Por Diego Schurman y Eduardo Tagliaferro

Oscar Roger arranca sin preámbulos.
–Yo le dije a Menem que para sortear esta crisis económica había que apuntar a empresas con ingresos majestuosos como Telefónica, Repsol...
–Bueno, bueno, doctor –lo interrumpe Oscar Salvi– no se olvide que yo soy abogado de Repsol.
Roger ya no pudo seguir. Como en alguna escena del Gordo y el Flaco, los dos defensores del ex presidente comenzaron a desternillarse de risa.
–El fallo del juez Jorge Urso seguramente no les da la misma gracia. preguntó Página/12.
Roger: –La conclusión que hace Urso se sustenta en lo que dice Esteban Caselli, a quien Cavallo denuncia en su libro como organizador. Caselli dice que Menem tuvo intervención para mantener a Luis Sarlenga en Fabricaciones Militares. Pero hace referencia a una forma de gestión, que es totalmente distinta a la que dice Oscar Camilión.
–Tienen que reconocer que fue un dato clave.
R: –Es tan absurdo que si Camilión está en la antesala del Presidente, este llame al señor Caselli, que es un funcionario de segundo nivel. Caselli aseguró que Menem le ordenó: “Decile a Camilión tal cosa y si te pregunta algo decile que hable conmigo”. ¿Qué necesidad real tiene de pedirle eso a Caselli si lo tenía al ministro ahí?
–No desmiente la esencia sino la forma.
R:–Para poder ensamblar dos testimoniales, que no son sino indicios contra un tercero, tienen que ser coincidentes. Caselli dice que fue por pedido de Menem pero Camilión no dice que fue por pedido de Menem... Además, ¿a usted le parece que un ex presidente esté preso por un testigo que se mantuvo en silencio por cinco años?
–Más de una vez dejaron entrever que Urso responde a alguien.
R:–Yo creo que al que no responde Urso es al derecho, porque se guía por indicios que no son convergentes.
Salvi:–Yo creo que más que indicios, se está manejando con conjeturas. Acá no son ni datos objetivos, ni plurales, ni concordantes.
–¿Por qué hablan de persecución política?
R:–Ahora, con la situación crítica del país, ¿a usted no le parece que la prisión de Menem, la ausencia de Menem, no incide en algunas situaciones políticas?
S:–Cuando no hay motivación jurídica, y cuando los errores son tan evidentes, me da derecho a pensar que hay algo más.
–A la hora de especular, Urso tiene mayor vinculación con el peronismo que con otro partido. No pensará que acá se juega la interna del PJ.
R:–Es muy dañoso para la estabilidad republicana echar sospechas sobre los jueces. Generalmente los que están en el poder y los que aconsejan a los que están en el poder sugieren nombrar jueces amigos. Según nos enseñó la historia, los jueces amigos son los peores enemigos.
–¿Es el caso de Menem y Urso?
R:–Bueno... cuando Urso detiene a Menem sabía que era un momento histórico. En Latinoamérica generalmente los presidentes se van... después vuelven... y ése es el problema (se ríe). Pero Urso lo está sometiendo a Menem a una vejación. Para un ex presidente que se ha presentado espontáneamente, que no ha intentado huir, que pudo haber obstaculizado la marcha de la investigación manteniendo el secreto de sumario... En fin, Menem no merece el trato al cual lo está sometiendo Urso. Le está imponiendo un sistema que no tienen ni los condenados.
Suena el teléfono del despojado estudio de Martín Menem. Roger lo ignora y Salvi sale presuroso a atenderlo. Avisan que llegó el fotógrafo de Página/12. Lo hacen pasar y retoman la charla con una vieja teoría: quelos decretos que permitieron la venta ilegal de armas no son falsos, pese a que los destinos del material bélico fueron Croacia y Ecuador, y no Venezuela y Panamá como figuraba en el texto.
Salvi:–Menem no puede controlar si las armas van a destino fijado en el decreto. Por eso ese decreto no es falso ideológicamente. Entra en el ejercicio de las relaciones exteriores que le corresponde al Presidente. Tanto es así, que si el propio Presidente se hubiera negado a abrir el secreto de sumario, esto hubiera claudicado terminantemente. El juicio de lo que es la política internacional, si es buena, regular o mala, de ninguna manera puede devenir en un juicio de reproche criminal. Y es una cuestión política no judiciable. Y esto no es invento nuestro sino una doctrina de la Corte Suprema de Justicia.
–En su fallo, Urso argumentó varias razones para procesar a Menem.
S:–Es un juez de menor instancia. De ninguna manera puede sentar jurisprudencia. Hizo un auto de procesamiento indigente, endeble. Y la jurisprudencia que cita la cita mal porque no le da la razón a lo que dice.
R:–Lo que pasa es que la Argentina heredó una estructura de fabricación de armamento soñada por delirantes. ¿Qué hace con los tanques de guerra que le sobran? ¿Los pone en un zoológico para que anden las focas? No. En un país como éste, en crisis económica, se genera la necesidad de vender. Había que pagar las estructuras militares. Había que pagar los sueldos, entonces en Fabricaciones Militares aparece este sistema enfermo, porque se conectan con traficantes de armas que no son precisamente angelitos.
–Es la teoría del fin justifica los medios.
R:–No es así. Si no Menem no hubiera desarmado el proyecto Cóndor, con las consecuencias que podría haber tenido en el mundo.
–Pero hace aparecer a Menem como un hombre engañado.
R:–Supongo que el director de su diario va a confiar en que me están haciendo un reportaje a mí y al doctor Salvi. Pero si el reportaje se hizo a dos personas que no soy yo ni es él ¿cree que el director de su diario me va a llamar a mí, me va a preguntar: “es cierto que dos periodistas le hicieron un reportaje”? No, porque le tiene confianza a ustedes. Entonces cuando a un Presidente le llega un trámite administrativo filtrado...
–Ahora me asegura que a Menem lo engañaron sus ministros.
S:–No, no necesariamente....
R:–En materia penal para acusar a alguien de algo tiene que haber actuado engorrosamente. En este caso no hay figura culposa. Por eso lo que yo le quiero decir a usted es esto: el señor Palleros existe, el señor Palleros es titular de una firma que tenía contratos con Fabricaciones Militares y que estaba reconocido como empresario. Y éstos no son decretos que empiecen de arriba para abajo, sino que es al revés; el proyecto viene de abajo para arriba, y si se lee el decreto el Presidente dice: “Se autoriza, el pedido formulado, la sugerencia hecha por el Ministerio de Defensa trayéndola a pedido de Fabricaciones Militares”. Es decir, es originado perfectamente de abajo para arriba, y si en alguna parte alguien trampeó, es otro problema.
–Si a Menem le llevaron todo, y es cierto que tiene que tener fe en sus funcionarios, ¿no le llamó la atención vender armas a Panamá, que no tiene Fuerzas Armadas?
R:–Hay que leer lo que dice el embajador Yofre. ¿Sabe lo que dice este ex jefe de la SIDE y playboy?: que el ejército de Panamá se transforma en fuerza policial y tanto es así que lo está comandando un coronel. Es decir, Panamá no desarmó su ejército. Estos son temas de armas, y los que trabajan ahí no son maestras jardineras, son militares, y si ellos me vienen a decir a mí que Panamá necesita 30 mil ametralladoras, yo que soy presidente no voy a ver si Panamá tiene un ejército de 40 o de 50. Ahora,si usted me dice que Bolivia quiere comprar un portaaviones, ahí sí yo digo no puede ser.
–Ante los medios, Yofre no trató tan bien a Menem como ustedes dicen.
R:–¿Sabe qué es lo peor de Yofre?, que él se presentó a declarar. A él no lo llamaron. No sé cuáles fueron sus oscuros motivos. Se trata de un hombre al que Menem le dio una embajada.
Múltiple choice
Más de una hora de respuestas sin café, agua o cigarrillos. Roger carraspea. Salvi hace ademanes como pidiendo permiso antes de emitir opinión. Por un momento la imagen del Gordo y el Flaco desaparece y la tensión gana el ambiente. Será por pocos segundos.
–Hay una sospecha latente sobre Urso que no terminan de volcar.
R:–Yo tengo que creer a rajatabla que el juez es independiente y no que se maneja por intereses, si no me tengo que dedicar a ser zapatero porque es cuando un cura se convence de que Dios no existe. Por eso creo que la Cámara va a revocar esto porque Urso está equivocado.
–Se contradicen: o hay persecución política o se equivoca. Una de dos.
R:–Lo de la persecución política básicamente lo dice la opinión pública.
–Eso lo dice Eduardo Menem, coordinador de la defensa de su hermano.
R:–Yo respeto la independencia del Poder Judicial.
–Menem se va a presentar ante la Cámara.
S:–Vamos a presentar un escrito porque la síntesis que pueda hacer un secretario muchas veces no refleja la totalidad de lo dicho.
–¿Están en condiciones de negar que la candidatura a senador de Menem es un ardid para salir de Don Torcuato?
S:–Si se vincula con derechos que él tiene, nunca puede ser un ardid.
–Menem dijo que el Papa nunca vuelve a ser cura. Por eso, después de haber sido presidente llama la atención este abrupto deseo de ser candidato a senador suplente por La Rioja.
R y S: (Risas).
–Quizás quiere ayudar a ganar a su hermano Eduardo.
R:–Son jodidos eh... Ustedes preguntan y también contestan (risas).
–No, no. Es un múltiple choice.
S:–Yo no conozco La Rioja así que estoy libre de culpa y cargo (risas). Lo que me gustaría aclarar es que no creo que el tema se resuelva tirando huevos podridos o petardos en la casa del juez. Eso me parece una práctica autoritaria, ridícula y negativa.
–¿Y por qué no se lo dicen a Menem? ¿O suponen que él no sabe que van a ir a la casa del juez?
S:–No lo sé. Yo sí sé que el tema se resuelve con derecho.
Tocata y Fuga
En la última semana, la Cámara Penal Económica ordenó citar a Menem como sospechoso por el contrabando de pólvora a Croacia. Y, además, Urso le negó la excarcelación, ya que lo considera jefe de una asociación ilícita. Para Roger y Salvi la medida es una “exageración”.
–¿No es más exagerado, en todo caso, reclamar la presencia de más de 20 personas en la quinta de Don Torcuato como compañía permanente de Menem?
S:–Se pide que estén los caseros, personal doméstico. Nunca debe regir en esto el odio y la animadversión hacia un imputado sino el sentido común. No pedíamos que Don Torcuato fuera una unidad básica. Si Menem necesita un pedicuro, un peluquero, un masajista, según Urso son visitas y no es así. Lo mismo los abogados. Fuera de nosotros dos, que estamos acreditados, cualquier abogado que entre a la casa es considerado visita.
–¿Pero Menem necesita un arquitecto en forma permanente en la casa?
R:–El arquitecto es uno de los secretarios, che. Podría ser de profesión periodista también.
–Pero ese arquitecto, Eduardo Colacilli, trabaja en el Banco Central, nunca hubiese podido estar con Menem.
R:–Es uno de los 4 secretarios, no es que va a estar ahí todo el día. Para venir a la Argentina Clinton se tomó un avión de línea, y en Ezeiza se tomó un taxi? Cualquier ex presidente tiene un trato diferencial.
S:–¿Qué puede modificar que en vez de poder visitarlo dos personas por turno lo puedan visitar cuatro o seis?
–Exagerado o no lo cierto es que el régimen se incumplió y ya hubo un llamado de atención de Urso.
S:–No es así.
–Castro Videla ingresó en al auto del comisario por atrás. El se jacta en su country de haber entrado por atrás.
S:–El es vecino mío y nunca lo oí jactarse de eso.
R:–Ustedes que trabajan en un diario de avanzada no deben pensar que la pena debe ser un castigo. Y saben que la prisión domiciliaria se le da a las personas de más de 70 años para mantener su equilibrio psicofísico. A Menem le están imponiendo condiciones que no tiene ni en la cárcel.
–¿Estas restricciones lo llevan a pensar que se trata de un primer paso del juez antes de trasladarlo?
S:–No tenga dudas que esto es una suerte de amenaza. Le llama la atención bajo apercibimiento revocable.
R:–Lo está humillando.
–¿No es exagerado decir, como lo hicieron en un escrito, que Cecilia Bolocco también sufre arresto domiciliario?
R:–Jurídicamente el domicilio de la esposa es el domicilio del esposo. Y las imposiciones son personales. ¿Por qué si Menem está con dos visitas su mujer no puede estar a la vez con algunas amigas?
–No piensan que las restricciones están relacionadas con las sospechas del juez de una eventual fuga?
S:–No importa lo que el juez piense. El juez tiene un dato objetivo que es la conducta precedente del procesado. ¿Por qué va a pensar eso?
R:–El que se va a fugar no le avisa al juez. Dígame usted si Menem no podría haberse ido.

FRUTO DE LA GESTION ANTE LA CIDH EN WASHINGTON
Dos juristas visitan a Menem

El ex-presidente Carlos Menem recibirá hoy la visita de dos juristas internacionales, que se interesaron por su situación procesal tras la presentación que las diputadas menemistas Alicia Martínez Ríos y Alicia Pierini hicieron el miércoles pasado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en Washington. Los ex presidentes de la Corte y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Pedro Nikken y Carlos Ayala respectivamente, fueron convocados por las emisarias menemistas para interiorizarse en la situación de Menem. Los juristas visitarán a Menem en la quinta de Don Torcuato, donde se encuentra en prisión domiciliaria desde el 7 de junio.
El núcleo central de los argumentos que las representantes del exmandatario esgrimieron ante la CIDH, se funda en que el juez Jorge Urso habría actuado en contradicción con los compromisos internacionales que la Argentina contrajo y están incluidos en la Constitución, a los que se les debería otorgar una relación de supremacía jerárquica en relación al resto de la normativa interna. De haber contradicción entre ambas, se debería aplicar lo más favorable al procesado, por lo que los menemistas sostienen que el ex mandatario no debería estar preso.
Los principios del Pacto de San José de Costa Rica y la jurisprudencia de la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos otorgan jerarquía a la presunción de inocencia durante el proceso penal y establecen que el imputado sólo debiera ser privado de su libertad en caso de peligro de fuga, riesgo de ocultamiento de pruebas, posible reincidencia y peligrosidad social.
Fieles a Menem, tanto Pierini como Martínez Ríos sostienen que no correspondía detenerlo por no existir ninguno de los riesgos anteriormente mencionados. Aseguran que si Urso hubiese respetado los pactos internacionales, debería haber llevado a cabo el proceso penal bajo caución.

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