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INDONESIA CONSAGRO A SUKARNOPUTRI COMO PRESIDENTE
Calma que sigue al Yakartazo

A pesar de que el presidente Wahid suspendió al parlamento, éste lo destituyó y nombró en su reemplazo a la vice Sukarnoputri.

Por John Aglionby
Desde Jakarta

Ayer los legisladores indonesios completaron su beligerante campaña de nueve meses para derrocar al presidente Abdurrahman Wahid y votaron unánimemente para reemplazarlo por su vice Megawati Sukarnoputri. Anoche, Wahid permanecía en el palacio presidencial, negándose a renunciar e insistiendo que no había una base constitucional para su destitución. Mientras Megawati juraba como presidente, él, que pretendió suspender al parlamento con el (fallido) apoyo de las Fuerzas Armadas, prometía seguir luchando. Es improbable que tenga éxito, ya que numerosos líderes mundiales han reconocido la legitimidad de la nueva presidente de la mayor nación islámica de la tierra y la cuarta por su población.
Era obvio que el fin estaba cerca después que el ejército y la policía desobedecieron las órdenes de implementar el estado de emergencia que Wahid había declarado en la mitad de la noche del domingo en un último intento por salvarse. Los legisladores se reunieron en Jakarta con ánimo festivo ayer, sabiendo que la victoria estaba a mano. Aunque Wahid boicoteó su propio impeachment, demoró nueve horas completar las formalidades antes que la hija del fundador del país, Sukarno, fuera elegida unánimemente por la asamblea de 591 miembros para convertirse en la quinta presidente de Indonesia, la cuarta en tres años.
“Con toda humildad acepto el mandato del pueblo indonesio”, dijo Megawati en un discurso de aceptación algo vago en sus contenidos. Instó a todos los indonesios a que “aceptaran el resultado de este proceso democrático”. No mencionó a Wahid, que pasó todo el día encerrado en el palacio, aparentemente indiferente al desarrollo de los acontecimientos. “Si se va, significa que acepta la decisión”, dijo el actual canciller, Alwi Shihab, un amigo de Wahid. Indonesia ha estado inmersa en crisis económicas, sociales y políticas desde julio de 1997. Fue el enfoque errático e inconsistente de Wahid para manejar los problemas lo que le costó su puesto, apenas 21 meses después de iniciado su mandato.
En la residencia oficial de Megawati, la gente celebró hasta bien entrada la noche. Poco después de haber asumido, ella le ordenó a los ministros del gabinete saliente que se quedaran en sus puestos hasta que nombrara un nuevo equipo. Esto es improbable que suceda antes que la asamblea elija un nuevo vice presidente mañana a la noche. Los legisladores salieron de la asamblea con un ánimo festivo. “Esto es lo que debía haber sucedido hace 21 meses”, dijo Arifin Panegoro, un viejo miembro del partido de Megawati, el Partido Democrático de Indonesia para la Lucha. Se estaba refiriendo a cuando Wahid arrebató la presidencia a Megawati, cuando ésta no conseguía los votos por ser mujer en un país musulmán. El mercado cambiario pensaba lo mismo. La rupia se fortaleció en más de un 10 por ciento.
Los miembros de la asamblea, en su mayoría, no parecían preocupados por la negativa de Wahid de dejar el palacio. “Es un problema pequeño comparado a los desafíos que enfrenta el país”, dijo uno. La gente parecía más preocupada de que él, un clérigo musulmán, titular de la mayor asociación religiosa del país, pudiera incitar a la violencia a los millones de fanáticos leales. Pero no se informó sobre ningún problema en ninguna de las manifestaciones pro Wahid ayer en Jakarta. Estados Unidos fue el primero en reconocer al nuevo presidente. “El pueblo de Indonesia, al manejar su crisis de liderazgo bajo su constitución y las leyes, mostró su compromiso para con la ley y la democracia”, dijo George Bush.
De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère

 

 

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