Por Maximiliano
Montenegro
El JP Morgan, principal banco
de inversión del mundo y una de las entidades que lideró
el megacanje, ya está asesorando a sus clientes qué hacer
en caso de que Argentina entre en default, la tan temida cesación
de pagos. En un informe reservado para sus clientes, magnates y fondos
de inversión globalizados, el banco califica con elegancia
a ese escenario de hipotético, pero reconoce que los
mercados le asignan una alta probabilidad. A diferencia
de lo que vienen diciendo los gurúes locales del establishment,
el JP Morgan no describe una catástrofe. Dice que el gobierno argentino
podría disponer una reducción del 35 por ciento en el stock
de deuda, para asegurar su sostenibilidad en un contexto de austeridad
fiscal; completar una reprogramación de los vencimientos
de capital e intereses en seis meses y aspirar a mejores resultados que
los de Ecuador y Rusia, dos países que debieron reestructurar su
deuda en medio de la crisis. Aunque suene a chiste, a la operación
de quita en la deuda la llama haircut (corte de pelo). ¿Cavallo
estará evaluando la propuesta de uno de sus bancos de cabecera?
El documento se titula Valuando la deuda argentina en un escenario
hipotético de reestructuración. Reestructuración
(de los plazos de la deuda) es el eufemismo que utilizan en Wall Street
algunos analistas como sinónimo de la palabra default,
o cesación de pagos, más perturbadora en la jerga de los
brokers. Hemos escrito este informe en respuesta a los pedidos de
los clientes y porque los precios del mercado ya están implicando
una alta probabilidad de reestructuración, aclara el Morgan.
Y especula con que tal renegociación de la deuda podría
asumir las siguientes características:
Una reducción del 35
por ciento en el stock de deuda. La visión inicial de nuestro
equipo de estrategia es que una poda de 35 por ciento sería suficiente
para asegurar la sustentabilidad de la deuda bajo un escenario de mediano
plazo de austeridad fiscal, afirma. De otro modo: sólo con
ese recorte de la deuda y manteniendo un plan de ajuste fiscal no
se aclara si como el que hoy tratará el Senado para los acreedores
podría sonar creíble que el deudor podrá honrar sus
compromisos en el futuro.
La reestructuración
se terminaría en seis meses. Aunque éste es un supuesto
osado, creemos que la predisposición para una solución rápida
de ambos lados significaría que la reestructuración podría
concluir mucho más rápido que en los casos de Ecuador y
Rusia, explica.
La tasa de interés que
pagarían los nuevos bonos rondaría entre el 16 y el 18 por
ciento. Muy elevada, pero no muy diferente de las tasas con que se cerró
el megacanje (15 por ciento).
Dentro de este esquema, los economistas del Morgan advierten a sus clientes
que el Gobierno podría privilegiar el pago de algunos títulos
en detrimento de otros, buscando favorecer a los inversores locales (como
bancos y AFJP). Pero consideran que lo más aceptable para
el mercado sería que la reestructuración sea justa
para todos, acercándose a las condiciones legales de emisión
de cada uno de los bonos.
A la quita en la deuda, el banco la denomina haircut (corte
de pelo), algo que Cavallo, en público, considera, por razones
obvias, innecesario. Al igual que el megacanje, que el ministro negó
apenas este diario lo anticipó, sólo una vez cerrada una
negociación previa con un grupo de bancos de inversión,
podría descubrir la jugada. De otra forma, si los mercados
interpretaran mal la movida, en vez de una reestructuración ordenada,
podría caerse en cesación de pagos traumática. Y
en tal caso el crédito desaparecería para el país
mucho más allá de los seis meses que estima el Morgan necesarios
para concluir la operación.
En Economía niegan una y otra vez que estén pensando en
una reestructuración y aseguran que la regla de déficit
cero es, justamente, para evitar este camino. Pero reconocen que, si la
economía no repunta, será muy difícil vender a los
inversores que el país tiene capacidad de repago con semejantes
indicadores de endeudamiento. También niegan que el ministro haya
conversado con representantes del Morgan la propuesta. Sin embargo, el
JP Morgan fue, junto al Credit Suisse First Boston, de David Mulford,
el amigo de Cavallo, el banco que comandó el megacanje. Y es imposible
que el ministro desconozca su opinión.
LOS
BANCOS COBRARAN 9 POR CIENTO POR la AYUDA
Patriotismo a tasa elevada
Aunque se trate de ayuda patriótica,
los bancos nunca pierden. Los 500 millones de adelanto del impuesto a
las Ganancias que aportarán al Gobierno no serán sólo
un adelanto. Por el gesto de buena voluntad recibirán una tasa
del 9 por ciento anual, margen que duplica con creces indicadores internacionales
de referencia como la tasa Libor. Y esto a pesar de que no se trata de
un préstamo y, por lo tanto, no existe asociado riesgo alguno.
La considerable retribución por el compromiso patriótico
de los nunca ajustados banqueros fue confirmada por el viceministro de
Economía, Daniel Marx, quien una vez más decidió
evitar que los dueños del dinero pierdan costos de oportunidad.
Como inicialmente el adelanto iba a ser a tasa 0, el funcionario se vio
en la necesidad de justificar la insólita situación de que
el Estado pague intereses por un anticipo impositivo, circunstancia en
la que los especialistas tributarios no recuerdan antecedentes. El razonamiento
del solícito secretario de Finanzas fue que los adelantos anteriores
tomados por el Fisco fueron por períodos mucho más
cortos. En este caso, el aporte operará la mitad como anticipo
de las ganancias de 2003, y el otro 50 por ciento de 2004.
Según comentó Marx, el decreto que firmó ayer el
titular del Palacio de Hacienda, Domingo Cavallo, permite pagar
hasta el nueve por ciento de interés anual. De esta manera,
se espera convocar rápidamente a las entidades financieras y a
las compañías privatizadas para que se sumen al compromiso
de Repsol-YPF, que ya confirmó que anticipará 150 millones
de pesos. Aunque vale para el caso destacar que la petrolera española
no había pedido interés alguno a cambio.
Según se informó la semana pasada, de los 500 millones de
pesos que aportarían los bancos, 200 millones (el 40 por ciento)
se depositarían el pasado viernes, 30 por ciento a 30 días
y un porcentaje idéntico a los dos meses. Los 200 millones
de pesos que comprometieron los bancos, no están del todo ingresados,
pero hay una parte importante que ya ingresó, señaló,
impreciso, Marx.
Tucumán también
adelanta
La administración del gobernador tucumano Julio Miranda
acordó con empresarios y banqueros que, a partir de agosto
y hasta febrero próximo, 330 compañías realizarán
un adelanto especial del impuesto a los ingresos brutos, como contribución
extraordinaria para mantener el equilibrio financiero de la provincia.
El ministro de Economía, José Alperovich, logró
el consenso necesario del sector privado para recaudar por mes un
aporte adicional del 5 por mil sobre el volumen de las ventas efectuadas
durante el año pasado por aquellas empresas que facturaron
más de 2 millones de pesos. Con esta medida, la administración
justicialista espera recaudar 1,2 millón de pesos mensuales
adicionales, los que le permitirán compensar el anuncio de
la Nación de que no girará más fondos por los
próximo 90 días.
|
|