La Sociedad Rural analiza varias
ofertas para levantar un hotel y un área de entretenimiento en
su predio. El proyecto de Enrique Crotto, presidente de la institución,
cuenta ya con el acuerdo del Legislativo y el Ejecutivo porteño.
El hotel se levantará frente a una nueva calle que dividirá
en dos la Rural y servirá como paseo comercial y gastronómico.
Aunque Crotto aún necesita el consenso de sus socios americanos
para cerrar esta operación, la idea no requiere aval de la Legislatura
que ahora está concentrada en el proyecto que pretende cambiar
la zonificación para la apertura de la nueva calle y los locales.
Para los que están trabajando en el tema, existen dos objetivos.
Uno es político y el otro estético. El proyecto de ley intentará
poner punto final a la conflictiva situación de los terrenos de
la Rural sobre el que existe y existió una puja larguísima
entre el gobierno porteño y la empresa formada por la Rural y la
americana Ogden, que hasta ahora vino impulsando desde la construcción
de un complejo de cines hasta uno hotelero dentro del predio.
El segundo aspecto es el estético. Desde el gobierno porteño
se pretende mejorar ese perfil de Palermo ahora descuidado que comprende
el tramo de la avenida Santa Fe entre la Rural y Pacífico. Para
hacerlo se abrirá una calle nueva: la prolongación de Darregueyra.
Esta calle dividirá a la Rural en dos pero además conectará
Santa Fe con Berutti primero, y con Juncal por atrás. En total,
esa curva tendrá 200 metros de largo y al poco tiempo de abierta
comenzará a convertirse eso esperan en una de las calles
más glamorosas de la Ciudad.
La Rural cederá al gobierno porteño ese tramo de terreno
para abrir la calle y hará una inversión para instalar restaurantes,
bares y cafés. Si todo el proyecto sigue adelante tal como está,
el predio Rural de Palermo seguirá teniendo, hacia el sur, los
centros de convenciones y salas exposiciones aggiornados con estas nuevas
instalaciones entre las que podrá incorporar cierto tipo de estructura
de apoyo y una playa de estacionamiento con entrada autónoma. No
tendrá, en cambio, la megaplaya prevista para dos mil autos que
empezó a construir cuando se intentaba llevar adelante el complejo
de cines.
Ya desistimos de los cines: sabemos que perdimos, y no lo vamos
a poder hacer, explicó a este diario, Enrique Crotto presidente
de la Sociedad Rural Argentina, antes de entusiasmarse por el nuevo proyecto
que tiene entre manos. Frente a Darregueyra, la nueva calle de la Rural,
la institución levantará un hotel y posiblemente un área
recreativa. En su proyecto, el hotel se une al predio rural mediante un
puente aéreo (ver diagrama), aunque en este punto aún no
hay acuerdo con el Ejecutivo. Tenemos mil propuestas de empresas
dispuestas a invertir en el hotel, sigue diciendo Crotto que, sin
embargo, aún debe consultar con sus socios americanos.
Con Ogden, la Rural llevó adelante una serie de inversiones que
la dejaron hace dos años en una complicadísima trama. Todo
empezó en el `91 por un decreto del ex presidente Carlos Menem
por el cual le vendió a la Rural doce hectáreas allí,
por sólo 30 millones de dólares, una suma considerada irrisoria
y por la que existe una causa abierta. A pesar del proceso, la Rural comenzó
a invertir en los terrenos asociada con Ogden. Además del Centro
de Exposiciones y Conferencias ya inaugurado querían
poner ahí un complejo con 14 salas de cine y una playa para 2000
autos. Cuando estaban a punto de hacerlo, los vecinos pusieron el grito
en el cielo. La obra se frenó ya que según las normas de
zonificación urbana, la Rural pertenece a la categoría UP:
Urbanización Parque, destinada a áreas de espacios
verdes y parquización de uso público.
Este cerco legal impidió hasta ahora cualquier tipo de modificación
que incluyera uso privado y comercial. Crotto y sus socios no pudieron
seguir pensando en los cines pero tampoco en levantar hoteles dentro de
los límites del predio, tal como lo habían planificado a
comienzos de año. Ahora las cosas son distintas. El anteproyecto
consensuado entre el Ejecutivo y la comisión de Planeamiento Urbano
de la Legislatura, modifica en primer término la zonificación.
Los nuevos terrenos de la Rural no serán más UP sino que,
cuando se aprueben, serán E4: de equipamiento especial. Esto quiere
decir que se podrán hacer construcciones pero complementarias al
uso principal.
El paseo gastronómico entra en ese marco aunque su expansión
estará absolutamente restringida. Podrán hacer emprendimientos
de uso complementario pero nunca un shopping, ni nada que modifique el
estilo, o el uso general de esas parcelas, explicó a Página/12
Marcelo Vencentini, presidente de la Comisión de Planeamiento Urbano.
Para evitar malos entendidos, el artículo tercero del proyecto
expresa claramente que no se podrán instalar shoppings, centro
de compras o supermercado. En cambio, hacia el sur de Darregueyra,
la Rural podrá levantar museos, áreas gastronómicas,
restaurantes, bar, café, centro de entretenimientos, oficinas,
galería comercial y equipamiento comercial minorista.
ARRESTAN
A FAMILIARES Y AMIGOS DE UNA EX DIPUTADA
Subsidios de uso personal
Los subsidios de la Legislatura
de la provincia de Buenos Aires destinados a los más necesitados
eran entregados, pero aparentemente no a quienes debían acceder
a ellos, sino a familiares y amigos de una ex diputada bonaerense: por
presunta malversación de caudales públicos provenientes
de esos subsidios que debían entregarse a indigentes, la Justicia
platense ordenó la detención de la ex legisladora justicialista
Patricia Fernández, y arrestó a seis de sus empleados, entre
los que están su madre y su hermano.
La investigación se inició en enero del año pasado,
cuando una colaboradora de Fernández denunció que el dinero
que la Legislatura entregaba para becas y subsidios de personas necesitadas,
era cobrado por la ex diputada y sus amigos y familiares. Fernández
figuraba como presidenta de una entidad presuntamente inventada para la
recepción de subsidios, la Red Bonaerense, y, según determinaron
los investigadores, algunos empleados y familiares suyos figuraban también
como autoridades de asociaciones civiles o entidades de beneficencia inexistentes.
Con ese supuesto rol, los acusados accedieron a subsidios de entre 10
y 20 mil pesos, por lo que se estima que se habrían otorgado 85
mil pesos empleando esa maniobra.
La ex diputada, que actualmente se desempeña como asesora de la
Dirección General de Cultura y Educación provincial, aún
no fue apresada porque, junto a los imputados Alfonso Vicinanza y Juan
Gabriel Marcovecchio, apeló la orden de detención que había
dictado el juez de Garantías Guillermo Atencio.
Pero los seis que no pudieron apelar la medida y quedaron detenidos son
la madre y el hermano de la ex diputada, Amalia Brovarone y Juan Pablo
Fernández, y otros cuatro de sus empleados, Mabel Díaz,
Guillermo Bertoldi Pizarro, Araceli López y María Cristina
Fiore. La madre de Patricia Fernández era empleada de la Legislatura
bonaerense y vicepresidenta de la Red que presidía su hija.
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