donde sacó un bolsito, y entró
a la clínica.
Estuvo hasta el mediodía, cuando los médicos distribuyeron
un parte en que se explicó que la evaluación clínica
y cardiológica realizada al Presidente muestra una evolución
muy satisfactoria, hallándose una mejoría muy notable en
la perfusión miocárdica, con respecto al estudio anterior,
que había motivado la coronariografía. Asimismo se evaluó
su pulmón por su anterior neumotórax, con nueva RX tórax
que fue normal.
Un rato después, en una conferencia de prensa en la clínica,
los médicos Belardi y Cristian López Saubidet
explicaron que el balance es muy favorable. La angioplastia estudiada
hoy muestra una irrigación excelente por lo cual estamos todos
muy contentos, muy satisfechos con la evolución que tuvo y continúa
siendo un paciente de muy bajo riesgo y con una excelente evolución.
La pregunta no tardó en llegar:
¿De la Rúa tiene arteriosclerosis? interrogó
un cronista recordando la información que había suministrado
Lombardo y que el propio ministro puso siempre, orgullosamente, como un
ejemplo de funcionario que dice la verdad.
Belardi fue contundente:
Todo esto derivó de una información dada por otro
médico a una radio dijo, sin aclarar que el otro médico
es Lombardo. El Presidente no tiene esta enfermedad, que tiene una
acepción generalizada y popular que no es en absoluto la enfermedad
del Presidente.
Un De la Rúa sonriente apareció ante los periodistas. Estoy
muy bien. Me han hecho andar en bicicleta y me han sacado unas fotografías,
explicó didáctico el Presidente. Los kilómetros en
bicicleta son, en realidad, un modo de practicar un electrocardiograma
de esfuerzo. Y agregó: Me voy a trabajar. Se lo veía
de buen humor.
Cuando el Presidente se retiró, los médicos insistían
en que el tratamiento es similar al que cumplen miles de pacientes
que están sometidos a esta clase de situaciones. Belardi,
el encargado de despejar los rumores, contó algunos detalles del
estudio al que se sometió De la Rúa. Comentó que
éste concurrió en ayunas, que estuvo muy tranquilo,
con un estado de ánimo muy bueno y que toleró perfectamente
bien las pruebas. Está entrenado de antes, ya estaba
haciendo ejercicios, explicó. Despejada la duda acerca del
neumotórax, Belardi relató que tras el estudio De la Rúa
pidió un té con facturas y se reunió
con los médicos para analizar los resultados, observando las
placas radiográficas y el electrocardiograma.
EL
ESPOSO DE LA MINISTRA EXPLICA
Bullrich me contrató
Bullrich ha considerado
que puedo ser útil a la labor que ella desarrolla y en tal sentido
me ha propuesto la designación. El jefe de Gabinete del Ministerio
de Trabajo, Guillermo Yanco, intentaba demostrar que había sido
puesto en funciones por sus propios méritos. Por eso, cada vez
que debía nombrar a la ministra, la llamaba Bullrich,
mostrando el trato distante que caracteriza a la función pública.
Pero sus dichos causaron sorpresa, y hasta incredulidad. Es que Yanco
no sólo es funcionario de la cartera de Trabajo, también
es el marido de Patricia Bullrich.
El insólito diálogo se produjo ayer a la mañana en
el programa Hoy por hoy, que conduce Néstor Ibarra
por Radio Mitre:
¿Usted es el esposo de Patricia Bullrich, la ministra de
Trabajo?
Sí.
¿Cómo es que se llega a ser jefe de Gabinete en el
Ministerio de Trabajo por una cuestión familiar o por una cuestión
profesional?
Yo soy abogado hace muchos años. He estado trabajando en
materia laboral, en áreas laborales también durante muchos
años, y a partir de este conocimiento Bullrich, ha considerado
que puedo serle útil y puedo ser útil al Ministerio.
Bueno, le dice Bullrich cuando están en el ministerio,
¿pero en su casa no le dice Bullrich, no?
A veces le digo Bullrich en mi casa.
¿Tienen esa distancia, la trata de usted? repreguntó
Ibarra, entre curioso y sorprendido.
No, no es un tema de distancia. Es un tema de cómo se transmiten
los afectos. Los afectos se pueden transmitir desde una palabra, desde
un gesto, de una manera de decirlo más que de la connotación
propia que tiene la palabra quiso explicar Yanco.
Después de referirse a sus hábitos cotidianos, el funcionario
de la cartera laboral salió al cruce de las críticas: Esto
no es nepotismo. Si usted se acerca al Ministerio, va a ver la relación
que existe de trabajo con todo el ámbito de la gente que trabaja
en el Ministerio, usted se va a dar cuenta que no hay ningún tipo
de nepotismo, destacó.
La conversación se puso más picante cuando tuvo que contestar
cuánto gana por mes en el Ministerio. Estoy en el orden de
los 5200, contó, y reconoció que es probable
que haya gente que piense que consiguió su cargo por ser el marido
de la ministra. Aunque luego quiso alejar las suspicacias: Yo no
soy ñoqui ni soy acomodado.
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