Por Victoria Ginzberg
El Consejo Superior de la Universidad
de Buenos Aires decidió por unanimidad que los méritos académicos
y científicos no son suficientes para ser premiado si no están
acompañados por una conducta ética. Por eso, el doctor Nicolás
Bazán no será reconocido con el doctorado Honoris Causa
de la UBA. Mientras el hombre todavía era candidato a obtener la
máxima distinción otorgada por la UBA, Página/12
informó que el prestigioso profesional había sido designado
director interventor del Departamento de Biología que equivale
al puesto de decano y director interino del Instituto de Investigaciones
Bioquímicas de la Universidad Nacional del Sur (UNS) durante la
intervención de Remus Tetus, que como Alberto Ottalagano en la
UBA había sido nombrado por el ministro de Educación Oscar
Ivanissevich para depurar la universidad. Pero Bazán
no fue sólo un funcionario que calló mientras a su alrededor
alumnos y profesores eran detenidos. El mismo los denunció.
Bazán es un médico argentino que trabaja en la Universidad
de Louisiana, en Estados Unidos. Su trayectoria científica y académica
es, en apariencia, intachable. Se recibió de médico en la
Universidad Nacional de Tucumán y realizó una tesis de investigación
en Harvard. Entre los muchos honores que obtuvo a lo largo de su carrera
figuran las medallas de oro que le otorgaron la Sociedad Argentina de
Neuroquímica y la Fundación italiana Giovanni Lorenzini
y el premio al mérito del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas
y Técnicas de Argentina. Además, es miembro de la Academia
de Medicina de Córdoba, de la Real Academia de Ciencias y de la
Real Academia de Medicina de España y es doctor Honoris Causa de
la Universidad de Tucumán. Debido a este frondoso currículum
el Consejo Directivo de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de
la UBA consideró que existían sobradas razones para distinguirlo.
Pero el comportamiento ético y humano del profesional se interpuso
en su camino hacia el doctorado Honoris Causa de la UBA. Hasta las personas
que lo habían propuesto votaron en su contra.
Este diario informó que entre 1976 y 1981 Bazán estuvo a
cargo del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de la UNS, que
dependía directamente del rector, el capitán de Navío
Raúl González. Y que en agosto de 1976 esa universidad sufrió
su más terrible operativo de limpieza. En ese momento,
el jefe del Quinto Cuerpo del Ejército, general Acdel Vilas, denunció
la infiltración marxista en la institución.
La pesquisa realizada en Bahía Blanca terminó
según el diario La Razón de la época con 17
detenidos entre ellos el ex rector de la UNS Víctor Benamo
y la conformación de una nómina de acusados prófugos.
Vilas destacó la labor realizada y la inestimable colaboración
de las autoridades de la intervención militar en esa casa de estudios
para llevar a buen término la investigación. El militar
no pronunció estas palabras sólo para quedar bien. Las autoridades
de la intervención entre ellos Bazán habían
colaborado de hecho de una forma muy concreta con los represores.
El 23 de julio de 1976 a las 11.20 el médico declaró ante
la Policía Federal y allí denunció que un grupo de
docentes, entre ellos Mario Aggio, Teresa Bruzzo y Luis Mario Fernández
actual rector de la UNS desarrollaban una actividad
encubierta de intensa penetración ideológica y encuadradas
dentro de la izquierda revolucionaria. Bazán también
mencionó como activista a quien es hoy decano de la
Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, Fortunato Mallimaci. Un testimonio
como ése hacía peligrar en aquella época como mínimo
la libertad y como máximo la vida de las personas señaladas.
Tres horas después de que el ex candidato a honoris causa de la
UBA se sentara frente a la policía, fue allanado el domicilio de
Aggio. De ese lugar de secuestraron algunas publicaciones que según
los cánones de quienes participaron del operativo podrían
ser parte del material usado para realizar el trabajo de penetración
ideológica. Se trata de un folletín titulado C.E.
Biología y los libros Argentina de Perón a Lanusse
y La última montonera, de Félix Luna, El yrigoyenismo, La
Democracia fraudulenta y El peronismo y sus causas, de Rodolfo Puiggrós,
y Mercenarios y monopolios en la Argentina de Onganía a Lanusse,
de Rogelio García Lupo. El doctor Aggio fue detenido e incomunicado
hasta el 15 de diciembre de ese mismo año, cuando el juez Guillermo
Federico Madueño lo sobreseyó. El magistrado dejó
claro que la base de la imputación contra el doctor Aggio estaba
dada por el testimonio del profesor Nicolás Bazán
y ordenó la libertad del procesado porque no se demostró
su participación activa en la penetración ideológica
o su influencia en las decisiones, formación, etc., con respecto
del personal del Departamento de Biología y al alumnado.
Por suerte nos enteramos que lo querían nombrar honoris causa
y se pudo revertir, pero me pregunto cuántos casos como éste
pasarán sin pena ni gloria. Bazán estuvo en la Comisión
de Ciencia y Técnica (ver aparte) y no pueden estar proyectando
el futuro quienes estuvieron con la dictadura, aseguró Bruzzo,
ex docente de la UNS y una de las señaladas por el médico
que parecía tener un currículum impecable.
Consejero científico
Nicolás Bazán, el médico al que la UBA decidió
no otorgarle el doctorado honoris causa, también es consejero
científico de la Secretaría para la Tecnología,
la Ciencia y la Innovación Productiva, que dirige Adriana
Puiggrós, adonde llegó por recomendación del
ministro de Economía, Domingo Felipe Cavallo.
Luego de que se conocieran algunos de los antecedentes del médico
y su comportamiento hacia profesores y alumnos universitarios durante
la última dictadura militar, muchos de los cuales fueron
expulsados de sus cargos o detenidos por delaciones y persecución
ideológica, la Secretaría emitió un comunicado
en el que se informaba que Bazán, que estaba nombrado en
un cargo ad honorem, nunca había participado de las reuniones
de la repartición.
En un segunda gacetilla, la Secretaría para la Tecnología,
la Ciencia y la Innovación Productiva anunció que
se había elevado un pedido a la Subsecretaría de Derechos
Humanos para que se investiguen las denuncias contra su consejero.
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