Por
Claudio Zlotnik
Desde
las casas matrices de los bancos extranjeros partió una orden precisa
a los gerentes de sus filiales en la Argentina: bajar la exposición
en el país. En los hechos, esto significa que no sólo deben
achicar sus tenencias en títulos públicos sino también
el stock de préstamos a las empresas. Diariamente, gerentes de
sucursales bancarias se comunican con sus clientes para comunicarles las
malas noticias, ya sean suspensión de líneas de créditos,
menor giro en descubierto, imposibilidad de refinanciar deuda o bien tasas
de interés por las nubes. En este sentido, la crisis está
golpeando tanto a pymes como a grandes compañías. Y los
empresarios temen que se repita el escenario del Tequila, cuando a la
prolongada tormenta financiera le siguieron el corte de la cadena de pagos
y bancarrotas masivas.
La desconfianza en la solvencia fiscal de la Argentina no sólo
se percibe en la disparada del riesgo país. También en el
salto de las tasas de interés y en la poca propensión de
los bancos a prestar. En épocas de fuertes turbulencias, las entidades
financieras se exponen lo menos posible. Y, encima, lo poco que hay se
lo termina llevando un Estado angurriento, necesitado de divisas para
cumplir con los pagos de la deuda.
En medio del caos no hay espacio para realizar demasiadas distinciones.
Sufren las empresas más chicas y las de mayor porte, cada una con
sus problemas puntuales. Las pymes, porque se les exige tasas de interés
imposibles para subsistir y las más grandes porque se les traba
el financiamiento fluido, necesario para operar. Los bancos tienen puesta
la lupa en cada cliente deudor, siguiendo incluso la performance de las
empresas líderes que han emitido Obligaciones Negociables (títulos
de deuda).
Página/12 consultó a bancos del sistema sobre las principales
medidas que tomaron para endurecer las relaciones con las empresas y cumplir
de esa forma con el mandato de sus casas matrices. Esto es lo que dijeron
en las entidades financieras:
- Se redujeron de manera sensible el límite de descubierto
permitido en las cuentas corrientes. Por lo tanto, se cerró una
de las puertas que usualmente utilizan las pequeñas empresas para
financiarse.
- Algunos bancos (sobre todo los más chicos) se negaron a refinanciar
vencimientos de deuda, reclamando la cancelación en efectivo. En
general, se trata de créditos de corto plazo que, en épocas
normales, suelen renovarse casi automáticamente. La pyme que cae
en esta situación le queda la alternativa de buscar un banco líder
que la acepte como cliente, siempre y cuando demuestre un currículum
de ser excelente pagadora.
- La semana pasada hubo bancos que pidieron la cancelación anticipada
de los créditos. Estos son los casos más graves hubo
muchos durante el Tequila ya que, en la práctica, significan
una condena a muerte para las pymes.
- Por ahora, los bancos tratan de no llegar a ese extremo ya que si la
empresa se cae nunca recuperarán el préstamo, al tiempo
que deberán pasar el incobrable a pérdida íntegramente
en su balance.
- Por otra parte, cuando una entidad financiera no refinancia la deuda,
es muy probable que la empresa afectada cancele su plazo fijo para poder
cumplir. Esta movida termina perjudicando también a las propias
entidades financieras.
- Las empresas endeudadas que disponen de liquidez priorizan la devolución
del crédito. Si tomaron el préstamo a tasa variable, seguro
que se les incrementó la cuota ya que las tasas de interés
subieron muy fuerte. Lo mismo sucede al vencimiento: las compañías
que disponen de liquidez cancelan sus acreencias para evitar refinanciar
a costos muy elevados.
- Para tener una idea de las tasas, las Obligaciones Negociables de empresas
líderes como Fargo, CTI, CableVisión, Impsat o Mastellone
rindenentre 30 y 42 por ciento anual. Ese es el costo que deberían
pagar si fueran a un banco a pedir fondos.
- Según datos oficiales del Banco Central, las tasas de los préstamos
a empresas de primera línea para créditos a 30 días
en pesos se ubican en el 50 por ciento anual. Y en el 25 por ciento en
el caso de los créditos en dólares.
- Límites a la operación cheque contra cheque.
Cuando una empresa emite un cheque y al mismo tiempo le ingresa a su cuenta
otro a favor, usualmente, el banco le otorga entre 24 y 48 horas de descubierto
hasta que el cheque se le acredita. Con la crisis, las entidades restringieron
esa posibilidad y obligan a la compañía a emitir el cheque
una vez que se le acredite el saldo a favor.
- Los créditos se limitan a las empresas líderes y a las
que se presentan con garantías. Casi en el cien por ciento se trata
de líneas de corto plazo, con el objetivo de cubrir liquidez. Los
bancos analizan caso por caso para definir la tasa de interés.
- Como el Estado, la mayoría de las empresas tienen el crédito
cortado.
- Los bancos tampoco están aceptando los certificados de
obras que la provincia de Buenos Aires otorga a sus empresas contratistas
y que permitía a éstas descontar esos pagarés aun
antes de cobrar el importe de la obra.
- A su vez, las entidades son muy selectivas de los rubros que presta.
Por riesgosos son excluidos los sectores transporte
y textiles, por ejemplo.
Caso
testigo en pantalla
Hay
un caso de endeudamiento empresario referente de todos los demás,
que es seguido con atención tanto por empresarios como por
financistas. Se trata de la Obligación Negociable (título
de deuda) de Multicanal, por 150 millones de dólares, que vence
el próximo día 16. El hecho de que una compañía
líder, que además participa de un negocio redituable
como el de la televisión por cable, sea seguido con atención
por bancos e inversores es todo un síntoma de la crisis. Y
es representativo de las dificultades por las que atraviesa el resto.
Las conjeturas de los financistas se acrecentaron la última
semana, después de que Multicanal suspendiera la oferta para
cancelar deuda (125 millones) que vence en febrero de 2002. Este está
repartido entre un grupo de inversores. En cambio, la ON que vence
en agosto estaría sólo en manos del BankBoston. Los
rumores que circulaban en la city daban cuenta de dos posibilidades:
o que la empresa no dispone de capital para enfrentar ambos vencimientos
o bien que se guardó la liquidez para cumplir con el BankBoston.
En todo caso, en la city siguen con lupa el caso de Multicanal. |
Retiro
de depósitos
A
pesar del paro general, el último jueves hubo una caída
de depósitos de 229 millones de dólares, lo que refleja
la continuidad de la incertidumbre de los ahorristas hasta ese día.
Desde el 5 de julio, cuando se instalaron en la city los rumores de
renuncia de Fernando de la Rúa, todos los días salvo
el último miércoles se produjo un drenaje de depósitos.
Algunos creyeron que la corrida se había cortado el miércoles,
porque los depósitos subieron. Pero ayer el Banco Central entregó
nuevos datos y, otra vez, los resultados fueron negativos. Los depósitos
a plazo fijo en dólares bajaron 543 millones, mientras que
los de pesos disminuyeron 98 millones. De ese total, 229 millones
salieron del sistema financiero, mientras que el resto se traspasó
de plazos fijos a cajas de ahorro o cuentas corrientes, que permiten
la extracción del dinero en cualquier momento. |
BAJA
EL PRONOSTICO DE CRECIMIENTO PARA ARGENTINA
El
FMI ajusta la puntería
Probado
que la economía no crecerá este año 2,5 por ciento,
como se había previsto, el Gobierno renegociará la pauta
con el FMI. La misión del organismo, encabezada por el chileno
Tomás Raichmann, empezó a trazar ayer nuevas estimaciones.
La proyección de crecimiento se fijaría en 1 por ciento.
Así se analizó en una reunión entre los técnicos
del Fondo con el secretario de Hacienda, Jorge Baldrich, en el primer
día de negociaciones. Raichmann también se entrevistó
con el viceministro y secretario de Finanzas, Daniel Marx, quien le explicó
en detalle el plan para canjear Letras del Tesoro y le dio un informe
sobre la situación financiera.
La misión del Fondo vino a revisar el cumplimiento de las metas
del programa argentino del primer semestre, que en materia fiscal fueron
respetadas, ya que se produjo un desequilibrio de 4748,6 millones de pesos,
contra los 4939 millones pactados. En cambio, el Gobierno no logró
generar el crecimiento económico que se esperaba, y por tanto se
resolvió modificar la pauta para todo el año. Hace dos meses,
Domingo Cavallo ratificó en Washington que la Argentina crecería
2,5 por ciento, pero ahora el Gobierno estimaría que a lo sumo
lo hará en 1 por ciento.
Pero el tema central de las reuniones que Raichmann mantuvo con Baldrich
y Marx fue la crisis financiera y el plan del Gobierno para ir a déficit
cero. Los funcionarios se manifestaron esperanzados en que el Senado convertirá
en ley esta semana el proyecto para reducir gastos y aumentar impuestos.
El jefe de la misión del FMI elogió la decisión oficial
de atacar el problema del déficit seriamente. El otro aspecto que
abarcará Raichmann es cómo piensa hacer Cavallo para conseguir
la reactivación de la economía, y en función de ello
también se determinará cuál es la hipótesis
de crecimiento.
Por otra parte, Raichmann puso especial énfasis en conocer las
características del canje de Letes que prepara Economía.
Esa operación descomprimiría la situación financiera
del segundo semestre, período en el cual el FMI desembolsará
unos 2520 millones de dólares, comprometidos en el blindaje financiero.
Los técnicos del organismo de crédito permanecerán
en el país por unos diez días. En su anterior visita, para
controlar el cumplimiento de las metas del primer trimestre, Domingo Cavallo
hacía pocas semanas que había asumido como ministro y se
permitía actitudes desafiantes. Cuando se le preguntó durante
una conferencia de prensa cuándo se reuniría con los emisarios
del FMI, el ministro respondió que ni siquiera sabía que
estuvieran en Buenos Aires, y que no perdería su tiempo atendiéndolos.
Es una tarea para los técnicos, afirmó en aquel
entonces. Ahora, en medio de una situación delicada, Cavallo hará
un lugar en su agenda para dialogar con Raichmann.
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