Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


Los aislados en el sur esperan que la ayuda les llegue del cielo

Un grupo de siete personas aisladas no pudo recibir ayuda: hoy intentarán llegar con helicóptero o les lanzarán víveres desde el aire. Ayer rescataron a una mujer que acababa de dar a luz.

Por Cristian Alarcón

El viernes carnearon un caballo, ayer se les terminó la harina, el inglés –técnico de una empresa extranjera– tuvo dos crisis nerviosas, se turnan para poder dormir adentro del rancho rodeado como una mosca en una mousse de crema por la nieve que todo lo cubre, en un paraje que por esas ironías se llama Los Manantiales. El frío es de 20 grados bajo cero. El viento es demasiado fuerte. No hay caminos hacia ellos. Y llegar por aire ha sido imposible. Los cuatro hombres que iban a supervisar el cierre de la Mina Angela, en el norte de Chubut, cerca del límite con Río Negro, y el puestero con su mujer y su hija, quienes los albergan gastando hasta la última de sus raciones, serán rescatados recién hoy, si las condiciones climáticas le permiten aterrizar a un helicóptero del Ejército. El temporal que no arrecia en la Patagonia sigue golpeando: ayer los muertos por frío o por incendios llegaron a 15 y una mujer que dio a luz mientras estuvo aislada cerca de Maquinchao, fue rescatada junto a su beba, Juana Rosa, en un helicóptero. El gobierno de Chubut anunció que con un avión tirarán hacia los puestos aislados paquetes de comida desde el cielo.
Gladys Llancalleo, una mujer de 35 años, tenía según los datos del hospital de Maquinchao, fecha para entre el 22 y el 26 de julio. Esperaba una niña, su quinta hija. Los médicos previeron el parto y le enviaron un mensaje a través de Radio Nacional Ingeniero Jacobacci. La pasarían a buscar en una camioneta tal día, a tal hora, en la tranquera tanto. Pero la nieve de este año no cesa, y Gladys nunca pudo llegar al punto de la cita. Luego se hicieron tres intentos de rescate por vía terrestre. Desde hace más de una semana que el intendente del pueblo rionegrino intentó que enviarán a la zona un helicóptero de rescate. Lo consiguió recién ayer, cuando llegó uno enviado desde la base militar de Neuquén capital.
La nave salió a la una de la tarde hacia el lugar pero antes bajó en otro rancho aislado. “Es absolutamente todo blanco, no hay referencia de nada, de pronto aparecen unos arbolitos, y una mancha que es el puesto. Cuando bajamos en el primero aparecieron cuatro niños y dos mayores. A tres de los chicos los trajimos con nosotros”, le contó ayer a Página/12 Claudio Quinteros, periodista de Radio Nacional de Ingeniero Jacobacci que participó del rescate.
Gladys Llancalleo y su marido, Juan Amacio, esperaron con total tranquilidad a la beba que nació finalmente el viernes 20. Temprano ese día Gladys comenzó con los dolores de las contracciones. A las siete de la mañana ya tenían agua caliente, y con un poco de alcohol esterilizaron algunos enseres. “Vino todo bien porque llegó de cabecita”, fue el comentario de Amacio a los hombres que llegaron a rescatarlos. Los esperaban porque por radio escuchaban los intentos que se hacían por llegar hasta ellos, pero parece que no estaban demasiado preocupados. Juan ya había atendido otros partos de Gladys. Ella tenía listo un bolso y la ropa de tres de sus chicos. Con el bebé y la médica Roxana Enríquez, volaron los 45 kilómetros hasta Maquinchao. Están todos en el hospital local, y si bien ni la madre ni la niña, Juana Rosa, tienen problemas de salud, se quedarán allí hasta que pase el mal tiempo.
Mucho más al sur, cruzando la frontera con Chubut, continúan aislados por mas de un metro de nieve en un puesto de Los Manantiales el ingeniero inglés Adam Barvy, de la empresa minera Knith Plesold, los geólogos Juan José Cari y Rafael Sala, el periodista Jorge Marillán, de radio Nacional Ingeniero Jacobacci y el puestero Domingo Melli, con su esposa y su hija adolescente. El miércoles el grupo de técnicos y el cronista, que iban en una camioneta 4 por 4, quedaron atascados en el camino, muy cerca de la Mina Angela, hacia donde iban. Por suerte, también estaban a dos kilómetros del puesto en el que viven todo el año Melli con su mujer y su hija. A 1800 metros de altura, en la zona más helada de todas las que están azotadas por el temporal, el grupo podía comunicarse hasta ayer a la mañana con la radio de Marillán. La energía de un molino de viento lespermitía recargar las baterías, pero en las últimas horas las aspas del molino quedaron congeladas.
“Están bien pero las provisiones del puestero eran para su grupo familiar. Por eso el viernes mataron un caballo. El problema es que el inglés y un geólogo no han comido de esa carne y ya no hay harina, así son los que más hambre estaban pasando”, contó una fuente del municipio de Jacobacci. Ayer se preparaban dos expediciones para ayudarlos. Desde Chubut la Gendarmería enviaba un avión que podría lanzarles cajas de comida desde el aire. Y hoy después del mediodía podría llegar hasta ellos el helicóptero del ejército que ayer rescató a la mujer embarazada pero se quedó sin combustible, desorientado por el blanco omnipresente del campo.
Mientras estas personas continuaban en riesgo, ayer murieron tres hombres, dos por hipotermia, y uno por un incendio. En Trelew un trabajador salió mareado de un bar donde estuvo toda la noche y se durmió en la calle, donde fue encontrado muerto. En Comodoro Rivadavia se trató de un changarín que falleció en el rancho de un amigo que no tenía calefacción. En Bariloche la pobreza se llevó a otro changarín, esta vez por el incendio que consumió su cuerpo.

 

 

PRINCIPAL