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Por Silvina Szperling
 �Yo me pasé un poco, hoy�, comenta Eleonora. �Yo me porté bien, una ensaladita y nada más�, retruca Julio. Bocca-Cassano, el dúo más famoso del ballet nativo, se dispone a afrontar una de las citas de honor del año, con un espectáculo en el Luna Park, del 18 al 22 de agosto próximos, al frente del Ballet Argentino. Cuando haya terminado el ciclo, Bocca sumará así un total de 126 funciones en el Luna, es decir muchas más que las que ofrecieron allí Ringo Bonavena, Carlos Monzón o Nicolino Locche. En la entrevista realizada con
Página/12 en vísperas de unas breves vacaciones del primer bailarín antes de la recta final, las dos estrellas comentaron sus expectativas, hicieron bromas e, inclusive, se pasaron alguna factura pendiente.
�¿Cuáles son las características de este nuevo programa?
Julio Bocca: �Está conformado en un 75 por ciento por obras creadas especialmente para el Ballet Argentino. Todas las obras son en zapatillas de punta. Quise hacer un vuelco para este año. El grupo venía haciendo muchas obras contemporáneas, especialmente Act of light de Martha Graham, y me pareció necesario un cambio. Mi idea es que el grupo pueda interpretar la gama de estilos más amplia posible.
�¿Qué evaluación hace de la incorporación de una obra de Graham al repertorio del grupo?
J.B.: �Espero que a los bailarines les haya servido para conocer su cuerpo. Es una coreógrafa muy interesante, su estilo es único. Algunos crecieron mucho a partir de la idea de concentración, que es esencial en la obra de Martha.
Eleonora Cassano: �Sí. Hay otros autores en cuyas obras podés salir y volver a entrar sin ningún problema, pero con Graham no se puede hacer eso. Y por suerte la compañía lo hace bien, con un dominio muy alto del estilo.
J. B.: �Además, la respuesta del público y de la prensa internacionales fue realmente notable. Es increíble cómo la imagen cambia al incorporar un nombre fuerte. La expectativa crece muchísimo y, por suerte, hasta los americanos calificaron muy bien el trabajo que hizo la compañía en esa obra. Cómo será que inclusive dijeron que lo hacíamos mejor que el American Ballet.
El programa actual se conforma con dos coreografías de Mauricio Wainrot (la grupal Otras voces y el dúo Ecos), más Corrientes de William Alcalá y Encuentros, de Robert Hill. �Encuentros es la más clásica, tiene un estilo más Ballanchine�, aclara Bocca. En ella, a la dupla interpretativa de Eleonora y Julio se suma Cecilia Figaredo, más la compañía completa.
�¿Cómo trabajan las obras en donde participan varios solistas junto con el grupo?
J. B.: �Estas obras fueron especialmente creadas para el Ballet Argentino, nosotros nos incorporamos a lo que ya se había montado. Bueno, hablamos con el coreógrafo para cambiar algunas cositas, porque para la gente joven es un poco más fácil (risas). Trabajamos todos juntos, pero nosotros ensayamos primero por una cuestión de que así terminamos antes que ellos, que tienen suficiente energía para seguir hasta las seis. En cambio nosotros...
E. C.: �Nosotros ya lo hicimos.
Eleonora tuvo una fuerte presencia en los ensayos. La razón de esta prolongada permanencia tiene que ver con que en esta nueva temporada no sólo ejerce su habitual rol de bailarina sino también el de repositora. En las funciones que el Ballet Argentino hará en el ciclo Harmonia (15 y 17 de agosto) se representará la Carmen del cubano Alberto Alonso, que Cassano estrenara espléndidamente en mayo pasado en el Colón. �En aquelmomento yo no sabía que alguna vez iba a montar la coreografía completa, si no, hubiera observado todo con más atención. Inclusive, había charlado con Alonso sobre el material, pero ahora tengo que sacar muchos detalles del video. Ese es un trabajo que me gusta muchísimo�, aclara Cassano.
�¿Qué importancia le dan al tema del archivo en video del material?
J.B.: �Es esencial. En cualquier compañía lo hacen. Nosotros filmamos una vez en el estudio y luego una función de prueba en un teatro para que el coreógrafo lo vea. Y también para archivar, para poder remontar o corregir el repertorio cada vez que sea necesario. De ese modo se zanjan las discusiones en las que cada bailarín tiene su versión.
�¿Eleonora, usted es obsesiva con los detalles?
J. B.: �Sí, sí (en tono sombrío). Ella es muy obsesiva (risas).
E. C.: �Es que no me puedo permitir el lujo de cambiarle un paso a Alonso. Como bailarina lo he hecho, se lo dije a él directamente, pero como repositora no lo puedo hacer.
J. B.: �Uno tiene una carrera, puede tomarse algunas libertades, pero los chicos no pueden, por respeto al coreógrafo.
De rigores y dolores
Los ensayos para el nuevo espectáculo que realizará el Ballet Argentino en el Luna Park son muy rigurosos. Y tanto Julio Bocca como Eleonora Cassano, acusan, aunque riéndose, el cansancio que les provoca la disciplina que ellos mismos imponen.
�¿Se sienten mayores?
J. B.: �Mmm... Y, la verdad es que hay días en que te duele todo...
E. C.: �Yo siempre le digo a Julio que no es así, pero después comienza a dolerme todo el cuerpo y empiezo a decir: �y... la vieja ya no puede más�... Culpa tuya, Boquita.
J. B.: �Cada uno tiene lo suyo, che.
E. C.: �Sí, sus años... Aunque hay que reconocer que estos últimos días me estuve quedando hasta el final del ensayo.
J. B.: �¿Y cómo te sentiste?
E. C.: �Y, llegaba a mi casa muerta... |
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